Una informe técnico de circulación en el mercado financiero es lapidario con la propuesta electoral del candidato La Libertad Avanza. Con el actual nivel de reservas, los ingresos de la población se pulverizarían. La promesa de Milei de recibir capitales del exterior para hacer la conversión es considerada imposible de concretar.
Las tensiones
con el dólar siguen latentes y el precio del blue tuvo un salto de más de 20
pesos en los primeros días de esta semana. Los anuncios de la oposición acerca
de las medidas que tomaría en caso de ganar las elecciones de este año
potencian la especulación e incertidumbre. Una de las propuestas que genera
ruidos y rumores es la de Javier Milei, quién asegura que dolarizará la
economía si es elegido Presidente. Desde la consultora 1816 realizaron un
informe técnico para explicar porqué esta propuesta tiene patas cortas y es
impracticable.
“El tipo de
cambio de conversión para rescatar el pasivo del Banco Central es de 9944 pesos
si se usan las reservas netas”. Así lo menciona el informe en uno de los
escenarios evaluados. Esto implica que se necesitaría tener un tipo de cambio
que sea alrededor de 25 veces más alto que el actual para dolarizar. El impacto
para los salarios sería de proporciones catastróficas.
El documento de
1816 busca evaluar la viabilidad de la propuesta de dolarización de Milei y
plantea que otra de las opciones sería conseguir un préstamo de 40 mil millones
de dólares para sumar a las reservas para asegurar que todos los pesos se
cambiarán por moneda dura. Si no se consigue ese monto, la tercera opción sería
conseguir 20 mil millones de dólares, mientras se hace pasar el tipo de cambio
financiero de 400 a 800 pesos.
Frente a estas
dos opciones la conclusión del informe no tiene rodeos. “Parece muy improbable
que Argentina pueda dolarizar con el nivel actual de reservas, porque eso
requeriría un nivel de confianza del mundo en el nuevo plan que es casi
imposible que se dé en 2024. Si asumimos que no habrá préstamos extraordinarios
del exterior, no es posible una dolarización ordenada y deben asumirse las
distintas consecuencias”. Esas consecuencias van desde un fuerte impacto
distributivo hasta un incumplimiento de la deuda en pesos.
La consultora
presenta además una alternativa a las opciones anteriores que sería declarar la
libre circulación del dólar, permitiendo que todo tipo de transacciones
(incluyendo el pago de impuestos) pueda hacerse con moneda extranjera. “Esta
idea podría conducir a una dolarización completa de la economía, pero no por la
recompra de la base monetaria (y de las Leliq) sino sencillamente porque la
población prefiera usar la moneda extranjera”.
Sin embargo, en
la misma lógica que con los escenarios previos, considera que esta salida tiene
un punto débil. “Podría generar un descenso de la demanda de pesos tal que se
genere una hiperinflación en moneda local”. Es decir, que las tasas de
incremento de los precios no sean similares todos los meses sino que el
problema de precios escale hasta espiralizarse.
En el documento
se alerta también por los problemas de expectativas que genera asegurar que
habrá una dolarización de la economía. “Podría generarse una especie de
profecía autocumplida: lo que implica que los tenedores de pesos teman una
dolarización y al intentar deshacerse de sus tenencias (en moneda local), se
generen las condiciones para esa dolarización a través de una licuación masiva
de stocks”. El problema de las expectativas es central.
En los últimos
días se observó un ejemplo directo. A pesar del dólar soja, que fija un tipo de
cambio preferencia para las exportaciones del complejo agropecuario, el ingreso
de divisas del sector fue casi cero. Eso llevó al Banco Central a intervenir
nuevamente con reservas en el mercado de cambios. Este miércoles vendió casi
200 millones de dólares para evitar movimientos bruscos del tipo de cambio
mayorista. La pulseada para forzar una devaluación fuerte del dólar oficial se
encuentra abierta y esta semana la corrida ganó intensidad en el mercado
financiero.
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