SAN CAYETANO | Más de 50 mil fieles agradecieron y pidieron por paz, pan y trabajo

En el décimo quinto aniversario del santuario, los peregrinos llegaron para rendir su fe y devoción. "Nuestros corazones vibran de emoción por este gran santo de la prosperidad y abundancia, a quien también le suplicamos la paz", destacó monseñor Andrés Stanovnik.


 La 36ª peregrinación de los trabajadores y sus familias al santuario de San Cayetano, se celebró con una multitud de 50 mil personas que este domingo llegaron a la localidad. La gran mayoría llegó a pie, hubo algunos jinetes y familias enteras se acercaron en carretas para agradecer y pedir pan, paz y trabajo. "Nuestros corazones vibran de emoción por la profunda devoción que sentimos por este gran santo de la prosperidad y la abundancia, a quien también le suplicamos ardientemente el don de la paz", expresó monseñor Andrés Stanovnik, durante la homilía de la misa central.

Minutos después de las seis y media de la mañana, peregrinos de diferentes barrios de Corrientes se congregaron en la rotonda de la Virgen de Itatí. Allí aguardaban una camioneta con la Cruz de los Milagros, otra con la imagen de la virgen morena y la tercera con la imagen de San Cayetano, a los pies de la imagen que da nombre al espacio verde y la bienvenida a quienes llegan a la ciudad.

Aún con la oscuridad de la mañana y con el cielo cubierto de nubes, minutos antes de las siete llegó monseñor Andrés Stanovnik, saludó a los presentes y se ubicó enfrente de la imagen de la Virgen María. Con una lectura y unas cálidas palabras dio la bendición a los peregrinos que partieron hacia San Cayetano.

"Vamos a iniciar la peregrinación, nuestro destino es San Cayetano, pero lo que hacemos con la peregrinación es darnos cuenta cómo es la vida. La vida es una peregrinación, pero es importante conocer el destino", expresó Stanovnik. Destacó la importancia de "saber de dónde venimos para saber a dónde vamos".

Frente a los feligreses, el monseñor pidió a San Cayetano: "Que nos muestre cuál es el destino que tiene nuestra vida, después sabemos lo que tenemos que hacer a cada paso". En ese sentido, reflexionó: "Cuando nos desencontramos entre nosotros es porque no sabemos cuál es nuestro destino, qué es lo que nos pasa a los argentinos".

"Si nos encontramos entre nosotros sabemos lo que tenemos que hacer, somos más solidarios, hay trabajos para todos porque hay paz. Vamos a pedirle todo esto a San Cayetano y pedimos que proteja nuestros pasos", le dijo Stanovnik a los fieles. Al santo del trabajo pidió que cuide a los peregrinos "con su amor de padre, para que sientan el calor de su compañía" y bendijo a los caminantes.

En diálogo con diarioepoca.com, el sacerdote dejó un mensaje para los lectores: "Caminemos juntos, pero caminemos juntos todos. Los que pensamos de una manera y de otra, pongámonos de acuerdo". Añadió que "la única manera de ponernos de acuerdo es saber quiénes somos y hacia dónde vamos. Una vez que descubramos eso en la vida, lo demás se hace muy fácil. Mientras no lo descubramos, andamos unos contra otros, peleándonos permanentemente".

Atento al contexto que atraviesa el país, monseñor dijo: "Los argentinos tenemos una experiencia dolorosa de estos desencuentros". Para evitar esto, recomendó: "Tomemos conciencia y recuperemos la fe, renovémonos interiormente, démonos de la mano, sentémonos en una mesa. Logremos los consensos necesarios, básicos, cuidemos a los que menos tienen, empecemos por los últimos para llegar a todos".

Para cerrar el mensaje, pidió que la peregrinación lleve bendiciones a los hogares de los que caminan, pero también para el pueblo correntino y para la patria. Los feligreses emprendieron el trayecto, como todos los 7 de agosto previos de la pandemia. Familias enteras y grupos de amigos iniciaron la caminata con el destino a 20 kilómetros, en la mayoría de los casos para agradecer el trabajo pero también para pedir.

Cerca de 50 mil almas partieron hacia el santuario, la gran mayoría a pie, hubo algunos jinetes también y familias enteras se acercaron en carretas para agradecer y pedir por el trabajo en el contexto socioeconómico que atraviesa el país y tras dos años de pandemia. Caminaron por la Ruta 12 y posteriormente se encontraron con las obras de la autovía.

El paisaje del camino se completa por puestos improvisados que comercializan agua caliente, torta frita y torta parrilla para alimentar el espíritu de los peregrinos. Sin embargo, también en el trayecto se encontraron algunos puntos donde promeseros y grupos religiosos ofrecían cocido, pan, facturas para ayudar a que el camino sea más ameno.

Un camión con sonido acompañó los pasos de los presentes, entre ellos estaba monseñor. En el atajo que se encuentra en el ingreso a la localidad de San Cayetano se sumaron más fieles, las calles de tierra, repleta de fieles y puestos de velas y las más diversas comidas. Dos cuadras previas al santuario, se visualizaba la fila para el ingreso al santuario.

La parroquia y el santuario de San Cayetano tuvo celebraciones religiosas desde las siete de la mañana, la primera de ellas fue destinada a los servidores que participaron en el día del santo. Después hubo misas a las 8, a las 9, y a las 11 tuvo lugar la misa central, presidida por el monseñor ante una multitud.



(Epoca)