EN HONOR A SU SANTO PATRONO | La comunidad sanluiseña veneró a San Luis Rey de Francia en su día

En su día litúrgico, la localidad celebró al patrono de "El pueblo de la fibra fuerte". Acompañó la procesión y la misa central el vicegobernador, Braillard Poccard, y el intendente "Reni" Buján.


La localidad de San Luis del Palmar celebró la procesión y misa central por el día de su santo patrono, San Luis Rey de Francia. Con un gran fervor religioso se celebró la santa misa que fue presidida por monseñor José Adolfo Larregain en honor al patrono de "El pueblo de la fibra fuerte".

Estuvieron presentes la máxima autoridad de la localidad, Néstor "Reni" Buján, y el vicegobernador de la provincia, Pedro Braillard Poccard, entre otros funcionarios que acompañaron la procesión y la misa central.

A las cero horas del 25 de agosto, los fieles reunidos afuera de la parroquia saludaron a San Luis en su día iniciando de esa manera una jornada plena de actividades. Al mediodía se llevó a cabo la recepción de autoridades en el palacio municipal sanluiseño. Los festejos continuaron con un almuerzo patronal en el tinglado que posee la parroquia.

Alrededor de las 16, una multitud acompañó la peregrinación por las calles de la localidad que finalizó con la misa central en el atrio parroquial. A las 19 se llevó a cabo la misa de clausura con la procesión de antorchas, y luego, al cierre de esta edición se desarrollaba en festival en honor a San Luis Rey de Francia en el atrio parroquial para dar por finalizadas las fiestas patronales.

¿Quién era San Luis?

Era un hijo del Rey Luis VIII de Francia y nació en 1214. Fue un hombre dotado de una gran sabiduría para gobernar, una enorme bondad que le atraía las simpatías de la gente y una generosidad inmensa para ayudar a los necesitados, unido todo esto a una profundísima piedad que lo llevó a ser un verdadero santo.

Subió al trono de Francia a la edad de 22 años coronado como rey con el nombre de Luis IX. Se distinguió por su espíritu de penitencia y oración y por su amor a los pobres. En su manera de gobernar, se preocupó de la paz entre las naciones y del bien temporal y espiritual de sus súbditos. Promovió dos cruzadas para liberar el sepulcro de Cristo.

El 25 de agosto, a las tres de la tarde, exclamó: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" y murió santamente. El Sumo Pontífice lo declaró santo en el año 1297.




(Epoca)