DEPORTES | Argentina continuó con su fiesta mundial en Santiago del Estero

Argentina no quiere dar por terminado el fiestón que comenzó el pasado 18 de diciembre en la lejana Qatar. Luego de la interpretación del Himno Nacional a cargo de Los Manseros Santiagueños, y la ceremonia de los besos y los abrazos de todo el plantel con su emblema y capitán, comenzó frente a una multitud en Santiago del Estero un partido que tuvo mucho de anécdota. Pruebas al canto: el combinado visitante se fue al descanso cinco goles abajo. Al final fue 7-0.


 

Con toda su plantilla formada en los Países Bajos, los jugadores de Curazao procuraban no ponerse nerviosos ante su encumbrado rival y superpoblaban la mitad de cancha, ante una Selección que presionaba bien arriba, iba al piso a disputar el balón y jugaba con dientes apretados a la espera de la oportunidad de empezar meter goles. Y los goles llegaron, claro. Para todos los gustos.

 

Entonces se juntaron Montiel y Lo Celso -que volvía al primer equipo tras superar la lesión que lo marginó de estar en la consagración de Qatar 2022- y el remate posterior de Messi encontró una gran respuesta del arquero Eloy Room. Enseguida quien tuvo su chance fue el reaparecido Nicolás González -otro que por estar lesionado no pudo disputar el Mundial-, pero su zurdazo no fue preciso. Aunque luego tendría revancha.

 

Veinte minutos duró la heroica resistencia del visitante, hasta que Pezzella recuperó, Lo Celso habilitó a Messi y éste, tras desacomodar a tres defensores a puro quiebre de cintura, marcó el primero, que se transformó en su gol N° 100 para la Selección.

Enseguida, una pelota llovida al área fue capturada bien arriba por Pezzella, cuyo cabezazo fue replicado luego por otro de Nico González para el segundo. A todo esto, el capitán seguía enchufado y González se ofrecía como descarga. Fue el delantero de Fiorentina el que habilitó a la Pulga, quien anotó el tercero.

 

El astro rosarino volvió a aparecer con un pase corto a Enzo Fernández, quien la clavó en un ángulo. El rival, ya groggy, aún tuvo que padecer un enorme pase de Lo Celso que Messi transformó en el quinto.

 

Curazao vivió el complemento como una lenta agonía. Vinieron los cambios, el penal convertido de Angel Di María, la ovación a "Dibu" Martínez al ser reemplazado por Armani, el séptimo a cargo de Gonzalo Montiel y, por supuesto, el deseo de seguir festejando eternamente.

 

El cierre con La Mosca -que obviamente interpretó del hit mundialista "Muchachos"- y una nueva exhibición de la Copa del Mundo con vuelta olímpica incluida coronaron otra noche mágica.




(Pagina 12)