Destacó los avances en su gobierno, defendió el juicio político a la Corte, fustigó la intromisión de la justicia en el Poder Legislativo, repudió el intento de magnicidio contra CFK y rechazó “su inhabilitación política".
El presidente
Alberto Fernández dio el cuarto y último discurso de su mandato en la apertura
de sesiones del Congreso. Lo hizo flanqueado, por primera vez en la historia,
por tres mujeres: la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner; la titular
de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, y la presidenta provisional del
Senado, Claudia Ledesma Abdala de Zamora. Durante más de dos horas, el
mandatario realizó un detallado repaso de su gestión; defendió su
"moderación", resaltó su propuesta por avanzar hacia una nueva utopía
al afirmar que "para nosotros gobernar es generar igualdad". Esus
casi dos horas de discurso el Presidente confrontó con dureza al Poder Judicial
y defendió el juicio político a la Corte frente a la cara inmóvil de los supremos
Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz; también confrontó con el gobierno de CABA
por la disputa en torno a los fondos coparticipables, ante el jefe de gobierno
porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Por último repudió el intento de magnicidio
de CFK y denunció que el Poder judicial buscó “su inhabilitación
política". Lo hizo sin mencionar el término "proscripción".
El jefe de
Estado no habló de su futuro político pero aprovechó la ocasión y lanzó un
mensaje en tono de campaña: "¿Alguien cree realmente qué tiene un futuro
mejor si se imponen políticas de ajuste, reducción de derechos y una mayor
concentración de ingresos? Esto ya se intentó y conocemos los resultados",
dijo y finalizó: "la moneda está en el aire. Es hora de ser artífices de
nuestro propio destino".
La jornada
arrancó temprano frente al Congreso. Unas pocas organizaciones marcharon para
acompañar al Presidente. Desde el Movimiento Evita, habían dicho que no lo
harían y después cambiaron de opinión. Las paredes de los alrededores del
palacio legislativo amanecieron empapeladas con afiches que tenían la cara del
Presidente y decían "Alberto 2023. Por todo lo que hicimos y por lo que
falta hacer", algunos de ellos, incluso, pegados arriba de carteles que
decían CFK 2023. Sin embargo, más allá de ese mensaje, en su discurso el
Presidente no hizo ninguna alusión directa a sus intenciones de ser reelecto y
eso, en principio, fue bien visto desde el kirchnerismo. Desde ese sector
estuvieron conformes con la mención que hizo a la proscripción de la
Vicepresidenta, aunque no lo dijo en esos términos. "Es lo correcto
legalmente y él es un profesor de derecho", justificaron desde su entorno
sobre el por qué de la palabra que utilizó.
El
"festival de gestos" de la vicepresidenta, que anticipaban los días
previos los medios de comunicación afines a la oposición, finalmente no
ocurrió. Cuando cerca de las 11.30 CFK recibió al Presidente en las escalinatas
del Congreso lo hizo con un saludo "normal", y en todo momento se la
vio sonriente. Cuando tomó la palabra, CFK hizo mención al momento histórico
que se vivió porque la Asamblea Legislativa por primera vez fue presidida por
tres mujeres.
En el recinto
estaban sentados ministros de todos los sectores del oficialismo, solo dos
miembros de la Corte Suprema de Justicia (Carlos Rosenkrantz y Horacio
Rosatti), los gobernadores Alberto Rodríguez Saá, de San Luis; Sergio Zillioto,
de La Pampa, Raúl Jalil, de Catamarca y Gustavo Bordet de Entre Ríos;
intendentes, sindicalistas, referentes de movimientos sociales y de derechos
humanos y además hubo un palco especial ocupado por personas de distintos
grupos sociales que fueron beneficiadas por políticas del gobierno como, por
ejemplo, la de Casa Propia, el Acompañar, el Potenciar Trabajo, entre otros.
También hubo un
excombatiente de Malvinas, una médica, una trabajadora de la construcción y
rectoras de universidades. El mandatario se aferró a ese recurso poco usual en
una apertura de sesión y a lo largo de su discurso los fue mencionando uno por
uno. "¡Gracias Cristina y Alberto! Gracias", gritó emocionada una de
ellas. "Esta es historia de personas de carne y hueso que gracias a
distintas políticas sus vidas han cambiado", dijo el mandatario. La
presencia de los beneficiados de los planes y obras del gobierno no es usual y
fue quizá lo más parecido a una escena de campaña electoral.
El único
legislador del FdT que no estuvo presente fue el diputado Máximo Kirchner, que
según trascendió tenía programada una visita a un centro de jubilados en La
Matanza.
Lo más destacado
del discurso, y lo que más irritó a la oposición, fue el tramo en el que
Fernández cuestionó al Poder Judicial. Los dos supremos confirmaron su
asistencia a última hora del martes. El clima está caldeado por el pedido de
juicio político que el Ejecutivo envió al Congreso y hasta último momento en
Casa Rosada pensaron que los jueces no irían. Una vez terminado el discurso, el
Presidente volvió a Balcarce 50 y almorzó en su despacho con la vocera,
Gabriela Cerruti; el secretario general de la presidencia, Julio Vitobello y
con el jefe y el vicejefe de gabinete, Agustín Rossi y Juan Manuel Olmos. Allí
evaluaron que el discurso fue "muy bueno" y sobre las críticas a la
Corte dijeron que "es lo que dice siempre, pero fue fuerte decirlo en el
recinto y con ellos enfrente".
