TRAYECTORIA EDUCATIVA | Corrientes: solo el 7 % de los estudiantes del secundario termina con saberes sólidos

“Estos datos seguirán empeorando si no se inicia un cambio de fondo”, advirtió una exministra de Educación de la Nación. El informe pedagógico está basado en un relevamiento del 2009 al 2020 y en resultados de las pruebas Aprender. 


El Observatorio Argentinos por la Educación publicó ayer su informe estadístico “Desgranamiento y aprendizajes desiguales: las dos caras de la misma moneda”, donde la provincia de Corrientes tiene uno de los peores porcentajes nacionales. Los datos surgen de los relevamientos anuales 2009-2020 y de las pruebas Aprender 2019 del Ministerio de Educación de la Nación.

Concluyeron que Corrientes tienen la menor proporción de alumnos en el país que llegan al último año de sus estudios en tiempo esperado: solo el 38 %. Este índice lo comparte con la provincia de San Juan, y le sigue Misiones con el 39 %. 

A nivel nacional, de cada 100 estudiantes, 53 llegan al último año de la escuela secundaria en edad teórica. Al ordenar las jurisdicciones, observaron que las mayores proporciones las tienen Tierra del Fuego (71 %), Ciudad de Buenos Aires (66 %) y La Rioja (61 %). 

En tanto que el porcentaje correntino vuelve a reducirse al analizar los datos de los estudiantes que llegaron en edad teórica al último año de la secundaria, combinado con el de los estudiantes que alcanzaron resultados satisfactorios y avanzados tanto en lengua como en matemática en las pruebas Aprender. 

Junto a los pedagogos Irene Kit y Sergio España, los especialistas de la Asociación Civil Educación para Todos analizaron en este informe cómo fue el recorrido de los estudiantes que ingresaron a primer grado en 2009 y llegaron al último año de la secundaria en 2020.

Hay varias provincias donde menos del 10 % de los estudiantes llegó al último año de la secundaria con la edad y los conocimientos esperados. Fue el caso de San Juan (8 %), Catamarca (7 %), Corrientes (7 %), Misiones (6 %), Chaco (5 %), Formosa (5 %) y Santiago del Estero (5 %).

Según el Observatorio, a nivel nacional, un 30 % de los estudiantes con edad teórica en el último año de la secundaria que rindieron las pruebas Aprender obtuvieron buenos resultados en ambas áreas. Esto permite analizar las diferencias en trayectorias escolares y logros, visualizando que de cada 100 ingresantes al primer grado del nivel primario en 2009, llegaron en edad teórica y con conocimientos satisfactorios o avanzados en lengua y matemática al fin de la secundaria, en 2020. 

Saberes esperados

“La referencia para analizar la información fue el mandato legal y social de una educación secundaria terminada en tiempo oportuno y con aprendizajes significativos. En diálogo entre pedagogos y economistas, interrogamos los datos disponibles para sintetizar para cuántos estudiantes se está logrando ese mandato. Sin ingenuidades: sabemos que el impacto de la pobreza afecta muchas dimensiones de la vida de los niños, niñas y adolescentes. Pero también con esperanza, confiando en que desde el sistema educativo aún tenemos mucho para dar en la calidad y la pertinencia de nuestras propuestas pedagógicas”, afirmó Irene Kit, coautora del informe.

“Estos datos seguirán empeorando si no se inicia un cambio de fondo que ponga en el centro los aprendizajes de los estudiantes, organice la enseñanza enfocándola solamente en los conocimientos que todos debieran lograr, elimine contenidos y disciplinas que solo se sostienen por razones de empleo, y ordene la escolaridad en base a los tiempos para el aprendizaje de cada alumno, en una escuela abierta y conectada con los centros de investigación científica y con el mundo laboral. Hay experiencias en el país y en el exterior que pueden iluminar esa tarea”, señala Susana Decibe, exministra de Educación de la Nación.

“Que solo 16 estudiantes de 100 alcancen a culminar su escolaridad en el tiempo teórico y con los saberes esperados, encierra problemas profundos hasta ahora no asumidos”, planteó Elena Duro, exsecretaria de Evaluación Educativa, y propuso una educación “en base a contenidos que promuevan capacidades y competencias, y prácticas de enseñanza y evaluación formativa”.


(Litoral)