EFEMERIDE | Eduardo Galeano: Los hijos de los dias

 Agosto

24

Era el día del dios romano del fuego

Y era el año 79.

Plinio el Viejo navegaba al mando de una flota romana.

Al entrar en la bahía de Nápoles, vio que un humo negro venía creciendo desde el volcán Vesubio, un alto árbol que abría sus ramas hacia el cielo, y súbitamente cay ó la noche en pleno día, tembló el mundo en violentas sacudidas y un bombardeo de piedras de fuego sepultó la fiestera ciudad de Pompeya.

Pocos años antes, el fuego había arrasado la ciudad de Lugdunum, y Séneca había escrito:

Hubo una sola noche entre la mayor ciudad y ninguna.

Lugdunum resucitó, y ahora se llama Ly on. Y Pompey a no desapareció: intacta bajo las cenizas, fue guardada por el volcán que la mató.