El ministro de Desarrollo Social dijo que no habrá más incorporaciones a los planes sociales para priorizar el empleo genuino.
En medio de las tensiones internas dentro del Frente de Todos por el
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se abre un nuevo frente de
posible conflictividad en torno a la inversión social. El ministro de
Desarrollo Social, Juan Zabaleta, anunció que, en el marco de las políticas de
gobierno destinadas a avanzar en la generación de "empleo genuino",
su cartera "no va a dar más altas en planes sociales". Estas
declaraciones generaron un fuerte malestar en algunos movimientos sociales, que
temen que las metas de reducción del déficit fiscal incluidas en el
entendimiento con el Fondo terminen repercutiendo sobre los sectores más
vulnerables. "Nosotros estamos ahí al pie del cañón en un contexto de
mucha angustia, con un FMI manejando la economía, y genera mucha incertidumbre
que el ajuste racaiga sobre nuestras espaldas", sostuvo la secretaria
adjunta de la UTEP, Dina Sanchez, a Página/12. En el Gobierno nacional, sin
embargo, aseguran que "el gasto público no se achicará" y que, en
todo caso, hay que impulsar un proceso productivo que incluya a las
organizaciones.
"No va a haber más altas de planes sociales, tampoco va a haber ajuste.
Al pedido de más alta de planes estamos respondiendo con la posibilidad de
aportar materiales y herramientas para generar trabajo. Está claro que vamos a
estar en donde cada argentino necesite la asistencia del Estado Nacional",
sostuvo Juan Zabaleta, uno de los funcionarios más cercanos al presidente, en
diálogo con Radio Mitre. Sus declaraciones se produjeron en el marco de la
movilización al Ministerio de Desarrollo Social organizada por los movimientos
que integran la Unidad Piquetera el martes pasado. Consultado al respecto, si
bien insistió en que se le pondría un freno a las altas de los planes sociales,
el ex intendente de Hurlingham fue categórico: "La lógica del acuerdo con
el Fondo Monetario Internacional no va a tocar un solo programa del Ministerio,
todo lo contrario, los vamos a seguir manteniendo".
"Nosotros pretendemos darle centralidad a lo que es el trabajo y ahí
se genera alguna tensión", explicó Zabaleta respecto a los conflictos con
las organizaciones que habían marchado, y profundizó: "Planteamos que a
cada unidad de gestión, a cada cooperativa que tienen las organizaciones
sociales, que tienen las iglesias y entes gubernamentales, aportemos materiales
y herramientas. Estamos vinculando el programa Potenciar Trabajo al empleo genuino".
Acto seguido, ante una nueva consulta del periodista, el ministro hizo la
declaración que terminó despertando las alarmas de muches referentes sociales:
"Nosotros no permitimos nunca extorsión, tampoco política de rehenes a
ningún beneficiario".
Las organizaciones sociales
"Plantear que una movilización es una extorsión parece dicho por
Carolina Stanley. No es un muy buen augurio que nos ponga en ese lugar",
sostuvo la coordinadora nacional de Barrios de Pie - Libres del Sur, Silvia
Saravia, comparándolo con la exministra de Desarrollo del macrismo. "Él
plantea que no va a haber más aperturas del Potenciar Trabajo en función de que
desde el Potenciar se van a incorporar a las personas a un empleo. Pero el
problema es que eso no viene sucediendo, es muy pequeña la cantidad de personas
que pudieron hacer ese proceso a pesar de las intenciones que hubo",
agregó, y señaló lo que muchas organizaciones de izquierda que marcharon en la
última semana vienen señalando: "Si bien en el discurso dicen otra cosa,
el ajuste ya está en marcha. Estas declaraciones de Zabaleta lo demuestran:
están afinando las cuentas y tratando de rescatar de donde pueden para hacerle
los deberes al Fondo", insistió.
