EFEMERIDE | Eduardo Galeano: Los hijos de los días

 Mayo 4

 Mientras dure la noche 

En 1937 murió, a los veintiséis años, Noel Rosa. Este músico de la noche de Río de Janeiro, que en vida conoció la playa sólo por fotos, escribió y cantó sambas en los bares de la ciudad que los canta todavía. En uno de esos bares un amigo lo encontró, a la nocturna hora de las diez de la mañana. Noel tarareaba una canción recién parida. En la mesa había dos botellas. Una de cerveza y otra de aguardiente de caña. El amigo sabía que la tuberculosis lo estaba matando. Noel le adivinó la preocupación en la cara, y se sintió obligado a dictarle una lección sobre las propiedades nutritivas de la cerveza. Señalando la botella, sentenció: —Esto alimenta más que un plato de buena comida. El amigo, no muy convencido, apuntó a la botella de caña: —¿Y esto? Y Noel explicó: —Es que no tiene gracia comer sin alguna cosita que acompañe.