Los representantes de Juntos por el Cambio y de la corporación judicial impusieron como vicepresidenta del Consejo de la Magistratura, para secundar al supremo Horacio Rosatti, a la jueza Agustina Díaz Cordero, exfuncionaria del gobierno de Mauricio Macri. El oficialismo denunció un intento de "mantener el statu quo" y de "garantizar impunidad" a exfuncionarios del macrismo con causas pendientes.
La oposición y
la corporación judicial se aliaron para dejar la conducción del Consejo de la
Magistratura en manos de un juez y una jueza. Al supremo Horacio Rosatti, que
obtuvo la presidencia del cuerpo gracias a un fallo que él mismo firmó, se suma
ahora como vice la jueza civil Agustina Díaz Cordero, quien trabajó para el
Ministerio de Justicia del gobierno de Mauricio Macri y llegó al organismo como
representante de la lista Bordó de la Asociación de Magistrados, la más
conservadora y antigobierno (o antiperonista). Desde el oficialismo varios
consejeros/as cuestionaron este nuevo esquema como "un retroceso" y
un intento de "garantizar impunidad" a funcionarios del macrismo que
tienen causas pendientes y "mantener el statu quo". Hubo enojos desde
la otra vereda, ataques y contraataques y unos cuantos reproches en la cara al
cortesano Rosatti. También hubo acuerdo unánime para conformar las comisiones,
aunque no fueron elegidas las respectivas autoridades.
Fue la primera
sesión después de casi nueve meses de parálisis. El último plenario había sido
el 15 de julio del año pasado. Este martes hubo negociaciones hasta último
momento, que demoraron el arranque, pero la realidad es que una oposición mixta
(combinación de políticos/as y judiciales) logró manejar el tema central y
simbólico de la vicepresidencia, y consiguió los 13 votos necesarios para
avalar a Díaz Cordero. A simple vista, es el avance de la propia familia
judicial sobre el sistema junto a referentes radicales y del PRO que la
protegen, como lo hacen frente al juicio político a los cortesanos. La jornada
empezó con cierta solemnidad pero con el correr de los minutos, y tras la
votación, el clima se fue caldeando a medida que se sumaban voces opositoras.
Reacciones
"Es un
retroceso que los dos cargos más importantes del Consejo correspondan a un solo
estamento", cuestionó el diputado Rodolfo Tailhade. Se dirigió a Rosatti y
señaló que ese criterio no respeta ni siquiera el fallo de la propia Corte que
decidió alterar la conformación del organismo reimplantando una ley derogada
hace 16 años, y que decía que debía haber "equilibrio" para
"evitar acciones hegemónicas" de la política. "Ahora los jueces
tienen esa hegemonía. No se puede admitir dos jueces en la presidencia y vice.
A las y los magistrados que integran el organismo, advirtió el diputado, los
eligen 700 jueces y juezas que los votan dentro de su corporación mientras que
"nosotros (el oficialismo) tenemos
el bloque más consolidado de seis, entre ellos somos dos diputados, deberíamos
ser dos senadores, y representamos a todo el pueblo argentino", advirtió.
Subrayó la falta de un senador, otra decisión de los jueces supremos que hace
que el Consejo siga incompleto ya que no le quisieron tomar juramento a Martín
Doñate (senador por Unidad Ciudadana), mientras avanza un pleito impulsado por
el senador Luis Juez (JxC), que cree que el cargo es suyo.
El senador
Mariano Recalde (Frente de Todos) señaló la situación irregular en la que
funciona el organismo que elige y sanciona jueces/zas, acorde la sentencia de
la Corte en cuestión pero no a una nueva ley. "Esto, al igual que la
designación de Díaz Cordero, es para que el Consejo lo manejen los jueces,
garantizar impunidad y mantener el statu quo. Nosotros venimos con otra
representación y otro objetivo. Venimos a cambiar lo que está mal", se
enojó. Un rato antes el camarista y consejero Alberto Lugones había planteado
que sería bueno tener en claro "para qué se eligen autoridades" y
lanzó una serie de propuestas. Recalde le retrucó: "Yo tengo alguna
respuesta y está en ese fallo dictado por cuatro integrantes de la Corte que
hoy están sometidos a juicio político por mal desempeño con graves acusaciones,
como violar el sistema republicano. Un fallo que puso como presidente del
cuerpo a uno de los firmantes del mismo fallo. Una de las cosas más graves que
puede cometer un juez es eso, ser juez y parte. Lo sabe cualquier estudiante de
Derecho".
La votación
El nombre de
Díaz Cordero para la vicepresidencia lo había fogoneado el propio Rosatti.
Llegó a consejera al postularse por la lista Bordó de la Asociación de
Magistrados, donde ya había hecho escuela su madre, la excamarista María Lilia
Gómez Alonso de Díaz Cordero, quien presidía la sala B de la Cámara Comercial y
manejó los infinitos tiempos del concurso de acreedores del Correo en favor de
Mauricio Macri y su familia. El propio Macri promovió la designación de Díaz
Cordero hija como jueza civil en 2018 tras un concurso controvertido. Muchos lo
leyeron como una retribución a su progenitora. La ahora jueza había sido antes
asesora del ministro de Justicia Germán Garavano, y había participado como
coordinadora en esa gestión de un proyecto de reforma procesal civil y
comercial.
