Tanto Luis Arce como el vicepresidente David Choquehuanca no asistieron al encuentro de la militancia, que intentó ser paralizado sin éxito por la justicia.
El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia formalizó este
miércoles su ruptura con la decisión, tomada en un congreso partidario, de
nombrar al expresidente Evo Morales como "candidato único" para los
comicios de 2025 y dar por hecho la expulsión del mandatario Luis Arce. Tanto
Arce como el vicepresidente David Choquehuanca no asistieron al encuentro
militante, que intentó ser paralizado por la justicia aunque siguió sesionando.
Morales clausuró el décimo congreso del MAS un día antes de lo previsto,
según la cúpula del partido debido las altas temperaturas en la región y luego
de que las distintas comisiones aceleraran los debates. La reunión partidaria,
que se realizaba desde el martes en la localidad de Lauca Ñ, departamento de
Cochabamba, nombró de forma preliminar al expresidente como el "candidato
único" de la fuerza y se aprobó que "no se haga ninguna alianza"
en las elecciones de 2025.
Otro de los puntos de la declaración indica que "las denuncias por
transfugio y traición serán remitidas al tribunal de disciplina para considerar
su expulsión del partido político", en una medida que apunta especialmente
al presidente Arce y al vicepresidente Choquehuanca, quienes no solo no
asistieron al encuentro sino que además le restaron validez con el argumento de
que no cuenta con la participación de las organizaciones fundadoras del MAS.
"Todos están contra Evo"
Morales, luego de ser posesionado, denunció que el gobierno de Arce actúa
"peor que un gobierno de facto" al intentar postergar el congreso
hasta último momento. "Felizmente gracias a la unidad, gracias a las
delegadas y delegados el congreso terminó legal y oficialmente", celebró
el expresidente, quien agregó: "Cuando hay agresión permanente sólo se
gana con el pueblo. Ahora nuevamente triunfamos legal y legítimamente con
nuestro congreso".
Morales, que en las últimas semanas elevó el tono de sus críticas al
gobierno, comparó su situación actual con la que vivió en sus últimas horas el
líder indígena Tupac Katari, atado en sus cuatro extremidades por cuatro
caballos que lo desmembraron. Dijo que esos cuatro caballos que quieren
terminar con él son el gobierno, la derecha, el imperio y los medios de
comunicación. Finalmente el exlíder cocalero invitó a quienes están
"equivocados" a que vuelvan a las filas del partido.
Entre gritos de "Evo, Evo" con los que los asistentes defendieron
la candidatura de Morales a la presidencia, el exmandatario dijo que "el
MAS va a recuperar nuestra revolución para salvar la patria nuevamente".
La nueva directiva se reunirá para analizar las determinaciones que se
adoptaron en los dos días del congreso y el próximo lunes se entregará un
informe a todas las bases del partido.
Durante el congreso este miércoles, el MAS modificó los estatutos para que
solo puedan postularse militantes con diez años de antigüedad, requisito que
Arce no cumple. El sector cercano al actual presidente decidió no asistir al
congreso y convocó a una gran movilización y cabildo para el 17 de este mes en
El Alto, de donde "saldrán resoluciones importantes, en el marco del
respeto y madurez política que siempre ha caracterizado a las organizaciones
sociales", ponderó el jefe de Estado.
Fallo contra el congreso
Arce se había marginado días antes del congreso del oficialismo alegando
que las organizaciones sociales no estaban representadas. "No podemos
asistir a una casa donde no van a estar los verdaderos dueños, las
organizaciones sociales", señaló el mandatario y exministro de Morales,
quien advirtió que el congreso era "un atropello a las organizaciones
sociales que en realidad están siendo despojadas de su propio instrumento
político".
La división entre "evistas" y "arcistas" se reflejó en
un fallo de la Sala Constitucional del Tribunal de Justicia del departamento de
Santa Cruz, que ordenó este miércoles paralizar el desarrollo del congreso. El
recurso fue presentado hace una semana por Felipa Montenegro, una dirigente
campesina de la Federación Bartolina Sisa que reclamó a la dirección del MAS
por la exclusión de militantes del encuentro partidario.
A pesar de la decisión judicial el congreso continuó bajo el argumento de
que no fueron notificados y que, además, la etapa de convocatoria ya había
pasado y el evento partidario estaba instalado. "Queda como ocurrente y
por demás observable que una sala jurisdiccional se pronuncie ante un evento
que ya está en su etapa de finalización, cuando por normativa esta debería
hacerse 15 días antes de su realización, incurriendo así en un delito",
dijo Carlos Romero, exministro de Morales, en una conferencia del equipo legal
del partido.
Del amor, ¿al odio?
Arce fue el ministro de Economía de Morales en buena parte de su mandato y
se lo considera responsable del resurgimiento de Bolivia gracias a un osado
plan económico y financiero. Luego del golpe de Estado de noviembre de 2019 y
frente a la perspectiva de nuevos comicios, con Morales fuera del país, el
exmandatario lo señaló como postulante del MAS.
Pero la independencia creciente de Arce ya en el poder y las sucesivas
declaraciones de su antecesor, con cuestionamientos al funcionamiento del
Ejecutivo y algunas designaciones de ministros, fueron debilitando el vínculo.
El caso más emblemático fue el del ministro de Gobierno Eduardo Del Castillo,
destituido por la Asamblea Legislativa con el voto aliado de opositores y el
sector de Morales. En un gesto de fortaleza y de enfrentamiento abierto, Arce
lo devolvió al cargo dos días después con un mecanismo particular: lo destituyó
con un decreto y lo restituyó con otro.
A favor de Arce juegan hoy las cinco organizaciones que integran el llamado
Pacto de Unidad en el que se basa el poder partidario: la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, la Confederación Nacional
de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa, el
Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo, la Confederación
Sindicalista de Comunidades Interculturales de Bolivia y la Confederación de
Pueblos Indígenas. También se podrían agregar a la lista los delegados de la
poderosa Confederación Obrera Boliviana, quienes no asistieron al congreso del
MAS en Cochabamba.
Según el diputado arcista Israel Huaytari, la dirigencia del congreso del
MAS abandonó a las organizaciones sociales que conforman el Pacto de Unidad y
no las tuvieron en cuenta para estar presentes en el encuentro. En ese marco de
hostilidad interna, Morales acusó al gobierno de Arce de enviar policías
infiltrados al congreso para provocar disturbios y activar granadas de gas.
La comisión de seguridad del congreso informó que durante los controles se
decomisaron cuchillos, municiones y hasta torniquetes que iban a ser aplicados
en bombas molotov. Unas 20 personas fueron expulsadas por ese motivo. También
se encontraron credenciales falsas de seguridad según el encargado de seguridad
del evento, Vicente Choque.
Sin el origen indígena ni el carisma de su mentor, Arce consiguió apuntalar
su liderazgo entre las bases sociales y sindicales mostrándose siempre abierto
al diálogo. Su desaprobación alcanza el 50 por ciento según una encuesta de la
empresa privada Diagnosis. Sin embargo en círculos del oficialismo se da por
descontado que Arce buscaría la reelección, frente a una oposición debilitada y
el rechazo que despierta Morales en los sectores económicos concentrados.
En diálogo con el diario La Razón, el exvicepresidente Álvaro García Linera
dijo que no asistió al congreso en Cochabamba porque rechaza la pelea entre sus
compañeros. García Linera dijo estar "triste, deprimido e indignado"
por los conflictos internos y disparó: "Me gustaría esa energía y esa
habilidad discursiva para enfrentar a las oligarquías, pero no entre
compañeros".
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