Los jueces Alejandro Slokar y Angela Ledesma anularon el caso de Bonadio que podría afectar la causa "cuadernos". Apartaron a los camaristas Bruglia, Bertuzzi y Llorens.
Una decisión de la mayoría de la
Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal hace caer otra causa contra
Cristina Fernández de Kirchner y podría proyectar efectos en el caso de los
"cuadernos". Los jueces Alejandro Slokar y Angela Ledesma declararon
la nulidad de todo lo que hizo el fallecido juez Claudio Bonadio en un
expediente sobre el supuesto uso del avión presidencial para trasladar muebles
a El Calafate y, a la vez, decidieron apartar a los camaristas Leopoldo
Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens. Ese trío había insistido el año
pasado en procesar a la vicepresidenta pese a los señalamientos de sus
superiores e incluso Llorens, en minoría, había pedido su desafuero y
detención. La lógica es que ahora el juez de primera instancia, Sebastián
Casanello, considere el asunto por terminado y dicte el sobreseimiento.
La gran Bonadio
Uno de los métodos que utilizaba
Bonadio para ejercer persecución política con el poder de su juzgado era lo que
en la jerga jurídica se llama "extraer testimonios" (es decir, hacer
una denuncia) en base a algún supuesto hallazgo en alguna causa que tuviera en
trámite y quedarse él mismo la nueva investigación.
Así se inició, por ejemplo, el
famoso caso de los cuadernos: en un expediente donde se investigaban presuntos
sobreprecios en la compra de Gas Natural Licuado y en el contexto de un
incidente donde se discutía el embargo a Roberto Baratta --exsecretario de
coordinación del ministerio de Planificación en tiempos de Julio De Vido--
apareció para declarar una expareja de su chofer, Oscar Centeno, a quien le
atribuyó el traslado de bolsos con millones de pesos de supuestos sobornos. Con
eso el juez abrió un nuevo expediente y se autodesignó a cargo, con el mismo
fiscal, Carlos Stornelli.
Justo dentro de ese caso de los
cuadernos, surgió la historia del uso del avión oficial, declararon pilotos y
Bonadío extrajo testimonios. Otra vez se quedó él mismo con la causa. Así dijo
que entre 2003 y 2015 había existido un uso irregular del avión oficial, con el
envío de diarios y muebles al sur. A CFK le atribuyó el delito de peculado.
La imparcialidad
irremediablemente comprometida
El voto del camarista Slokar, con
adhesión de Ledesma, volvió sobre algo que ya le habían indicado a la Cámara
Federal: "No puede omitirse que el incumplimiento de apartarse por parte
del juez denunciante –luego ocurrido por vía de recusación-- vio comprometer
irremediablemente el deber de imparcialidad, condición indispensable para
asegurar un proceso debido, a la par que atributo esencial de la función a fin
de procurar la confianza ciudadana en el Poder Judicial. En definitiva, es en
virtud del quebrantamiento a una garantía básica que afecta al orden justo, que
debe fulminarse con la sanción de nulidad todo lo actuado por el juez
denunciante y a la vez instructor en la causa".
La jueza especificó:
"constituye un presupuesto del tribunal imparcial la prohibición de que
forme parte de él 'quien haya intervenido, de cualquier modo, o en otra función
o en otra instancia de la misma causa'". Guillermo Yacobucci no se
pronunció sobre la cuestión de fondo y dijo que el recurso "no se dirige
contra una sentencia definitiva".
El fallo hace lugar a la nulidad
que había planteado la defensa de CFK y, con el criterio de la nulidad de lo
que se hizo, las defensas del caso de los cuadernos, que está ahora en el
Tribunal Oral Federal 7 (TOF7) bien podrían
postular algo similar. Ese caso ya viene jaqueado desde varios ángulos:
una es la causa que lleva adelante el juez Marcelo Martínez de Giorgi,
impulsada por uno de los empresarios implicados, Armando Loson, quien sostienen
que los cuadernos de Centeno están manipulados.
En lo que a él atañe, un peritaje
privado detectó 1600 tachaduras y enmiendas. Esas maniobras sobre el texto fueron
confirmadas por un peritaje oficial que, además, detectó caligrafía de otra
persona, que podría ser Jorge Bacigalupo, el policía retirado amigo del chofer
que le entregó los cuadernos al periodista de La Nación, quien llevó copias a
Stornelli.
La "sala M" (de Macri)
cuestionada
CFK fue indagada por el asunto de
los vuelos el 25 de febrero de 2019, día en que Néstor Kirchner hubiera
cumplido años. El interrogatorio fue parte de una tanda de ocho indagatorias
juntas que había dispuesto Bonadio. El juez había sido apartado de este caso
por "pérdida de neutralidad" por Casación en diciembre de aquel mismo
año. En esa ocasión, el reclamo lo había hecho el actual senador y exsecretario
presidencial Oscar Parrilli, quien al igual que la vicepresidenta había sido
procesado. Poco antes la Sala I de la Cámara Federal había confirmado el
procesamiento de Fernández de Kirchner mientras que desprocesó a Parrilli.
La defensa de la vicepresidenta
regresó a la Cámara de Casación, que en mayo del año pasado anuló la resolución
que confirmaba su procesamiento --al revés de lo que opinaba el fiscal Raúl
Pleé-- otra vez por la falta de imparcialidad y porque era notorio que Bonadio
había actuado de manera diferente en otros casos (por ejemplo, se había
excusado cuando el investigado era su par Luis Rodríguez).
Por eso la causa volvió a la
Cámara Federal, que tenía que debía volver a pronunciarse en la línea planteada
por sus superiores. Ahí fue cuando, a contramano, Bruglia, Bertuzzi y Llorens
se rebelaron y reafirmaron el procesamiento en septiembre del año pasado.
Los dos primeros son los jueces
designados a dedo en ese cargo por Mauricio Macri, por el cuestionado (hasta
por la Corte Suprema) mecanismo de "traslado". Estaban en tribunales
orales y el expresidente los mudó a la Cámara de Comodoro Py, para lo que no
habían concursado. Llorens, el camarista arquero de la Liverpool, el equipo que
jugaba en la quinta Los Abrojos de Macri, dobló la apuesta en aquella
resolución y también pidió el juicio político y la detención de CFK.
La vicepresidenta volvió a
Casación y pidió la nulidad de aquella decisión. Slokar y Ledesma le dieron la
razón. Además decidieron apartar al trío de camaristas que había insistido en
validar la acusación pese a la advertencia de sus superiores, en una forma
cuanto menos de prejuzgamiento. Respecto de Llorens, avalaron, como sostuvo la
defensa de la vicepresidenta, que había pedido la detención sin ninguna
atribución legal ya que solo estaba habilitado para revisar nulidades y opinar
sobre el procesamiento y el embargo establecido.
Ahora deberá resolver el destino
de la causa el juez Casanello, el mismo que sobreseyó a CFK la semana pasada
por el caso "la ruta del dinero", sostenido durante diez años por el
mismo fiscal que finalmente pidió cerrarlo, Guillermo Marijuán, por los
esfuerzos de la Cámara Federal y de organismos del gobierno de Macri utilizados
para perseguir.
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