Fue una de las grandes voces de la música contemporánea y un ejemplo de resiliencia, emblema para la lucha de las mujeres en una sociedad machista. En 66 años de carrera, Anna Mae Bullock conoció pesares y éxitos, dejando una colección de canciones caracterizadas por una voz única.
“Creo que cada uno de nosotros nace con una
misión única, un propósito vital que sólo uno mismo puede cumplir”. Ese es el
inicio de Happiness Becomes You (La felicidad nace de vos), tercera
autobiografía de Tina Turner, lanzada en 2020 y donde la cantante reflexiona
sobre su infancia, cuando recolectaba algodón en Tennessee. Ese libro versa
acerca de su conexión con la naturaleza y cómo, a partir de eso, le encontró
sentido a sus problemas. “Los arcoiris más brillantes aparecen tras las
tormentas más intensas. Magníficas mariposas surgen de los capullos más
apagados. Y las flores de loto más bonitas nacen del lodo más profundo y
espeso”, manifiesta la artista en uno de los primeros capítulos. Aunque parezca
una paradoja, y más luego de revisitar su niñez con esas analogías, a ella no
le gustaba recordar su pasado. Le tenía fobia, por más que su vida fue de
película. Y, de hecho, la tuvo.
Pero el guion terminó el miércoles 24 de
mayo. Anna Mae Bullock, el nombre detrás de su alter ego, falleció a los 83
años después de “batallar contra una larga enfermedad”. La noticia la
compartieron sus representantes, y la confirmó el diario inglés The Mirror:
“Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de Tina Turner. Con su música y
su pasión ilimitada por la vida, cautivó a millones de fanáticos en todo el
mundo e inspiró a las estrellas del mañana. Hoy despedimos a una querida amiga
que nos deja a todos su mayor obra: su música. Toda nuestra más sincera
compasión está con su familia. Tina, te extrañaremos mucho”, dice el
comunicado. Y, además, el comunicado destacó: “La ‘Reina del Rock and Roll’
murió en paz en su casa de Küsnacht, cerca de Zúrich (Suiza). El mundo perdió a
una leyenda de la música y un modelo a seguir”. También se supo que se llevará
adelante una ceremonia fúnebre privada para familiares y amigos cercanos.
En diciembre de 2022, la cantante debió
enfrentar la muerte de Ronnie Turner, el más joven de sus hijos, quien tenía
problemas respiratorios y luchaba contra un cáncer. Tina ya había perdido al
mayor de sus hijos, Craig Raymond Turner, quien se quitó la vida en julio de
2018, a los 59 años. Antes de esta pérdida que cambió para siempre su vida, en
2016 la leyenda estadounidense de la música fue diagnosticada de un cáncer
intestinal. Clínicamente, se conoce con el nombre de cáncer colorrectal. Al
mismo tiempo sufrió un derrame cerebral que la alejó de los escenarios. Es por
eso que haceía ya una década que no ofrecía un recital. Pero en la última entrevista
que dio, que fue para el diario The New York Times, en 2019, la icono justificó
su alejamiento diciendo: “Estaba cansada de cantar y hacer felices a todos”.
Una vez que logró sobreponerse a esas
patologías, sus riñones comenzaron a fallar. A tal punto de que funcionaron
nada más que un 20 por ciento. Fue entonces cuando su segundo marido, el
ejecutivo musical alemán Erwin Bach, de 66 años, en 2016 tomó una decisión que
le cambió la vida y le donó un riñón. “Sólo el trasplante me daría una buena oportunidad
de tener una vida casi normal. Pero las posibilidades de obtener un riñón
donado eran remotas”, recordó la artista en una de sus biografías, My Love
Story. El transplante se llevó a cabo al año siguiente. Antes de que esto
sucediera, y frente a la posibilidad de que las cosas no salieran bien, Tina
pensó en la eutanasia como alternativa. La decisión iba tan en serio que ella
se inscribió en la lista de una organización que da apoyo en esos casos.
Desistió del suicidio asistido porque Erwin la convenció: “Mi marido me dijo
que no quería perderme, que no quería a ninguna otra mujer, ni ninguna otra
vida”.
