EFEMERIDE | Eduardo Galeano: Los hijos de los dias

Enero

23

Madre civilizadora

En 1901, al día siguiente del último suspiro de la reina Victoria, comenzaron en Londres sus solemnes pompas fúnebres.

No fue fácil la organización. Merecía una gran muerte esa reina que había dado nombre a toda una época y había dado ejemplo de abnegación femenina vistiendo luto, durante cuarenta años, en memoria de su difunto marido.

Victoria, símbolo del imperio británico, dueña y señora del siglo diecinueve, había impuesto el opio en China y la vida virtuosa en su nación.

En el centro de su imperio, eran lectura obligada las obras que enseñaban a respetar las buenas maneras. El Libro de etiqueta, de lady Gough, publicado en 1863, desarrollaba algunos de los mandamientos sociales de la época: había que evitar, por ejemplo, la intolerable proximidad de los libros de autores con los libros de autoras en los estantes de las bibliotecas.

Los libros sólo podían juntarse si el autor y la autora estaban unidos en matrimonio, como era el caso de Robert y Elizabeth Barrett Browning.