En la Primaria “Isabel Vera” se rompió el termómetro y por ello no hubo actividades áulicas el lunes pasado, y ayer asistió solo un curso. Educación subsanó el problema entregando un nuevo artefacto.
El protocolo nacional que se elaboró para dictar clases presenciales de forma segura establece una serie de pautas que deben cumplir tanto las personas de forma particular, como las instituciones. Una de ellas es la toma de temperatura corporal de quienes ingresan al establecimiento, para lo cual las autoridades deben valerse de un termómetro, el cual en algunos casos fue otorgado por el Ministerio de Educación, y en otros, lo hizo la institución escolar con fondos propios.
En la Escuela Primaria N° 7 contaban con un solo artefacto para medir la temperatura, el cual tuvo una avería el lunes pasado. Al no contar con un repuesto, la directora de la institución, Lina Lezcano, determinó la suspensión de las actividades áulicas durante ese día, hasta esperar que desde la cartera educativa se distribuya otro termómetro. Esto fue notificado a tutoras y tutores mediante un comunicado en el que se advertía que ya no se iba a “poder garantizar la seguridad de docentes ni alumnos”.
“Nunca se dejó de dar clases, porque las virtuales siguieron dictándose”, aclaró Lezcano a El Litoral; e indicó que ayer “solo asistió de forma presencial el grupo de cuarto grado”, gracias a que “se pidió prestado un termómetro para que puedan entrar. ¿Debía dejar a los alumnos haciendo cola todo el día de ayer (lunes) y hoy (ayer) para medirles la temperatura y saber si podían entrar?”, preguntó de manera retórica.
En ese sentido, la directiva señaló que ayer recibieron termómetros de parte del Ministerio de Educación, por lo que retomarán las actividades áulicas de forma normal, siempre respetando los turnos de cada burbuja, de acuerdo con el cronograma establecido.
(Litoral)