María Ojeda se internó el 28 de abril en el hospital materno neonatal "Eloisa Torrent de Vidal" para tener su beba. La niña venía prematura y aunque nació con casi dos kilos, su estado general era bueno. Su madre la amamantó y la cuidó.
Ayer por la tarde, y con bastante presencia policial, familiares y allegados realizaron un escrache frente al nosocomio de la calle Héroes Civiles al 2000. Buscaban explicaciones, pero se toparon con un cordón de policías que les impidió el paso al lugar. María tiene una incapacidad motriz, por lo que junto a su esposo Antonio y una docena de personas que los acompañaban, protestaron pacíficamente en el hall de ingreso a la emergencia. "Me dijeron que mi bebé había nacido prematura y por esa razón sus huesos no se desarrollaron bien y que pudo haber hecho algún movimiento que le provocó la quebradura en el brazo. Yo estoy todo el día, las 24 horas, en Neo con mi hija. La levantaba, la besaba, la abrazaba y ella nunca lloró de dolor por eso". Tras advertir lo sucedido, María y su esposo pusieron al tanto a los médicos, que trasladaron a la niña hasta el Hospital Pediátrico, donde quedó internada. Los padres ahora no pueden ver a la criatura y los médicos les habrían dicho que al bebé "alguien" le habría provocado esas quebraduras.
El jefe del operativo policial le recomendó realizar la denuncia correspondiente, pero pocos minutos después, los padres fueron atendidos por la directora del nosocomio. "Queremos que la responsable de esta brutalidad dé la cara y sea apartada. No pudieron haber dañado de esa forma a una recién nacida y ocultarse", explicó a diario época Aldana, tía de la recién nacida.
(Epoca)