DIFERENCIAS ENTRE CONCEJALES CAPITALINOS | Sin consenso y en forma exprés, ediles aprobaron ordenanzas

La sesión del Concejo estuvo teñida de reclamos por parte de la oposi­ción. Reclamaron incumplimiento de acuerdos respecto de las multas.


De acuerdo con el orden del día previsto para la se­sión de ayer del Concejo Deliberante, entre los expe­dientes que debían tratarse estaban las modificaciones a los códigos de Convivencia y de Procedimientos del Mu­nicipio de la Capital. Según denunciaron luego en con­tacto con la prensa, hubo incumplimientos a acuer­dos previos. Esta falta de consenso entre los bloques mayoritarios del oficialismo y la oposición (ECO + Vamos Corrientes y Unión por la Patria), se viene repitiendo desde el inicio del año legis­lativo, lo que motivó que los cuatro ediles de la oposición directamente no ingresaran al recinto a participar de la sesión.

Según señalaron, el ofi­cialismo no aceptó otras propuestas y no respetó el acuerdo de lograr una orde­nanza unificada respecto de las modificaciones al Código de Convivencia. "Sólo les in­teresa imponer los números, no les importan las razones ni escuchar a los vecinos", dijeron y decidieron retirar­se expresando de esta forma su desacuerdo.

Previo a la 16ª sesión or­dinaria del Concejo Deli­berante de Corrientes, los concejales del bloque UxP advirtieron que el oficia­lismo no cumpliría con los acuerdos alcanzados para tratar el proyecto de actua­lización del Código de Con­vivencia, conocido como "código de multas". Fue así que, sin consensos y con tratamiento exprés, el blo­que ECO+Vamos Corrientes avanzó con la iniciativa y convirtió en ordenanza el proyecto presentado por el Ejecutivo. De hecho, el blo­que oficialista cuenta por sí solo con los votos suficien­tes para sesionar y aprobar las ordenanzas.

El Código de Convivencia fue presentado en diciem­bre del 2022. Se trata de un compendio de ordenanzas sancionatorias, existentes y nuevas, que a lo largo de aproximadamente 190 pági­nas, tipifica las infracciones en el ámbito de la ciudad de Corrientes y define los crite­rios de multa.

SIN DIÁLOGO NI CONSULTAS

El cuerpo deliberativo había acordado convocar a los diferentes sectores (asociaciones, grupos veci­nales, cámaras empresaria­les, consejos profesionales, entre otros) para dialogar en comisiones, debatir la iniciativa y enriquecerla. Sin embargo, a ocho meses de ingresado el proyecto, el oficialismo no llamó a tratar este tema sino hasta la se­sión de ayer.

Lo que ocurrió fue que en labor parlamentaria, ins­tancia previa a la sesión or­dinaria, el bloque oficialista comunicó que finalmente no convocaría a los distintos sectores de la sociedad civil para tratar el proyecto y que no aceptaría las propuestas de la oposición. 

Los concejales que responden al Ejecutivo municipal elaboraron un despacho de mayoría y optaron por no unificar el proyecto con las suge­rencias de la oposición. Es decir, no cumplieron con lo acordado entre ambos bloques y avanzaron con la aprobación del Código de Convivencia tal como se envió desde la inten­dencia.

"En diciembre había­mos acordado convocar a los diferentes sectores afec­tados para discutir sobre las infracciones y sanciones aglutinadas en el Código de Convivencia, y hoy nos encontramos que deciden aprobarlo, imponiendo nú­meros y sin haber escucha­do a los vecinos y vecinas", criticó la concejal Magda Duartes.

Lorena Acevedo Caffa se­ñaló que "tomaron todas las ordenanzas referidas a san­ciones y las agruparon en un código de multas". "No pudimos trabajar en temas importantes como alcohol cero, ruidos molestos, ocu­pación de espacios públi­cos y otras cuestiones que implican sanciones y que realmente le importan a los correntinos", acusó.

"A ECO+Vamos Corrien­tes solo le interesa imponer los números, no le importan las razones ni escuchar a los vecinos", dijo el concejal Nahuel Mosquera. Mientras que la edil Mercedes Franco Laprovitta remarcó que "en la comisión se trabajó de es­palda a los vecinos, y noso­tros queremos una ordenan­za que refleje la realidad y no se convierta en un código meramente sancionatorio". 

Vale recordar que no es la primera vez que el oficia­lismo avanza con un trata­miento de temas que tienen especial interés sin consen­sos ni diálogo con los ve­cinos. Semanas atrás logró similar respaldo la primera lectura del proyecto pre­sentado por las empresas a cargo del transporte urbano de pasajeros para aumentar el boleto a 360 pesos. "Esto demuestra que lo que suce­dió no es un caso aislado, y evidencia, una vez más, que desde ECO+Vamos Corrien­tes no quieren escuchar a los vecinos", remarcaron.




(Norte)