Falsearon documentos para comprar los dólares oficiales al BCRA y fugarlos al exterior. Denuncia que abarca a 175 firmas locales, la mayoría meras pantallas.
La Aduana realizó este jueves 51 allanamientos, entre ellos 18 en
instituciones bancarias, en la recopilación de elementos probatorios de
operaciones de fuga de divisas por una suma estimada en 400 millones de
dólares. La materia de investigación es la operatoria de 176 empresas radicadas
en el país que obtuvieron, a través de documentación falsa, la habilitación
para comprar divisas al Banco Central (al precio oficial del momento) para la
importación de bienes. Pero estas importaciones nunca se realizaron, sino que
se fraguaron los documentos de control y autorización de Aduana (llamados SIMI,
existentes hasta el año pasado) para obtener las divisas y transferirlas al
exterior.
La revelación del millonario mecanismo de fuga de divisas en los últimos años
cooincidió con otro día caliente en el mercado cambiario. No sólo porque las
presiones alcistas continúan, aunque con menos peso que en días anteriores por
la acción defensiva desplegada desde el lado oficial, sino por las
declaraciones de referentes de la oposición que, de modo diferente,
coincidieron en celebrar el salto del dólar de los últimos días y parecen
apostar a que seguirá. Si la presión cambiaria es parte de una maniobra
especulativa, Javier Milei y Carlos Melconián sabrán por qué eligen nadar a
favor de la corriente.
"Cuando más alto está el dólar, más fácil será dolarizar", dijo
el candidato de La Libertad Avanza a media jornada, cuando el dólar blue
promediaba los 860 pesos (luego cerró en 843) y el contado con liqui oscilaba
por encima de los 890. La lógica de Milei es que cuanto más caro el dólar, más
barato le resultaría dolarizar, porque menos dólares recibiría a cambio quienes
hipotéticamente cambiarían sus pesos por dólar. La ecuación es simple: un
salario en pesos de 360 mil, si se dolarizara al tipo de cambio oficial valdría
1000 dólares. Pero Milei dice que haría la conversión al precio "de
mercado". A un dólar de 900, los 360 mil pesos se convertirían en 400
dólares, lo cual es mejor para Milei porque le "facilita" la
dolarización pero mucho peor para el asalariado, porque le baja en un 60 por
ciento su poder adquisitivo.
Para Carlos Melconian, referente presidencial sustituto en temas económicos
de Patricia Bullrich, opinó por su parte que el dólar blue "está
barato" a casi 850 pesos y naturalizó las presiones desestabilizadoras en
épocas de campaña electoral. Un diagnóstico que bien se puede leer como un
guiño a favor de los sectores especuladores que siguen metiendo presión sobre
el dólar y, por extensión, sobre la inflación.
Fuga millonaria
Frente a ese panorama de opiniones económicas de dos de los frentes que
disputan la presidencia de la Nación, una de las piezas clave del equipo
económico de Massa, el administrador de Aduana Guillermo Michel, puso en escena
una de las denuncias por fuga de divisas más importante en muchos años. La
revelación de maniobras para, mediante la falsificación de documentación de
importación, se obtenían dólares a precio oficial que se giraban al exterior,
pero sin contraprestación. Es decir, las importaciones no se realizaron ni
existían. La cifra involucrada oscila en torno a los 400 millones de dólares
fugados a Estados Unidos.
Además de las 51 empresas allanadas y las 175 firmas falsamente
importadoras, también están bajo investigación 146 sociedades en el exterior
receptoras de las transferencias, muchas de ellas (si no todas) vinculadas a
las "no" importadoras que hicieron los giros. Según reveló Michel, la
mayoría de las transferencias se realizaron a dos jurisdicciones de Estados
Unidos consideradas "grises" en materia de control fiscal: La Florida
y Delaware. Casi guaridas fiscales.
Loa allanamientos se realizaron de manera simultánea en el microcentro
porteño, Bahía Blanca, Rosario y Córdoba (ciudad capital). Participó, junto a la AFIP, la Policía
Federal a través de la División Lavado de Activos. Además de los 18 bancos,
resultaron allanados 8 estudios contables y 25 sociedades financieras.
Además de la recolección de elementos vinculados a las operaciones en las
instituciones "utilizadas en la maniobra", se trata de determinar la
"responsabilidad" de cada uno de los intervinientes. "El banco
que giró las divisas al exterior tiene la responsabilidad del seguimiento de la
operación", indicó una fuente oficial vinculada a la investigación de este
caso. "Hoy el esquema es más riguroso, pero ya con las SIMI, el importador
tenía 120 días desde el momento que recibía las divisas, para ingresar los
bienes, y el banco debía hacer el seguimiento".
"Si no ingresaba la mercadería, había que justificar la demora y si el
dinero había quedado como un crédito en el exterior, el banco debía
especificarlo", explicó. Todo ello es ahora materia de análisis por los
investigadores. La causa, iniciada hace ya unos cuatro meses, es la 452/23 y
está radicada en el juzgado penal económico número 2, a cargo de Pablo
Yadarola, en la fiscalía del doctor Jorge Dahlrocha.
La investigación
A partir de la información suministrada por el fisco estadounidense, como
parte del acuerdo de intercambio de información de operaciones financieras que
hacen en cada uno de los dos países los residentes del otro país, Argentina
recibió los datos de los giros recibidos por esas 146 empresas radicadas en
EE.UU. con participación de ejecutivos argentinos. Al verificarse que esas transferencias
provenían del pago de supuestas importaciones --asó habían sido emitidas desde
entidades financieras argentinas--, se cruzó esa información con el registro de
ingresos de mercadería importada en las mismas fechas, comprobando que las
importaciones nunca habían sido efectuadas.
El período abarcado por estas operaciones sería desde 2016 a 2021, aunque
las cifras principales se concentran en los últimos dos años (2020/21).
"Al hacer el cruce de datos se detectaron las SIMIs (sistema integral de monitoreo
de importaciones) falsas, que habrían sido realizadas con connivencia del
sector de comercio exterior de diversos bancos y financieras", confió la
fuente ya mencionada.
"Los giros al exterior por las falsas importaciones se efectuaron a
146 firmas estadounidenses de dudosa constitución, vinculadas con argentinos,
principalmente LLCs (acrónimo en inglés de sociedad de responsabilidad
limitada) radicadas en Delaware y La Florida", agregó.
Según confiaron los investigadores, muchas de las empresas involucradas en
las maniobras detectadas "no estaban habilitadas para el comercio
exterior, ni como exportadores ni importadores, y fueron creadas sólo para
realizar este tipo de maniobras ilícitas". Las tradicionales empresas
fantasma o pantalla, que se inscriben con el CUIT de personas humildes, sin
capacidad económica, y muchas veces a cambio de una retribución muy poco
significativa "tan sólo" por poner la firma.
La participación que le cupo a los estudios contables y jurídicos habría
sido armar las empresas, inscribirlas y presentar la documentación falsa y
requisitos necesarios para simular una capacidad económica que le permitiera
acceder luego a los dólares del Banco Central.
Cómo sigue la causa
"Necesitamos verificar el hilo
conductor entre los falsos importadores locales y las empresas receptoras de
los giros al exterior, para lo cual estamos requiriendo el apoyo de los
organismos correspondientes de Estados Unidos, para poder dar con los
beneficiarios finales", señaló la fuente que trabaja en la investigación.
"Además, estamos trabajando en precisar todo el circuito del dinero,
por que su utilización puede tener fines múltiples, desde financiar el narcotráfico
a cualquier tipo de operación financiera ilegal, la que se te ocurra",
respondió al ser consultado al respecto.
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