La dirigencia oficial de la comunidad judía convoca sobre Pasteur al 600, donde estaba el edificio destruido por el ataque, mientras que Memoria Activa lo hace en Tribunales. El estado de la causa judicial y los múltiples interrogantes que siguen abiertos.
En la mañana de este martes, a las 9.54, sonará el shofar, el cuerno
ancestral, en los dos actos convocados para recordar a las 85 víctimas del
atentado contra la AMIA. En Pasteur 633, frente al predio del edificio
destruido por el ataque, se concretará el acto central de AMIA y DAIA,
conducido por Lalo Mir. No muy lejos de allí, en la Plaza Lavalle, frente a los
Tribunales, se congregarán los amigos y familiares de las víctimas del atentado
que integran la agrupación Memoria Activa. El reclamo será unánime: la falta
total de resultados en la investigación, a casi tres décadas de que una
camioneta, casi seguro conducida por un suicida, se incrustara en el edificio
que albergaba a AMIA y DAIA. La diferencia mayor entre ambos actos es que la
dirigencia oficial de la comunidad judía, más allá de los discursos, respaldó
prácticamente toda la investigación judicial, mientras que Memoria Activa
denunció que el Estado no sólo no protegió las vidas, sino que fue cómplice en
las pistas falsas y desvíos de la investigación.
Las convocatorias
A las 9.30, en Pasteur entre Tucumán y Viamonte, arrancará el acto oficial
con el lema “Justicia ausente-digamos presente”. El orador de cierre será el
presidente de la AMIA, Amos Linetzky, pero antes hablarán Gustavo Montanini,
amigo de una de las víctimas, Diego De Pirro, un estudiante de economía que era
vecino de la calle Pasteur. Igualmente lo harán Estefanía, hija de Luis
Kupchik; Adrián, hermano de Fabián Furman, y Judit, hija de Ester Klin; todos
ellos familiares de quienes fueron asesinados aquel 18 de julio de 1994. El
momento musical estará a cargo de Jairo y su hijo Yaco.
También a las 9.30, en Plaza Lavalle, el acto de Memoria Activa lo abrirá
Rodrigo Borda, el abogado de la agrupación, que siguió minuto a minuto la causa
judicial durante los últimos años. Estará seguido por Paula Litvachky,
directora ejecutiva del CELS, que analizará el papel de la Corte Suprema, que
todavía debe expedirse. Luego Adriana Reisfeld leerá un texto de Janán Nudel,
dicho en Plaza Lavalle tiempo después del atentado, y cerrará el acto Diana
Malamud, con un discurso sintetizado por el joven filósofo-influencer-humorista
Eial Moldavsky. Reisfeld y Malamud integran la conducción de Memoria Activa
desde sus inicios. El acto terminará con la canción de León Gieco "La
memoria", entonada por dos jóvenes intérpretes.
A casi tres décadas
Ni las fuerzas de seguridad ni los servicios de inteligencia ni la Justicia
argentina lograron esclarecer las cuestiones más elementales:
* De dónde salió el explosivo.
* Quién le compró al armador de camionetas, con partes robadas, la Trafic
que se estrelló contra la AMIA. Los fiscales designados por la entonces
procuradora Alejandra Gils Carbó, después de la muerte de Alberto Nisman,
determinaron mediante microscopio de barrido electrónico, que el atentado se
cometió con ese vehículo. Pero no se sabe quién retiró la camioneta desde la
casa de Carlos Telleldín el 10 de julio de 1994 y qué pasó con la Trafic en los
ocho días que transcurrieron hasta el atentado.
* No se sabe quién fue el conductor suicida. Ese mismo equipo de fiscales,
estableció por ADN, que hubo un suicida, pero no el que señaló Nisman en su
momento. El fallecido fiscal distorsionó testimonios apuntando a un tal Ibrahim
Berro: la prueba científica demostró que esa pista era equivocada, sino
fraudulenta.
* A partir de informes de inteligencia de Estados Unidos e Israel se señaló
a la organización libanesa pro-iraní Hezbollah como responsable del ataque. Se
sindicó a un hombre, Salman El Reda (que tiene varios alias), como quien
coordinó todo. Nunca se pudo determinar que haya entrado al país ni con quién
actuó. Aun así, para la Justicia, es la pista más firme y se libraron órdenes
de detención para personas que le hicieron un certificado de trabajo o de
domicilio o colaboraron con él para hacer el pasaporte de Paraguay. La
acusación principal sigue siendo contra Mohsen Rabbani, exagregado cultural de
Irán en la Argentina.
* La imputación contra Irán parte de una supuesta reunión que se hizo en la
ciudad santa de Mahshad en noviembre de 1993. Opositores al régimen de los
ayatolas dicen que allí se decidió el ataque. No hay evidencia alguna.
* Cuando Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman intentaron, a
través del Memorándum con Irán, que los sospechosos declaren, hicieran su
descargo ante un juez argentino, aunque en Teherán, hasta se los acusó de
encubridores. Y pese a que el Memorándum se votó en el Congreso, la causa
contra CFK sigue sin cerrarse del todo.
A casi 30 años del atentado, lo indudable es que la causa AMIA se usó para
la geopolítica y para la persecución política en la Argentina. Contra Irán a
nivel internacional y contra el peronismo dentro del país. La búsqueda de
pruebas fue lo de menos.
(Pagina 12)