EFEMERIDE | Eduardo Galeano: Los hijos de los dias

Enero

10

Distancias

Tosiendo marchaba el coche.

Y a los tumbos, apilados dentro del coche, viajaban unos músicos. Ellos iban a alegrar una reunión de campesinos, pero y a llevaban un largo rato perdidos en los hirvientes caminos de Santiago del Estero.

Los despistados no tenían a quién preguntar. Nadie había, nadie quedaba, en aquellos desiertos que habían sido bosques.

Y de pronto apareció, en una nube de polvo, una niña en bicicleta.

—¿Cuánto falta? —preguntaron.

Y ella dijo:

—Falta menos.

Y en el polvo se fue.