DESTACADOS VESTUARIOS | Pocos recursos y más coreografíasen el inicio del Show de Comparsas

La escasa utilización de la gran pantalla y la desaprovechada propuesta de iluminación, mostró representaciones que apenas cumplieron.


Hubo años en el que los Show de Comparsas, competencia "teatral" del carnaval correntino, destilaban creatividad, tensión y sorprendente talento de adaptación del tema desarrollado por sus comparsas, claramente este año es la excepción. Las protagonistas mostraron en la primera jornada de la "revista de Momo" propuestas muy planas, escasos en recursos y algunas ni siquiera cumplieron con la ley de oro del relato: introducción (planteamiento), nudo y desenlace.

La noche se prestó generosa, con un clima muy agradable y considerando que era lunes, el marco de público no fue lo esperado pero sumó para ambientar de carnaval al anfiteatro Cocomarola. La propuesta de la producción Ake Music también estuvo al nivel de las comparsas, poca animación, pantallas desaprovechadas y largas esperas. "Nada divertido por hacer", fueron los puntos criticados por el público.

"Lunática Sapucay"

En el marco de la competencia, las presentaciones de las comparsas fueron puntuales, a las 22:05 ya estaba Sapucay con su fascinación por la luna sobre el escenario Sosa Cordero. Plantean un show basado casi exclusivamente en la coreografía artística para describir la influencia de la luna sobre el planeta, la naturaleza, y fundamentalmente sobre la vida del hombre y su espiritualidad.

Su relato viaja imaginariamente hacia los inicios de la humanidad, un recorrido por los pueblos originarios en el que pone luz sobre los rituales que sitúan en el centro la influencia de la luna. Un buen recurso fue la ambientación escénica de algunos fragmentos, como la utilización de inciensos y la colocación de un tótem, al igual que la aparición de pastizales y juncos que le dan frescura al relato teatral.

La comparsa del "Gallo" intentó hacer un relato sobre la fascinación del ser humano con la luna, mostró en sus nueve cuadros temáticos las culturas y fascinaciones, pero fueron cuadros aislados sin un hilo conductor que las hilvane. La representación de Federico García, que sólo interviene en el show de comparsas, pretende serlo. 

El comparsero personifica al hombre (humanidad) fascinado por la luna, intenta ser parte del relato con intervenciones destacadas, como caminar sobre las espaldas de un grupo que armó sus cuerpos como una escalera, cuadro que simuló el alcance del ser humano al conocimiento en la astrología y la ciencia, dejándolo en la cima a los hombros de un comparsero.

La intervención de "Yasí" (Irene Demonte) es sorprendente, no sólo por su traje, una obra maravillosa que despierta la sensación de verla desfilar dentro de la luna, sino que además -entre otras distinguidas apariciones- subió al cielo del Cocomarola en un montacargas, logrando un gran efecto.

Uno de los puntos que llamó la atención fue la falta de desenlace de esta propuesta, pasó de los bloques de amor y la oscuridad de los sentimientos negativos influidos por la luna a la locura carnavalera del "Gallinero Loco", puntualmente a un final a los pies de "La Corte de Gallos", coordinados por Gabriela Ceballos, para luego -inesperadamente- aparecer la escuela de samba para su función. Destaca la presencia de la cantante Daiuja, que montada a la alegoría de un tren cantó en vivo samba pop y marchas de la comparsa con algunos acordes de chamamé en su guitarra eléctrica, para que los plumíferos enloquecieran.

Pero lo que más sorprendió de la propuesta de Sapucay fue la ausencia de una de las fascinaciones más influyentes del ser humano en el mundo, la llegada del hombre a la luna.

Copacabana


Con el desafío de superar lo propuesto al año pasado, Copacabana ingresó a las 23:35 con su marcha nueva que fue coreada por el público. Mejoró en muchos aspectos, pero no alcanza si el sueño es lograr la cima del carnaval.

La introducción al tema fue una propuesta muy buena e interesante, pero no le dio continuidad a esta fuerte presentación. Los buenos recursos de la actuación y la coreografía le dan un espectáculo más acorde al show y sobre eso debería basar todo su relato.

