Un repaso a la historia de Mandiyú en su época den el profesionalismo

 El "albo" sigue siendo la entidad de mayor popularidad en la provincia. El presente lo encuentra lejos de su tiempo dorado en la elite del fútbol de la AFA. Pablo Suárez repasó sus años en el club en su faceta de futbolista, primero, y técnico después, con un medio de Córdoba.


Hay equipos que perduran para siempre en el imaginario popular de los hinchas. Podrán pasar días, semanas, años, décadas y cuando se escucha el nombre de aquel club los recuerdos brotan por sí solos.
Este equipo quedó en la historia, tanto que si mencionamos a la provincia de Corrientes lo primero que se nos viene a la mente no es Huracán Corrientes, ni Boca Unidos, nos acordamos permanentemente de Deportivo Mandiyú.
Mandiyú, en guaraní, significa algodón. Y no es un nombre caprichoso. El 14 de diciembre de 1952, Eduardo Seferián, en esa época propietario de la algodonera Tipoití, una de las empresas textiles más grandes de Sudamérica, fundó la Empresa Deportiva Tipoití pero al no aceptarse nombres con firmas comerciales, el nuevo club fue bautizado como Deportivo Mandiyú.
Jugó en primera A, torneos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino (Afa), siete años, entre 1988 año en el que empató con Quilmes en Buenos Aires para ascender y el 26 de junio de 1995, fecha del último partido oficial de Mandiyú en Primera y en AFA cuando cayó ante Platense 4 a 2.
Fue el club del noreste con más tiempo en la categoría de elite, con resultados resonantes y hasta el debut como entrenador de Diego Maradona. Domingo 9 de octubre de 1994, en dupla con Carlos Fren, Maradona -quien no podía sentarse en el banco de suplentes por no tener el título- arrancaba su corta pero no menos intensa carrera de entrenador.
Cómo olvidar que en su paso por Primera, hubo nombres destacados que vistieron esa camiseta como Adolfino Cañete, Julio Olarticoechea, Pedro Barrios, José "Pepe" Basualdo, Félix Torres, Sergio Goycochea, Rubén Cousillas, Carlos Tapia, Horacio Attadía, José Blanchart y Guido Alvarenga entre muchos otros, destaca la nota de Cadena 3.
Fue desde su incursión en AFA el equipo de los uruguayos y paraguayos, ya que al no haber límites para el cupo de extranjeros jugaban todos y entre los pocos argentinos hubo siempre un correntino que es la leyenda viviente de Mandiyú: Pablo Sixto Suárez.
"Si los responsables son Roberto Cruz, que Seferián lo vende el club. Vino Pedro González y muchos nos fuimos. También vino Maradona pero hubo un problema institucional, no pagaban a los jugadores y ahí también desapareció Mandiyú", dice Suárez.
Lo que cuenta Suárez -gloria y leyenda de ese club- no es precisamente un cuento. Mandiyú estuvo inactivo entre 1995 y 2010.
En 1993, Seferián, su fundador lo vendió y el club cayó en manos del entonces diputado menemista Roberto Cruz, quien adquirió la institución en dos millones de dólares. El proyecto con Maradona y Goycochea fracasó rápidamente. Descendido al Nacional B 95/96, no pudo ocupar su plaza por una monstruosa deuda (lo reemplazó Huracán Corrientes), fue desafiliado y desapareció, así, literalmente.
"Roberto Cruz fue lo peor que pasó por acá porque hizo un desastre para que descendiera y desapareciera. Maradona también fue usado por Cruz porque no le pagaban un peso", agregó Suárez.
Un grupo de hinchas fundó, en 1998, a Textil Mandiyú para no perder el arraigo popular del club con mayor cantidad de hinchas en Corrientes. Sin embargo, las malas campañas no permitieron darle impulso a Textil, por celos, peleas, recuerdos, el nombre y las diferencias entre los propios dirigentes. Así, una parte de aquella comisión directiva encabezada por Bruno Carlino, decidió darle impulso a la vuelta de Deportivo Mandiyú, el original y 15 años después, resurgió.
En 2012 ante la disputa del mencionado Carlino, titular de Deportivo; y Jorge Abib, presidente de Textil por la marca; apareció Cruz en escena ratificando que el club era de su propiedad, que nadie se lo pidió y que lo dejó sin deudas. Es decir, todos se atribuían la representatividad del "Albo".
Todo se hizo más confuso cuando Deportivo y Textil comenzaron a enfrentarse en la cancha, primero en la Liga correntina y después jugando el clásico por Copa Argentina. Las diferencias eran tan grandes, que el Deportivo se despegó de Textil en un tuit cuando éste último quiso formar un equipo competitivo con "Cachín" Blanco, Matías Villavicencio, Rodrigo Mannara y Marcos Argüello; y todo terminó en la nada y denuncias de apriete al presidente. "Utilizan nuestro nombre para fines espurios", escribió la cuenta del "Albo" original.
Si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera. El 24 de junio de 2016, ambos se fusionaron en el Club Deportivo Mandiyú y el técnico elegido no fue otro que Pablo Sixto Suárez, quien en 1988 subió al plantel superior desde las inferiores, a la vez que trabajaba en la fábrica Tipoití y además, es el segundo jugador con más presencias en el historial del "albo" en primera: 144 partidos, contra 227 de Pedro Barrios.
Fusionado, el club participó del Torneo Federal B y en otra historia de ensueño, con Suárez en el banco de suplentes, Mandiyú venció a Ben Hur de Rafaela 1 a 0 y logró el ascenso al Federal A. El logro cobra más valor cuando se explica, que esa temporada, disputó el torneo con el presupuesto más bajo entre los 61 equipos del extinto Federal B.
"Cuando se fusionaron, jugamos el Argentino B con jugadores locales y se logró el ascenso, pero en el club no teníamos para mantener la categoría, pero no se pudo", recordó.


(El Libertador)