Las críticas a
la Justicia
Casi al
finalizar su discurso, Fernández se dedicó de lleno a cuestionar al Poder
Judicial. Dijo que él puso fin "a los sótanos de la democracia", y
agregó: "de nada sirve semejante trabajo si miembros de la Justicia y del
Ministerio Público se entrelazan en vínculos poco transparentes con empresarios
o emisarios de la política que operan como auténticos factores de poder",
y continuó recordando los chats de Lago Escondido. "Tomó estado público lo
que muchos denunciábamos: la connivencia entre algunos magistrados, empresarios
de medios de comunicación, ex agentes de inteligencia y políticos. El Poder
Judicial hace tiempo que no cuenta con la confianza pública, no funciona
eficazmente y no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes
fácticos y políticos", subrayó mirando siempre hacia el lado en que estaban
sentado Rosatti y Rosenkrantz.
Mencionó que
envió un proyecto de Reforma Judicial, que fue aprobada por el Senado, pero
nunca tratada en Diputados y denunció intromisión del Poder Judicial en el
Ejecutivo y Legislativo. "La gravedad institucional que todo eso supone es
mayúscula. Aclaró que fue por ese accionar que presentó el pedido de juicio
político. En esa línea, aclaró que no hay ningún ataque contra la Justicia.
"Los que atentaron contra la Constitución son los que armaban mesas
judiciales y perseguían con recursos estatales a jueces, a periodistas, a
políticos opositores y hasta a sus propios compañeros. No pretendan ahora dar
lecciones de institucionalidad y fervor democrático", indicó levantando el
tono de su voz y generando la reacción de la oposición.
Lo que dijo de
CFK
Eso fue el
puntapié que utilizó para hablar de la vicepresidenta. "Hace unos meses
esta organización coronó su actuación con una condena en primera instancia a la
Vicepresidenta. Lo hicieron tras simular un juicio en el que no se cuidaron las
formas mínimas del debido proceso y se formularon imputaciones que rayan con el
absurdo jurídico buscando su inhabilitación política", expresó y opinó que
"se castiga a la persona por lo que es y no por la que ha hecho. Cualquier
estudioso del derecho penal se asombraría ante semejante retroceso".
Antes hizo
rápida alusión al intento de magnicidio. Habló de los 40 años de democracia y
detalló que "hace seis meses estuvimos frente a uno de los episodios más
desgraciados vividos en estos cuarenta años como fue el intento de asesinato de
nuestra Vicepresidenta. Vuelvo a exigir a la justicia que profundice la
investigación de aquel hecho, que juzgue y condene a quiénes fueron los autores
materiales e intelectuales de ese intento de homicidio. Le pido a la justicia
que actúe con la misma premura con la que archiva causas en las que jueces,
fiscales o empresarios poderosos asoman como imputados". La cara de los
supremos se puso de piedra.
Discusión por la
coparticipación
Otro eje que
Fernández tocó para cuestionar a la Corte fue el de la discusión por los fondos
coparticipables. "La Corte aseguró a CABA recursos coparticipables que no
le corresponden contrariando la ley de coparticipación", expresó y aseguró
que "éticamente estamos obligados a poner fin a tanta desigualdad".
Por último, denunció "la intromisión de la Justicia en la ejecución
presupuestaria porque pone en riesgo la lógica redistributiva de la Ley de
Coparticipación Federal causando un severo daño al equilibrio de las cuentas
públicas". Los gobernadores aplaudían sonrientes y los opositores
bramaban.
Economía
Cuando el
Presidente habló de la economía, el ministro Sergio Massa lo miraba desde un
palco acompañado por otros expresidentes de la Cámara de Diputados, Julián
Domínguez y Eduardo Camaño. "Quiero señalar y agradecer aquí el compromiso
de Massa, quien dejó la Presidencia de esta Cámara para sumarse a la compleja
tarea de conducir el Ministro de Economía", remarcó. Destacó que la
economía registró un aumento del 5,4% durante 2022 y aclaró que es necesario
distribuir mejor la riqueza. Dijo que el gobierno cumplió con las pautas
fiscales que se propuso y aclaró que no rehuye al problema de la inflación, al
que calificó como "un factor central de desorganización de nuestra
economía". "Estamos abocados a reducirla", prometió. Luego,
marcó que es necesario lograr el equilibrio fiscal y que para ello "no
necesitamos que lo diga el FMI". Por último, destacó que en 2022 dieron
inicio a la construcción del Gasoducto NK, que estará terminado este año.
El resto de las
áreas
Habló de YPF,
Aerolíneas y Arsat. "Estamos viendo cómo anticipan un nuevo embate
privatizador sobre las empresas públicas. Que no vengan a hacer negocios con
nuestro patrimonio", señaló haciendo referencia a la oposición. Con
respecto a la obra pública, dijo que durante su gestión se finalizaron más de 3
mil obras y que en marzo habrá entregado a 85 familias su casa. Destacó las
políticas de todos los ministerios y puso en valor las vinculadas a los DDHH.
Agregó que es clave avanzar en leyes ambientales que establezcan nuevos
paradigmas de desarrollo sostenible, como la de Humedales. En el área educativa
adelantó que presentarán la Ley de Expansión de la Inversión, que tiene como
objeto que la inversión educativa en un plazo de diez años, pase del 6% al 8%
del PBI.
El mensaje para
los legisladores
Al final, se
dirigió de forma directa a diputados y senadores. Un par de la oposición se
habían levantado luego de insultos que le propinaron al mandatario cuando habló
de los fondos coparticipables. En un cruce con el diputado del PRO, Fernando
Iglesias, el Presidente le dijo "es un honor que me insulte
diputado". Luego de elogiar en varias oportunidades la Ley de Aporte
Solidario y Extraordinario a las grandes fortunas, expresó: "hago un
pedido para que no condicionemos la aprobación de proyectos de leyes que los
argentinos están necesitando. Con barullo político solo pierde nuestra
gente".
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