Se trata de los senadores Edgardo Kueider, el correntino Carlos "Camau" Espínola, el jujeño Guillermo Snopek y María Eugenia Catalfamo. Se suma Alejandra Vigo, esposa de Juan Schiaretti. Peligra el quórum propio del Frente de Todos.
El interbloque
del Frente de Todos del Senado se fracturó cuando los senadores Guillermo
Snopek (Jujuy), Eduardo Kueider (Entre Ríos), Carlos “Camau” Espínola (Entre
Ríos) y María Eugenia Catalfamo de San Luis, anunciaron su alejamiento del
interbloque oficialista para conformar una nueva bancada que se denomina,
paradójicamente, Unidad Federal y que incluye a la senadora por Córdoba,
Alejandra Vigo (esposa del gobernador Juan Schiaretti). El quiebre se expresará
este mismo jueves cuando la Cámara alta se reúna para ratificar las autoridades
del cuerpo legislativo. La novedad le significa al FdT, entre otros
inconvenientes, la dificultad para alcanzar el quórum propio para cada sesión.
Sin embargo, entre los legisladores del kirchnerismo esta fractura expresa
"distancia o enfrentamiento" de algunos gobernadores con el
presidente Alberto Fernández.
En los pasillos
de la Cámara alta se decía que la aparición del nuevo bloque se veía venir ante
el malestar que hay en algunos gobernadores con el Presidente, pero también
desde algunos senadores, como es el caso del jujeño Snopek, que en la nota que
le envió a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dice, al enumerar
las razones de su salida, que "no puedo dejar de señalar la falta de
incidencia favorable que el presidente ha tenido en los últimos tiempos para
con Jujuy". En otro tramo sostiene el que otra de las causas que motivaron
su decisión es "la distancia cada vez mayor que siento respecto al rumbo
de gestión del presidente de la Nación, Alberto Fernández, alejado --a mi
humilde entender-- de las prioridades que nuestro pueblo demanda".
“No puedo, ni
quiero, asistir cómplicemente a la perdida total de institucionalidad en la
provincia de Jujuy, con un gobernador que no respeta ni la división de poderes,
ni la Constitución, ni ningún organismo de contrapeso”, escribió Snopek
buscando centrar su dimisión en la situación que atraviesa su provincia
gobernada por el radical de derecha, Gerardo Morales.
En ese sentido
destacó “el deterioro absoluto del Estado de derecho en mi provincia, que
comenzó a fines de 2015, no ha hecho sino profundizarse desde el año 2019. Ha
sido, en ese sentido, una gran decepción para todos los que creímos que la
asunción de Alberto Fernández podía representar un nuevo porvenir”, expresó el
senador que impulsó sin éxito la intervención del Poder Judicial de Jujuy ante
la ampliación “partidaria” del Supremo Tribunal de Justicia que generó el
gobernador Morales y que llevó a la cárcel a dirigentes sociales de la
provincia como Milagro Sala.
¿Tercera Vía?
“El bloque
Unidad Federal es un nuevo espacio de confluencia política entre senadores y
senadoras nacionales con representación en distintos distrito electorales del
país, que coincidimos en buscar consensos y entendemos la necesidad de
construir una alternativa en el Senado de la Nación que responda a los nuevos
desafíos que plantean nuestros territorios y que representen a los ciudadanos y
ciudadanas que nos eligieron a través del voto popular”, dice el primer párrafo
de un comunicado que elaboraron los senadores de la nueva bancada y que,
sujestivamente, se filtró sin el consentimiento de los legisladores.
Según afirmaron
a Página/12 colaboradores de Unidad Federal, el texto se dará a conocer un
momento antes de la sesión en el salón Provincias Unidas del Senado donde se
hará la presentación formal. El nuevo bloque estará presidido por Snopek y su
vice será la cordobesa Vigo, según la nota que elevaron a la Cámara. Una
estructura que lo asocia a la propuesta del gobernador Schiaretti de conformar
una alternativa electoral “por fuera de la grieta” entre oficialismo y la
oposición de Juntos por el Cambio.
La adhesión de
la puntana Catalfamo al nuevo bloque también coincide con la postura que asumió
su jefe político y gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, al sumarse a
la propuesta de Schiaretti. Lo mismo que el senador entrerriano Kueider, que
responde al gobernador Gustavo Bordet que a pesar dar en principio el visto
bueno después se despegó del pedido de juicio político a los miembros de la
Corte Suprema de Justicia que impulsó el presidente Alberto Fernández junto a
otros gobernadores peronistas. Kueider ya había manifestado en varias
oportunidades su disconformidad con la agenda del oficialismo en la Cámara
alta. Igual que Espínola aunque con un perfil más bajo.
Otro párrafo del
comunicado se expresa en el mismo sentido que la propuesta de Schiaretti de
crear una alternativa electoral y que el cordobés apunta a acrecentar entre el
peronismo de la zona núcleo del país. “Buscamos ser una alternativa donde se
priorice la posibilidad de aportar a la reflexión sobre la Argentina que
queremos para nosotros y las futuras generaciones, sin grietas, con discusiones
que planteen soluciones a corto, mediano y largo plazo para todos los
argentinos y argentinas. Apostamos a la unidad, el respeto y el diálogo en pos
de encontrar puntos en común, dejando de lado las retóricas petrificadas y los
personalismos que tanto daño nos ha hecho como sociedad”, dice el documento.
“El bloque Unidad Federal viene a plantear la necesidad de crear un espacio
político que le de verdadera representación a la agenda federal y a las
provincias argentinas”, cierra el comunicado.
El quórum
La deserción
complica la estrategia del oficialismo en la Cámara alta. No solo pierde la
posibilidad de generar el quórum propio y tendrá que apelar ahora a la voluntad
de un ínfimo grupo de aliados para intentar lograrlo. Sino que también pone en
discusión su condición de primera minoría. Sumados los bloques del Frente
Nacional y Popular y de Unidad Ciudadana –que integran el interbloque del FdT—
contará ahora con 31 senadores propios. Seis menos que los necesarios para
abrir el debate en el recinto.
En tanto que JxC
podría igualar la cantidad de senadores, si suma sus bloques y los de sus
aliados: La UCR tiene 18; el PRO 9; mientras que sus aliados de Cambio Federal
tiene 4, más el monobloque del sanjuanino Roberto Basualdo. 31 en total.
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