El inicio de la historia de Alika (Valeria Alarcón), una hermosa princesa africana enamorada de Dotia (Andrés Citadini), un hombre común, generan el rechazo de la tribu. Esto provoca los celos de la aldea que apresado, castigado y condenado sobre una piedra, soltó su lamento mientras una bruja (Sole Urbano, Pasión africana) y el gran hechicero (Pablo Tosolini) llevan su alma más allá del horizonte, con el ritual del Shangó.

Con voz en off (allí es recomendable voces de actores, la de los comparseros sin experiencia desluce el cuadro), llevan el relato de la sabana africana al corazón de Centro América, por los encantos del océano, en un cuadro en el que aparece la escultura de Poseidón, que hizo danzar las aguas que traen seres e historias de otros tiempos, que se matizan con las raíces culturales. En ese momento, Alika recibe el amuleto de protección y la custodia de Imanjá que la acompaña al reencuentro de su amor.

Puros cuadros coreográficos extensos intentaron reflejar (con excesos en algunos casos) este paso errante de la princesa por Guatemala y Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Panamá al sonido de las músicas típicas de este país (salvo cuando introdujeron canciones brasileñas que nada tenían que ver con el relato).

El desenlace del tema no estuvo bien logrado, los protagonistas aparecen juntos sin muchos condimentos que describan este feliz suceso y allí quedó la propuesta de Copacabana. Al igual que Sapucay, no supo sacarle provecho a las pantallas ni a la puesta de luces que propone este escenario.

Arandú Beleza


Diez minutos después de la 1, ingresó Arandú Beleza con el tema "Agua" de Los Piojos y con la voz en off de la comparsera y locutora Virginia Acosta. Historia basada en la esclavitud de los africanos, la comparsa del "axé" intentó echar luces al relato con una propuesta coreográfica, pero no lo logró. Los cuadros mostraron la influencia imperial sobre estas decisiones de esclavitud, con algunos destaques individuales, mientras que a los grupos les faltó coordinación.

La caracterización de los esclavos salva la escena, aunque también con excesos coreográficos. El ritual de Xangó fue de lo más destacado, pero al igual que Sapucay no tuvo un buen desenlace.

Ara Berá


Cerca de las 4 de la madrugada ingresó Ara Berá y lo hizo con un factor sorpresa, distinto al resto. Sus cantantes interpretaron a cappella "NÒo Deixe O Samba Morrer", y con parte de sus comparseras en escena trajeron la magia de la samba para desarrollar esta historia.

Un concurso de talentos es el puntapié de esta historia. Simona (Camila Palarich), tras la desilusión de su devolución, el jurado pide una oportunidad más si el público lo quiere y el "sí" de todo el Cocomarola lo permitió. Allí inicia esta aventura.

La comparsa del "Rayo" es la que más provecho le sacó a la pantalla. Con una pre-producción audiovisual, no sólo mostró el backstage del programa, sino que la usó para ambientar muy bien sus distintos cuadros. La destacada interpretación de Lourdes Sánchez (Eyengui, diosa de los sueños), tiene un papel fundamental en la historia y acompaña a Simona a un viaje a través de la historia de su familia para encontrar su esencia. Juntas recorren tres siglos en los que visitan los orígenes de su sangre en los primeros esclavos de Brasil, llegados desde África, y recorren junto a ellos el duro camino hacia la libertad, que alcanza su punto más alto en la casa de Tía Ciata (Ligia Sans).

Con este hilo conductor, recorren Sao Paulo tres siglos atrás, muestran la revolución civil de Brasil por los derechos de la libertad contra la esclavitud, pasando por la historia de Carmen Miranda, cantante de samba y actriz brasileña, que fue famosa en Hollywood alrededor de 1940. Junto a Eyengui, llega hasta Vinicius de Moraes (Francisco Benítez), autor de "Garota de Ipanema", piedra fundacional del posterior Bossa Nova.

Atravesada por su viaje, Simona le dará una nueva vida a la herencia de la Tía Ciata, en su presentación para el concurso, que llega con el final feliz en su participación al carnaval correntino. Fue una destacada presentación de Ara Berá, con un creativo desarrollo de su tema. Esta noche será el segundo show de comparsas desde las 22, en el Cocomarola.





(Epoca)