Los diputados a los que se ordenó tomar juramento son Rodolfo Tailhade y Vanesa Siley, del Frente de Todos; Alvaro González, del PRO, y Roxana Reyes, de la UCR.
La Corte Suprema
quiere demostrar que mueve a su antojo los hilos del Consejo de la
Magistratura, el organismo que elige y sanciona a los jueces, sin importar qué
deciden los otros poderes del Estado. Mientras siguen sin definir si una banca
del Senado le corresponde a Luis Juez (PRO) o a Martín Doñate, los cortesanos
Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz quieren tomarles
juramento a cuatro diputados cuyo nombramiento había retirado la presidenta de
la Cámara Baja, Cecilia Moreau.
"El Poder
Judicial en Argentina está condicionando al resto de los poderes. Tiene una
voracidad por desactivar el Consejo de la Magistratura", sostuvo Juan
Martín Mena, secretario de Justicia después de conocerse una acordada del
máximo tribunal que dispone tomarles juramento a los diputados Vanesa Siley y
Rodolfo Tailhade –del Frente de Todos–, Álvaro González –del PRO– y Roxana
Reyes –de la Unión Cívica Radical (UCR).
La Corte
consideró válida la resolución parlamentaria que designó a esos legisladores
propuestos por los respectivos bloques y elevados oportunamente al Consejo para
que les tomara juramento Rosatti. Lo curioso es que, a fines de mes, Cecilia
Moreau había notificado a la Corte que la resolución quedaba sin efecto tras
conocerse un fallo del juez Martín Cormick que había anulado la designación de
Reyes como consejera dispuesta en abril de 2022 y ahora postulada para la
reelección en la Magistratura.
"Este
Tribunal tiene el deber constitucional de adoptar las medidas apropiadas para
evitar la eventual paralización del Consejo de la Magistratura y, en ese
sentido, debe propender a la integración y funcionamiento del órgano de
conformidad con la Constitución Nacional en el menor tiempo posible y
garantizando la seguridad jurídica", contestó la Corte.
"Asimismo
-dijo-, los distintos estamentos que conforman el Consejo de la Magistratura
tienen el deber constitucional y legal de designar a sus respectivos
representantes, y la demora o el incumplimiento de ese deber no pueden
retrasar, frustrar o paralizar el funcionamiento de dicho órgano
constitucional", dice en la acordada que rubricó el trío compuesto por Rosatti,
Maqueda y Rosenkrantz. Ricardo Lorenzetti no firmó porque no está de acuerdo
con la resurrección de una ley derogada que hicieron en diciembre del año
pasado sus colegas como forma de habilitar a Rosatti a ocupar no solo la
presidencia de la Corte sino también la presidencia del Consejo.
La Corte aún no
informó cuándo sería la jura. Aún resta que el tribunal se expida ante el per
saltum que presentó Juez en su búsqueda por quedarse con el asiento que se
disputa con Doñate. El mes pasado, la Corte le había dado la razón al decir que
fue un "ardid" la división del bloque del Frente de Todos que se
produjo en abril pasado. Juez, que ya sufrió el rechazo del amparo que había
presentado, confía que la Corte le volverá a dar la razón. En el Consejo, todo
apunta hacia la parálisis.
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