La batería de medidas en favor de asalariados, jubilados, monotributistas, economías regionales, exportadores y en materia de precios generó apoyos y críticas.
Las medidas paliativas de la devaluación post-PASO que implementó el
Gobierno para recomponer los ingresos de los sectores populares y renovar el
ánimo social de cara a lo que resta de la campaña electoral despertó reacciones
encontradas. En un contexto de altísima politización, la apuesta oficial no
pasó de largo.
Las pymes, por caso, salieron a apoyar los anuncios porque entienden que
permiten recomponer la dinámica del mercado interno, mientras que la CAME y la
CAC, más ligadas políticamente al gran empresariado, advirtieron que las
medidas impactan sobre los costos de las compañías y criticaron al Gobierno.
Referentes gremiales avalaron los anuncios, que tienen un corte fiscal
expansivo, aunque algunos advirtieron que "se quedan cortos" ante la
situación del salario, que viene sufriendo frente a la marcha de la inflación.
En el oficialismo, la iniciativa es vista como un relanzamiento de la campaña
presidencial.
Las pymes
"Apyme considera muy positivas las medidas anunciadas. Es imperioso
recuperar y proteger el poder adquisitivo de la población, fortaleciendo la
demanda en el mercado interno, y por lo tanto las ventas de las Mipymes",
señaló Apyme, una entidad afín al panperonismo, cuyas empresas asociadas
dependen estrechamente de la marcha del mercado interno. La entidad celebró que
"se contemple la situación diferencial de las empresas a la hora de abonar
las sumas fijas dispuestas tanto para los empleados y empleadas privados como
del Estado, financiando el 50 por ciento para Pymes y el 100 por ciento para
Mipymes, mediante el descuento de contribuciones patronales".
Nuevamente, por el lado de las pequeñas empresas, el presidente de
Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, dijo que se trata de
"anuncios importantes en un momento complicado, donde la gente necesita
mejorar sus salarios. Esto viene a ser una recomposición a cuenta que había que
hacerla ahora y es clave el acuerdo de precios que está haciendo el gobierno
con los combustibles hasta noviembre".
Críticas
En cambio, Jorge Pazos, de la CAME, planteó que "el mecanismo de
ajuste salarial del sector privado son las paritarias y no una imposición del
Estado sobre las relaciones laborales por fuera de su alcance. CAME sostiene
que cada sector de la economía y cada empresa en particular atraviesa
diferentes situaciones que jamás pueden homologarse al punto de establecer
unilateralmente aumentos generales, aun asumiendo el Ejecutivo nacional el 50
por ciento del incremento dispuesto".
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) manifestó su
"profunda preocupación" por el compromiso que se deberá asumir y
remarcó que "son las negociaciones paritarias el ámbito donde deben
determinarse las remuneraciones, toda vez que allí se pueden conciliar las
legítimas pretensiones de los trabajadores con las reales posibilidades de las
empresas de cada sector".
"La entidad es plenamente consciente del deterioro que el poder
adquisitivo de los salarios experimenta mes a mes de la mano de la persistente
y elevada inflación, pero buena parte de las empresas del país se encuentra en
una delicada situación", agregó.
Paliativo
El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE),
Hugo Godoy, dijo que “60 mil pesos era lo que solicitábamos como suma fija en
marzo y la realidad es que la inflación ahora está mucho más disparada de lo
que estaba en ese momento. Los trabajadores municipales y provinciales son los
más afectados hoy en el universo de trabajadores estatales”.
“El plan del FMI es inflacionario y el Gobierno debería haberse animado un
poco más en este tire y afloje”, agregó Godoy. Pidió que se adelante la
convocatoria al Consejo del Salario y consideró que "el hecho de que esos
sectores neoliberales que reivindican a Cavallo, a Macri, a Menem, puedan
volver al Gobierno es la demostración muy cabal de que este Gobierno viene muy
retrasado a nivel nacional a dar las respuestas que el pueblo”.
En tanto, Omar Plaini, titular del gremio de Canillitas y senador
provincial bonaerense del Frente de Todos (FdT), dijo que "son paliativos
frente a una situación compleja". "Si esto hubiera quedado al libre
albedrío del mercado, ni siquiera tendríamos estos paliativos. La raíz del
problema que tiene la Argentina hoy es que se cogobierna con el FMI".
Energía para la campaña
Walter Correa, proveniente del gremio de curtidores y actual ministro de
Trabajo de la provincia de Buenos Aires, consideró "que las medidas
anunciadas eran necesarias y positivas para fortalecer la campaña".
"Estas medidas inyectan recursos y esperanza para activar la campaña, son
positivas, y también nos energizan a nosotros, los militantes, para apuntar a
ganar en octubre".
Para Daniel Arroyo, diputado del Frente de Todos, "las medidas son de
tres tipos: buscan tener más plata en los bolsillos, como el bono a los
jubilados y la suma fija; por otro lado está la cuestión de los precios de los
alimentos, porque el precio se ha ido muy arriba, y después las medidas para
los monotributistas, la posibilidad de acceso a crédito en un contexto
complejo".
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