Mar-a-Lago, la mansión que el expresidente estadounidense Donald Trump tiene en Palm Beach, en el sureste de Florida, fue allanada este lunes por agentes del FBI. Así lo confirmó el propio Trump en su sitio web.
"Estos son tiempos oscuros para nuestra nación, mientras mi bella casa de Mar-a-Lago, en Palm Beach, está ahora siendo sitiada, asaltada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI", escribió el exmandatario estadounidense en su plataforma digital.
De acuerdo con medios como CNN, se trata de una orden de allanamiento que
la entidad federal cumple en la residencia Mar-a-Lago. Hasta ahora no se
conocen hasta el momento las razones o causa de inspección, aunque el
Departamento de Justicia ha estado investigando el hallazgo de 15 cajas con
información clasificada que fueron llevadas a Mar-a-Lago una vez concluida la
presidencia de Trump. Las leyes federales de Estados Unidos prohíben el
traslado de documentos clasificados a lugares no autorizados, aunque es posible
que Trump intente argumentar que, como presidente, era la máxima autoridad en
materia de clasificación de información confidencial.
En el comunicado, Trump afirma que "nunca antes le había pasado algo
así a un presidente de los Estados Unidos". "Después de trabajar y
cooperar con las agencias gubernamentales pertinentes, esta redada no anunciada
en mi casa no fue necesaria ni apropiada", señaló.
Trump acusó a la Fiscalía de "mala conducta" y denuncia "la
militarización del sistema de justicia" y el "ataque de los
demócratas radicales de izquierda que desesperadamente no quieren que me
postule a la presidencia en 2024", dice en su sitio web, que encabeza las
palabras "Save America"
"¡Incluso entraron en mi caja fuerte!", exclama a continuación
con indignación, para subrayar que "la persecución política del presidente
Donald J. Trump ha estado en marcha por años".
"Lealtad incondicional como la que tuvo Hitler"
Por otra parte, el expresidente estadounidense Donald Trump se lamentó de
que sus generales no le fueran tan leales como considera que fueron los
generales alemanes al dictador Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial,
según revela en un reportaje la revista 'The New Yorker' basado en un nuevo
libro de investigación periodística.
En concreto, se refiere a la idea que tuvo Trump de impulsar un gran
desfile militar con carros de combate y otro material pesado por las calles de
Washington con motivo de las fiestas del Día de la Independencia.
El 'número dos' del Estado Mayor Conjunto, el general Paul Selva, le
respondió entonces que era una mala idea, muy costosa, y que "eso es lo
que hacen los dictadores", lo que desató la ira de Trump.
"¡Malditos generales! ¿Por qué no pueden ser como los generales
alemanes?", espetó Trump. "¿Qué generales?", le preguntó el jefe
del Estado Mayor Conjunto, John Kelly. "Los generales alemanes en la
Segunda Guerra Mundial", respondió Trump.
"¿Sabe que intentaron matar a Hitler tres veces y casi lo
consiguieron?", argumentó Kelly. "No, no, no. Fueron absolutamente
leales a él", dijo Trump, según la investigación periodística.
Trump ya había manifestado su admiración por Hitler en 2018, cuando dijo
que "Hitler hizo muchas cosas buenas" en materia económica, según
reveló Kelly, aunque un portavoz del entonces mandatario negó los hechos
calificándolos de fake news.
Además, algunos generales como el jefe del Estado Mayor del Ejército de
Tierra, Mark Milley, temían que Trump provocara un conflicto con Irán tras
perder las elecciones de noviembre de 2021 para intentar mantenerse en el
poder. Milley viajó incluso a Israel para reunirse con el primer ministro
Benjamin Netanyahu para convencerle de que no presionara a Trump en esa
dirección. "Si lo haces, vamos a tener una maldita guerra", aseveró
el general ante Netanyahu.
El artículo de 'The New Yorker' está elaborado a partir de un libro, 'The
Divider: Trump in the White House, 2017-2021', escrito por la periodista de la
revista Susan Glasser y el corresponsal en la Casa Blanca de 'The New York
Times', Peter Baker.
En respuesta al artículo, Trump ha afirmado a 'The New Yorker' que "estas
son personas con muy poco talento y en cuanto me di cuenta dejé de apoyarme en
ellos y empecé a hacerlo en los auténticos generales y almirantes".
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