“Es con gran tristeza que anunciamos el
fallecimiento de Tina Turner", decía el comunicado en la página oficial de
Instagram de la ocho veces ganadora del Grammy. En tanto que la secretaria de
prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, manifestó que el gobierno de los
Estados Unidos lamentaba la pérdida de la cantante y dijo que su muerte es “una
noticia increíblemente triste”. Su amigo Mick Jagger, con el que llegó a cantar
“It’s Only Rock’n’ Roll” en vivo, expresó su tristeza a través de Twitter:
“Estoy tan triste por la muerte de mi maravillosa amiga Tina Turner. Ella era
verdaderamente una artista y cantante enormemente talentosa. Ella fue inspiradora,
cálida, divertida y generosa. Ella me ayudó tanto cuando era joven y nunca la
olvidaré”. Tina y Mick se conocieron en 1966, en calidad de telonera de The
Rolling Stones, y desde entonces ella dijo que siempre estuvo enamorada de él.
Su amor platónico. “Siempre recuerdo los tours que hice con ellos”, afirmó.
Desde su nacimiento en Brownsville
(Tennessee) en 1939, la vida de Tina Turner fue una oda a la superación, a
pesar del dolor. Debido a que la inestabilidad fue la constante en la relación
de sus padres, intentando desentenderse de ella en varias ocasiones, la artista
fue criada por su abuela materna. Hasta que se convirtió en una sensación de la
música. Pero, antes que mermar esa infancia turbulenta, lo que le estaba por
suceder no hizo otra cosa que recordarle que el mundo es también un lugar para
los sinsabores. Junto con su hermana Aillene comenzó a actuar a fines de los
años 50 en clubes de la ciudad de St. Louis. En esa época, vio por primera vez
en vivo a quien más tarde fue su compañero musical, su esposo y una de las
personas que más daño le hizo: Ike Turner. Se presentaba en el Manhattan Club,
ubicado en la zona este de St. Louis, junto a su banda Kings of the Rhythm. Y
ella quedó cautivada por él y por su performance.
En una actuación de Kings of the Rhythm, el
baterista Gene Washingtton improvisó un micrófono y se lo pasó a Aillene.
Frente a su rechazo, Tina lo tomó y cantó. Al poco tiempo, Ike la invitó a
sumarse a la banda. Mientras el músico le sugería algunas recomendaciones para su
voz, a lo que ella atendió, grabaron un primer single: “Box Top”, en 1958, aun
con el nombre de Little Ann. Dos años más tarde, Ike dejó la banda y le propuso
a Tina armar su propio proyecto musical: Ike & Tina. Publicaron “A Fool in
Love”, que en esa época fue considerado el mayor éxito de la música negra
estadounidense, entre el público blanco, desde “What’d I Say” (de Ray Charles).
Y en 1960, pusieron a circular el single “It's Gonna Work Out Fine”. Eso derivó
en la nominación a los premios Grammy, en la categoría “Mejor actuación de rock
and roll”. Tras este hit vino otro, “I Idolize You”, lo que allanó el
lanzamiento de su álbum debut The Soul of Ike & Tina Turner (1961).
“Teeny” la llamaban de chica en su familia,
por lo que a Ike le pareció que como nombre artístico podía funcionar. Y del
“Teeny” a “Tina” sólo hay un paso. Y también un golpe. Ella confesó que la
primera vez que él la maltrató tuvo que ver con la decisión de cómo se iba a
llamar a partir de ese momento. Antes de que se casaran en Tijuana, en 1962, la
cantante tuvo a Craig, fruto de otra relación: Ike le dio el apellido. Tuvo su
precio. La violencia entre ambos se agudizó cuando él se hizo adicto a la
cocaína. El polvo blanco se convirtió en su sostén emocional, y a ella eso la
volvió loca. Tanto que en 1969 tomó la decisión de suicidarse, luego de ingerir
varias pastillas de Valium. La desesperación de la cantante por romper el
vínculo fue tal que, durante la demanda de divorcio, asumió la responsabilidad
por los recitales que no hicieron. La gota que derramó el vaso sucedió en un
show en Dallas, y desde entonces la situación se tornó irreconciliable.
Aparte de hacerse cargo de su ausencia en
los recitales, la artista, en el divorcio con Ike, que se concretó en marzo de
1978, repartió su parte del estudio de grabación, los derechos editoriales y
bienes raíces. Sin embargo, retuvo los derechos de autor de las canciones que
había escrito (lo mismo sucedió con su auto Jaguar y sus joyas). De las
canciones del tándem, destacaron “Proud Mary”. Si bien el autor es John Fogerty
(justo por esa razón en Arhentina se leaconoce a través de Creedence Clearwater
Revival), esta versión tiene tanta identidad propia que desanimó a su creador.