"Nosotros no queremos pelearnos con nadie, pero hace tiempo venimos
pidiendo que se entienda que el Potenciar Trabajo no es un plan, es un programa
de fortalecimiento de la economía popular. Hablar de planes y no hablar de
trabajo es desmerecer todo el trabajo que hace la economía popular hace más de
20 años", protestó, por su parte Dina Sánchez, quien retrotrajo la
discusión al debate que se dio luego de las elecciones del año pasado cuando el
gobierno machaba con la idea de "hay que reemplazar los planes sociales
por trabajo genuino". En el contexto del inminente acuerdo con el FMI, la
secretaria adjunta de la UTEP (que integra también el dirigente Juan Grabois)
se mostró preocupada por que el costo de la deuda "termine recayendo sobre
nuestras espaldas, como siempre pasa".
"No me parece justo. Estamos pasando por una situación muy complicada,
hay mucho nivel de incertidumbre en el sector. Hoy se está hablando de la deuda
y el pago al FMI, pero también hay una larga deuda interna que se viene
arrastrando hace muchos años, desde el gobierno de Macri y los dos años de
pandemia. Porque esta es una deuda que encima van a pagar nuestros hijos,
nuestros nietos, que no la pidieron y no la sacaron. Es injusto poner en el
centro lo de los planes sociales", resaltó Sanchez, quien convocó al
Gobierno nacional a implementar políticas de fortalecimiento de la economía
popular, así como también el salario universal complementario.
"Si el ministro dijo eso debe ser porque tiene otros programas
preparados, porque él conoce más que nadie de la necesidad y la emergencia que
hay hoy. Si no es así, me parece que se equivocó", matizó el diputado
nacional del FdT y referente de la Corriente Clasista y Combativa, Juan Carlos
Alderete. Alderete, al igual que una treintena de diputados del oficialismo,
anticipa que no acompañará con su voto en el Congreso la aprobación del acuerdo
con el Fondo e insiste en que "no hay que aceptar ningún ajuste que exige
el FMI". "La gente tiene cada vez más necesidades. Muchas veces el
que cobra el programa social busca trabajo y todos sabemos la situación laboral
que hay en este momento. Es cierto que hay un crecimiento económico, pero ese
crecimiento todavía no le ha llegado a la mayoría de los que están mal",
analizó.
"Zabaleta se une a Carolina Stanley con una misma frase: se siente
extorsionado frente a trabajadores manifestándose frente a su ministerio. La
extorsión la están haciendo los monopolios, el FMI, no los trabajadores que
reclaman. El reclamo es válido y tiene que ver con que hay muchas necesidades
básicas insatisfechas. Pero lo que pasa es que estamos en el marco de un
acuerdo con el FMI y los ministerios están todos haciendo cuentas para ajustar
y Desarrollo Social no es una excepción", indicó el incendiario dirigente
del Polo Obrero, Eduardo Belliboni.
La respuesta del gobierno
Mientras en Casa Rosada predominaba la cautela luego de las declaraciones
de "Juanchi" Zabaleta, uno de los pocos funcionarios que salió a
respaldar al ministro fue el dirigente del Movimiento Evita y Secretario de
Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Fernando "Chino"
Navarro. "Nosotros hace un año y medio que venimos discutiendo en el seno
de nuestro gobierno que no podemos dar planes indiscriminadamente. Entendíamos
que la pandemia obstaculizaba la posibilidad de realizar obra pública pero la
solución no es tampoco repartir planes y que la inversión social aumente
mientras la pobreza también aumenta", explicó Navarro, quien destacó que
había que "encontrar la forma de ver cómo encabezamos un proceso
productivo gradual en donde el Estado juega un rol muy importante pero en el
que también hay que darle juego a las organizaciones".
Respecto a la posibilidad de un ajuste, el dirigente fue tajante: "La
Argentina esta ajustada ya, nosotros como gobierno somos bomberos. Estamos
apagando incendios constantemente. El acuerdo no es bueno, pero es lo que
podemos hacer para dar certeza para que el crecimiento de la economía sea más
equitativo".