Quien postuló a
Díaz Cordero en el plenario para ocupar la vicepresidencia fue el diputado de
Juntos por el Cambio Alvaro González. Dijo que lo hacía porque tiene una
extensa trayectoria y porque es mujer. González tuvo un papel relevante dentro
y fuera del recinto. También hizo otra parte importante el abogado radical
Miguel Piedecasas. Junto con ellos este bloque lo integran los radicales Roxana
Reyes (diputada) y Eduardo Vischi (senador), el juez Diego Barroetaveña, la
abogada Jimena de la Torre (ex funcionaria en la AFIP macrista), y las juezas
Alejandra Provítola y Díaz Cordero. A la hora de levantar la mano habían
logrado sumar a ellos a los dos consejeros académicos, Hugo Galderisi y
Guillermo Tamarit, al camarista Lugones (que supo ser más cercano al
oficialsimo) y a la representante de la abogacía Fernanda Vázquez, que es
decana de Derecho de la Universidad de Lomas de Zamora.
El oficialismo
quiso postular al abogado Héctor Recalde, pero no llegaba con los votos a la
mayoría calificada. Lo apoyaban, además de Tailahde que lo propuso, el
representante del Poder Ejecutivo Gerónimo Ustarroz, la senadora María Inés
Pilatti de Vergara, Mariano Recalde y la diputada Vanesa Siley. Frente al
triunfo opositor, Tailhade dijo: "Lamento que sea la política la que
impulse este retroceso".
Retruco
González se
ofuscó frente a las apreciaciones del oficialismo. "Yo no estoy acá para
garantizar la impunidad de nadie. Estoy acá para ejercer una función para la
que un bloque de la Cámara de Diputados me eligió". Poco antes, De la
Torre había hecho una exposición donde parecía desbordar de esperanza con todo
lo que se viene en el Consejo, y pidió concursos de jueces objetivos,
transparentes y equitativos, además de remarcar que hay concursos en el consejo
para 166 cargos, y remarcar que hay 75 pliegos que esperan decisiones en el
Poder Ejecutivo y el Senado. Tailhade le recordó que ella fue consejera durante
todo el año pasado y que "debió haber aplicado su compromiso republicano
en 2022 cuando este Consejo se reunió solo dos veces".
Piedecasas, a su
turno, acusó a la dirigencia política: "La deuda es de la política, que no
le dio a la República Argentina una nueva ley (del Consejo de la
Magistratura)". Lo que no aclaró el abogado y consejero es que no se
avanzó por los obstáculos interpuestos por la oposición a toda reforma judicial
impulsada por el FdT. La diputada Reyes también gruñó: "No voy a permitir
que se diga que venimos a defender al gremio judicial". Reyes le debe a la
Corte haberle tomado juramento pese a que había un fallo judicial que
cuestionaba su designación como consejera. Doñate no tuvo la misma suerte.
Siguió: "No vamos a permitir el avasallamiento de la Justicia con esa
obsesión que tiene el kirchnerismo por ir sobre los poderes del Estado y
fundamentalmente sobre los jueces".
Cuando tomó la
palabra, la diputada Siley recordó algunos ejemplos bien conocidos de cómo la
oposición y el propio Rosatti pusieron obstáculos. "No finjamos demencia
en el Consejo -dijo la legisladora-. Estamos acá sentados después de nueve
meses (de falta de actividad). A punto tal que tenemos la terna para los cargos
de Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi" sin votar, para la Cámara Federal de
Comodoro Py, advirtió. Miró a Rosatti y le dijo: "Este Consejo sin usted
presidiendo cumplió con su fallo". La Corte había dicho que ambos jueces,
trasladados a dedo por el gobierno de Macri, no podían ser definitivos y se
debían hacer concursos. El concurso se hizo, la terna se armó y la oposición no
la quiso votar nunca, porque no les gustaban los candidatos. "Luego el
Consejo dejó de funcionar. Recibimos el incumplimiento del fallo por quien lo
firmó, el avasallamiento de las instituciones por quienes dicen defenderla.
Todo parece el mundo del revés. Debe ser un privilegio poder escribir un fallo
y después sentarse en el lugar donde hay que ejecutar ese fallo. Yo lo
ejecutaría rá0pidamente", ironizó. Luego exigió que se pongan días y
horarios de reunión. También pidió avanzar con las más de 400 denuncias contra
los jueces que viajaron a la mansión de Joe Lewis en Lago Escondido. ¿De qué
vamos a hablar en el Consejo de la Magistratura?
Esta es una cuestión que conoce toda la sociedad. ¿No va a ser una
prioridad?"
Más allá del
debate, a la hora de votar integrantes de la comisiones nadie puso reparos. La
puja vendrá la semana próxima, cuando haya que elegir sus autoridades.
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