RELIGION | Un excapellán militar criticó la designación del nuevo arzobispo de Buenos Aires porque es "kirchnerista", "amigo de las Abuelas" y apoya "el LGBT y toda esa porquería"
El audio viralizado lo obligó a retractarse. El excapellán se queja de la designación del obispo García Cuerva que fue cura villero y dice que lamenta que sea "recontrafrancisquista". Hace apenas tres años presidió una conmemoración por el último alzamiento carapintada. Su historia. Y el repudio de los organismos de derechos humanos.
La elección del
Papa Francisco de un obispo que fue cura villero como nuevo arzobispo de Buenos
Aires no cayó bien en algunos sectores de la Iglesia. Era esperable: no se
puede conformar a todo el mundo. Más sorpresa causa escuchar los dichos del
excapellán militar Rodrigo Vázquez que, en un audio de whatsapp que envió a un
grupo de camaradas, se lamentó de que el elegido de Francisco, Jorge Ignacio
García Cuerva, sea “peronista”, “kirchnerista, recontrafrancisquista”, y encima
“gay”. El excapellán le atribuyó además al nuevo arzobispo de Buenos Aires
apoyar “al LGBT ” y al “terrorismo”, y se encomendó al Señor y su providencia
por el futuro de la Iglesia. Horas más tarde -por supuesto que el audio se
viralizó-, Vázquez tuvo que salir a pedir disculpas.
El autor de la
diatriba es sacerdote de la diócesis de San Nicolás, que se extiende desde la
localidad de San Pedro a la ciudad de Rosario. Se sabe de él que cursó unos
años de seminario de la Diócesis de San Isidro, pero que de ahí lo echaron y se
fue al Seminario Castrense, donde lo ordenaron como sacerdote. Fue capellán
militar. Su subjetividad se referencia sin dudas en el obispado castrense, el
brazo de la Iglesia que tiene como función asistir al personal católico de las
fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad.
De hecho, el
mensaje de audio está dirigido a sus “camaradas”. Los dichos de Vázquez fueron
repudiados por referentes de los organismos y figuras de la lucha por los
derechos humanos (ver aparte). "Forman parte de un discurso de odio que
puede provocar reacciones más violentas, y por eso hay que denunciarlos",
señalaron.
Los motivos del
odio
“Muy buenos días a todos, queridísimos amigos,
camaradas de este grupo tan distinguido. No soy de escribir ni hablar mucho,
pero participo asiduamente de este grupo, escuchando y rezando por las
intenciones de cada uno de ustedes, la Santa Misa y el Santo Rosario”, comienza
por decir Vázquez en el mensaje. Luego habla de la designación de García Cuerva
como arzobispo de Buenos Aires.
He aquí sus
argumentos: le atribuye ser “una persona gay, que apoya el LGTB, toda esa
porquería”; agrega que “además apoya el terrorismo, es kirchnerista, peronista
y es recontrafrancisquista”. Apunta que “es antimilitar por supuesto, amigo de
las Abuelas de Plaza de Mayo, por supuesto que sí”. Concluye que se trata
de “lo peor que puede haber sucedido así
que a rezar mucho y pedirle al Señor que con su providencia nos acompañe. Que
viva Cristo Rey, viva María Reina y el glorioso Patriarca San José”. El caso es
similar al del obispo Antonio Baseotto cuando, en el debate público sobre el
aborto, pidió "que le cuelguen una piedra a Gines González García y lo
tiren al mar".
José Ignacio
García Cuerva, el objeto del odio, fue designado por el Papa como arzobispo de
Buenos Aires para reemplazar a Mario Poli, que se retiró tras cumplir 75 años.
García Cuerva, veinte años menor, tiene un perfil vinculado al trabajo con los
pobres. Se ordenó como sacerdote en 1997 y su primer destino fue la villa de La
Cava, en San Isidro. Luego participó de la Pastoral Carcelaria; también fue
capellán de varios centros penitenciarios de la provincia de Buenos Aires. De
ese recorrido le quedó la identificación de cura villero, que más tarde pasó a
ser de obispo villero. El Papa acaba de instalarlo en la diócesis más visible
del país, en la principal vidriera de la Iglesia en Argentina.
Excapellán
militar
En el ministerio
de Defensa -de quien dependen los capellanes militares- aseguraron que Rodrigo
Vázquez dejó de ser capellán militar hace mucho, por lo menos veinte años, y
estiman que el grupo de “camaradas” al que le manda el audio es más
eclesiástico que militar, es decir, que su círculo es de curas y no tanto
castrense. Como sea, Rodrigo Vázquez sigue operando y le habla a un sector de
la Iglesia -de las fuerzas armadas y de la sociedad- en el que la anacrónica
defensa de los valores de la dictadura se reactualiza con nuevas ropas.
En 2020 -hace
apenas tres años- Rodrigo Vázquez ofició en un acto de conmemoración por el
último alzamiento carapintada, del que se cumplían 30 años. Ante un grupo de
militares y sus familiares, el sacerdote advirtió que existe “un plan
organizado” para instaurar “un nuevo orden mundial subversivo al orden natural
dado por Dios”. Es una herramienta para
este plan -aseguró- “la perspectiva de género, que niega que el sexo es algo
impuesto por la naturaleza”. Los estrategas de este programa
"satánico", agregó, maquillan su ataque “con un manto de solidaridad,
de lucha por los derechos humanos, cuando en realidad lo que intentan es
aniquilar a las personas y hasta impedir que nazcan”.
En diciembre
pasado, en un mensaje trasmitido en un sitio web de la ultraderecha católica,
Vázquez volvió a la carga y denunció que "Satanás ha aumentado su poder,
lo vemos en la defensa que se hace del aborto y en la promoción agresiva del
transgénero y la identidad de género como una verdad no negociable, que
parecería que no se puede rechazar, que todos deberíamos aceptar si deseamos
participar de la sociedad, terrible ataque demoníaco". Puso este avance en
el marco de "la tiranía del gobierno".
No se sabe quién
llamó al orden al excapellán por su ataque a García Cuerva. Lo concreto es que
horas después del primer mensaje, el sacerdote difundió un segundo audio con un
pedido de disculpas. El tono fue de contrición: un "queridos
hermanos" reemplazó al "camaradas" y en cuanto al contenido,
Vázquez aseguró que todos sus dichos habían sido "solamente un comentario
sin sentido".
El obispado de
San Nicolás no emitió hasta ahora ninguna declaración. Su titular, Hugo
Norberto Santiago, fue noticia en 2021 por una orden judicial de restricción
para que "cese los actos de perturbación" y "violencia
psicológica" contra una denunciante de abuso eclesiástico. La víctima
protegida por esta medida fue una de las denunciantes de otro sacerdote de la
diócesis, investigado por cinco casos de abuso infantil. Las familias de los
niños que denunciaron abusos aseguran que el prelado realizó durante años
acciones de encubrimiento, de presión judicial y ataque a las víctimas para
encubrir los abusos.
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