A ese hit le secundaron otros del tamaño de “Nutbush City Limits”, “I Idolize
You”, “Tra La La La La” y “Sex Ida”. Si bien en la segunda parte de los setenta
salieron álbumes del binomio con algunas grabaciones olvidadas, en la década
siguiente los compilados dedicados a su obra estaban a la orden del día. Y vaya
que salieron varios.
A Tina Turner la solían llamar la “Reina
del rock and roll” o la “Reina negra del rock roll”. Y es que con Ike, quien
murió en diciembre de 2007, lo que encarnaba era más rock que el propio rock.
Semejante intensidad. La dupla apuntaba hacia el lado más oscuro y arrabalero
del soul, del blues y de ese funk bien rockeado. Posiblemente la respuesta esté
en ese rango vocal de contralto (similar al de Amy Winehouse o Lady Gaga). Su
identikit. matizado por esa voz ronca. Si hoy es una ídola mundial, no sólo se
lo debe a esa peluca de leona al acecho, sino a esa voz. No hay dudas. Rasgos
que legitimaron su mega himno “What’s Love Got to do With It”. A pesar de que
su primer álbum en solitario fue lanzado al mismo tiempo que hacía su carrera
con Ike, Tina Turns the Country On! (1974), al que le secundaron tres discos
más, lo que sucedió con Private Dancer (1984) no tiene parangón en la historia
de la cultura pop, rock, rap o cualquier otra que haya existido o exista. La
verdad es que fue único.
Al hombre de A&R de aquel momento del
sello de Capitol Records, John Carter, se le atribuye el relanzamiento de la
carrera de Tina Turner en la década de los ochenta. En 1983, a pesar de la
oposición en el sello discográfico por trabajar con ella, la contrató y dirigió
para su primer álbum para la discográfica, Private Dancer (el próximo 29 de
mayo se cumplirá 39 años del lanzamiento de este trabajo discográfico). Las
sesiones de grabación se llevaron a cabo en varios estudios en Inglaterra y
fueron supervisadas por cuatro equipos de producción diferentes. Se trata de
una desviación radical de la estética sonora que Turner había interpretado con
Ike Turner, en función de uptempos y baladas. El repertorio, en esta ocasión,
estuvo inspirado en el pop y el rock, al igual que en elementos de jazz y
R&B.
Mientras que “Private Dancer” fue compuesto
por Mark Knopfler (frontman del grupo Diret Straits), “What's Love Got to Do
with It” fue escrita por Graham Lyle y Terry Britten (el rapero estadounidense
Warren G lanzó una versión hip hop en 1996 y, en julio de 2020, el DJ y
productor noruego Kygo lanzó un remix de la canción). Al final, se convirtió en
el single más famoso del quinto álbum de Tina Turner. Lo que fue aprovechado
por ese video tan sedicioso. Más allá de que rondaba los 50 años de edad, era
la artista que lo entendía todo en la era de MTV. Ese trabajo le permitió
asimismo posicionarse rotundamente en la escena musical internacional, lo que
le vino muy bien: aun impulsada por ese éxito, en 1988 hizo efectiva su única
visita a la Argentina, para un show en el estadio de River Plate. Pero la
contundencia de aquel disco fue tal que opacó a sus siguientes producciones
discográficas, si es que algo nuevo tenían para decir. Aunque nada de esto
hubiera sucedido sin el apoyo de amigazos y amigazas de la contundencia de
David Bowie y Cher.
Su último álbum de estudio fue Twenty Four
Seven (1999). Y bien que lo hizo. Aunque su segundo amor lo encontró luego del
renacimiento. En 1985, conoció a Erwin Bach, en una fiesta de su sello
discográfico en Londres. Después de un año, Tina y Erwin comenzaron a salir y
permanecieron juntos desde entonces: nunca más se separaron. El 21 de julio de
2013, Erwin se casó con Tina. A partir de ese momento, Tina había decidido
reencontrarse con su pasado, desde un hogar parecido a un castillo de cuentos
de hadas que a ella le fue esquivo. Lo hizo con la música, y luego con los
libros y hasta con la película What’s Love Got to do With It. “No
necesariamente quiero ser una persona fuerte'”, dijo en una de sus últimas
entrevistas, cuando ya había sido introducida en el Salón de la Fama del Rock
como solista en 2021 y con Ike en 1991. Ya era tarde: había influido a muchas
generaciones de músicos y músicas.
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