CALIDAD DE VIDA | Los vecinos de La Tosquera reclaman más servicios de salud y agua potable

Los habitantes aseguraron que la llamada “parte baja” se encuentra a kilómetros de la Sala de Atención Primaria que pertenece al barrio Río Paraná. 


Los vecinos del barrio La Tosquera reclaman a la Municipalidad mayores servicios de salud para la zona y aseguran que la parte baja, que se encuentra a kilómetros de la única Sala de Atención Primaria (Saps), sufre las consecuencias por la distancia que deben recorrer.

Piden que se cree una sala de atención primaria más porque, según indicaron, una sola no da abasto. “Nosotros en la parte baja jamás tuvimos salita, siempre dependimos de la parte del barrio Río Paraná y nos queda bastante lejos. En mi caso me queda a 10 cuadras, pero hay vecinos que viven mucho más lejos y tardan 40 minutos en llegar”, aseguró Estefanía, vecina de La Tosquera.

“Tenemos muchos niños que se enferman y nos socorremos entre nosotros. Ayer (por el lunes) sucedió que uno de mis sobrinos que tiene asma se descompensó y una de mis vecinas lo llevó en moto hasta la sala, por si había algún policía que lo pueda llevar hasta la emergencia del Hospital Pediátrico, porque no estaba bien. Y así tenemos varios casos”, contó a El Litoral.

La Saps más cercana para los vecinos se encuentra en el barrio Río Paraná, pegado a la Comisaría 15, en la entrada a lo que sería La Tosquera. Ante las graves emergencias, la Policía suele auxiliar a los vecinos para los traslados hacia algún centro médico más complejo.

Por su parte, Julio Maciel, del Foro de Organizaciones Vecinales aseguró a El Litoral que realizarán un pedido concreto al Municipio de Corrientes para solicitar ginecólogos y médicos de guardia y un laboratorio, debido a que es una carencia que tiene la Saps del barrio.

Agua potable

Los vecinos indicaron que a principios de este año y el anterior vivieron los momentos más críticos porque llegaron a estar 20 días sin agua y dependían del río y de las donaciones que hacía la gente.

No es la primera vez que en la zona surgen inconvenientes de esta índole. Hace varios años que se le proveía agua potable a través de los Bomberos o alguna institución pública que se encargaba de hacerlo. Ahora, la parte alta del barrio tiene una red de agua potable que llega de Santa Catalina, mientras que la parte baja no cuenta con la misma suerte y por eso, desde una organización, se instalan bombas de agua. 

“Hay más de 4.000 personas del barrio que todavía jamás fueron escuchados y sufren serias necesidades. La falta del agua, que es algo fundamental, todavía es insuficiente y no tenemos respuestas. Los camiones de agua que nos traían ya no lo hacen más”, aseguró Estefanía.

“El año pasado consumimos el agua del río y producto de eso tuvimos enfermos con diarrea, vómitos y fiebre. Los hospitales no nos querían atender porque estábamos en pandemia y no teníamos los hisopados ni testeos covid. Tenemos niños y abuelos que son los que más sufrieron la situación”, resaltó la vecina.

En ese sentido, Julio Maciel explicó que la organización Techo se encuentra colocando bombas de agua en la llamada “parte baja”, cerca del río, donde viven ladrilleros, pescadores y carreros entre otros.

“Nosotros, con el agua esperamos que no pase lo que sucedió a principios de año, que no existía una red de agua potable. El problema estará dónde funciona la bomba, porque el agua se utiliza mucho para dársela a los animales que tienen y con los calores es una cuestión alarmante”, dijo.



(Litoral)