CRIMEN Y JUSTICIA | Juicio por el crimen de Báez Sosa: se espera la declaración de policías y peritos que participaron del allanamiento y la detención de los acusados

Entre los citados para la quinta audiencia, también están la dueña del chalet que alquilaron los rugbiers en Villa Gesell y la empleada de un hotel que los vio darse a la fuga después de la golpiza.


Este viernes será la última audiencia de la primera semana del juicio a los ocho acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. Según está previsto en el cronograma, una docena de testigos se presentarán a declarar desde las 9 ante el Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores.

Luego de las cuatro primeras audiencias, en las que brindaron declaración los padres de la víctima, Graciela Sosa y Silvino Báez, una docena de amigos de Fernando, los agentes afectados al Operativo Sol que estaban en los alrededores de Le Brique, los custodios del local bailable, el remero Pablo Ventura y su padre, testigos directos del ataque y la joven que le practicó maniobras de RCP a Fernando; este viernes se espera que declaren los agentes y peritos que participaron del allanamiento y la detención de los imputados.

Además, declarará Julia Semsey, la dueña del chalet que alquilaron los rugbiers en Villa Gesell, ubicado a solo 300 metros del lugar donde ocurrió el ataque; y Andrea Fabiana Ranno, la empleada del Hotel “Inti Huasi”, quien “avistó la fuga de los acusados y dio aviso a personal policial”.

En la requisitoria de elevación a juicio, Andrea Ranno brindó una precisa descripción de una persona “que pasó corriendo delante de otros”. Según la fiscal Verónica Zamboni, que instruyó el caso: “Las características físicas y de vestimentas brindadas respecto coincidían plenamente con Máximo Thomsen”.

Frente a la presidenta del TOC N°1, María Claudia Castro, y los jueces Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, también se sentarán varios policías y peritos que participaron del allanamiento y la detención de los acusados del crimen.

Entre ellos se destacan Heraldo Reboldo, técnico en Criminalística y levantamiento de rastros, que analizó la camisa de Fernando Báez Sosa; Nair Irurzun, presente en el primer allanamiento de la casa de los imputados; y Marcelo Díaz, quien hizo pericias lugar del ataque y la toma de medidas de los pies de los rugbiers.

Con base en esta última prueba fue que se confirmó que una de las marcas de la zapatilla que estaba sobre el rostro de Fernando, más precisamente en el maxilar inferior izquierdo, correspondía al calzado atribuido a Thomsen. Si bien se detectó una segunda impresión de un calzado, la misma era muy pequeña y sin suficiente información para ser atribuida en los análisis.

Aquel 18 de enero de 2020, la casa que alquilaron los rugbiers fue allanada dos veces. Primero a las 10 y, después, alrededor de las 17.30. En este último operativo, que duró más de cinco horas, la Policía Bonaerense incautó varias bolsas de ropa para encontrar las prendas que los agresores llevaban puestas durante la golpiza, según consta en los videos.

El allanamiento fue por orden de la fiscal Zamboni, aunque fue con permiso de la dueña del complejo, Julia Semsey. La funcionaria judicial pidió todas las zapatillas y ropa porque la primera vez solo se llevaron la ropa con sangre.

Como ocurrió durante las jornadas anteriores, los padres de Fernando presenciarán las declaraciones en la sala de audiencias del primer piso del Palacio de los Tribunales junto a su equipo de abogados, liderado por Fernando Burlando y Fabián Améndola.

Tras su llegada a la cárcel de Dolores, Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), fueron alojados en un pabellón exclusivo para ellos, alejados de otros detenidos, tal como sucede en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero, en La Plata.

Su rutina diaria, desde este lunes, no cambia: poco antes de las 8 son trasladados desde la Unidad N°6 al TOC N°1 —ubicado a diez cuadras de distancia— con un operativo de seguridad de rigor requerido por los jueces.

Al mediodía, en tanto, almuerzan en los tribunales, en dos celdas ubicadas dentro del palacio de la calle Belgrano 141. Durante el juicio, están rodeados de 13 agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense. Por primera vez desde que inició el juicio en su contra, este jueves, ingresaron a la sala de audiencias sin barbijo.





(Infobae)