EFEMERIDE | Eduardo Galeano: Los hijos de los dias

 Setiembre

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¿Cómo era el mundo cuando empezaba a ser mundo?

Florentino Ameghino fue otro sabio preguntón.

Paleontólogo desde la infancia, era niño todavía cuando, allá por 1865, armó su primer gigante prehistórico en un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Un día como hoy emergió cargado de huesos, desde lo hondo de una cueva profunda, y en la calle fue colocando mandíbulas, vértebras, caderas…

—Es un monstruo de la época mesozoica —explicó a los vecinos—. Muy antiguo. Ustedes ni se imaginan.

Y a sus espaldas doña Valentina, la carnicera, y a no pudo aguantarse la risa: —Pero mijito… ¡Si son huesos de zorro!

Y eran.

Eso no lo desalentó.

A lo largo de su vida reunió sesenta mil huesos de nueve mil animales extinguidos, reales o imaginarios, y escribió diecinueve mil páginas que le valieron la medalla de oro y el diploma de honor de la Exposición Universal de París.