La fórmula de UxP remontó 15 puntos de lo obtenido en las PASO. Milei se estancó. Bullrich y JxC se derrumbaron. Los votos de Kicillof y los gobernadores del norte. El futuro.
Fue un domingo para el infarto, de esos que la democracia argentina --que
cumple 40 años-- regala de tanto en tanto. Un tiempo de tensión, incertidumbre
con fuerzas que promueven el negacionismo, la destrucción del Estado y la
ruptura de las redes de contención social, a las que se le contrapuso trabajo,
militancia, Estado, esfuerzo y política para que sobre el final de este domingo
de elecciones llegue la recompensa. Esa que se tradujo en la remontada de
Sergio Massa de Unión por la Patria (36,63 por ciento) que no sólo dejó atrás y
lejos a Patricia Bullrich de JxC (23,83 por ciento), sino que fundamentalmente
superó al ganador de las PASO, el candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier
Milei (29,99 por ciento). Ahora viene un nuevo momento, cuatro semanas
interminables hasta el balotaje. Massa no perdió tiempo y ya comenzó a buscar
esos votos necesarios que están en la izquierda, el peronismo cordobés, los
radicales, pero también en los desencantados que votaron en blanco o se
ausentaron. "A todos ellos le digo que haré el mayor esfuerzo para ganarme
su confianza", afirmó el tigrense y prometió: "Muchos de los que nos
votaron son los que más están sufriendo, no les voy a fallar. Sepan que desde
el 10 de diciembre no les voy a fallar".
La fórmula que integran Sergio Massa y Agustín Rossi incrementaron en 15
puntos lo cosechado en las PASO. Las razones están en las políticas
implementadas que impuso el ministro candidato que ya gobierna ante un
presidente difuminado. Se debe sumar la gestión de Axel Kicillof en la
provincia de Buenos Aires que hizo las veces de barrera contra las huestes
libertaria (que se tradujo en un triunfo rotundo), y también la recuperación de
los votos perdidos por el peronismo en provincias como Tucumán y La Rioja.
Vale aclarar que Unión por la Patria (UxP) recuperó una buena cantidad de
votos ya que de los 6,5 millones obtenidos en las PASO ahora ascendió a 9,5
millones. Un envión que es imprescindible mantener hasta noviembre. Por el
contrario, Milei sumó solo 700 mil votos a los 7,1 millones que consiguió en
las primarias. Se estancó.
Alegría y micromilitancia
La alegría siempre fue una característica destacable de las movilizaciones
del peronismo y sus versiones frentistas. Los años de los gobiernos de Néstor Kirchner
y de Cristina Fernández de Kirchner representan un claro ejemplo. Sin embargo,
con el gobierno del Frente de Todos, pandemia mediante y las falencias en la
gestión esa calle se fue alejando, pero los resultados de esta elección
presidencial muestran que había sido una cuestión temporal porque la fuerza de
esa alegría y la decisión de tener un gobierno nacional, popular y democrático
provocó un huracán de lo que ahora se denomina "micromilitancia" que,
si se quiere, empujó y arrastró a las estructuras partidarias de los partidos
que integran Unión por la Patria a recuperar los votos perdidos e incluso
renovar la esperanza necesaria no solo para imponerse en el resultado sino
llegar al balotaje.
Esta fuerza interna dentro de UxP deberá ser tomada en cuenta y no ser
vista solo con simpatía. En primer lugar porque todavía hay que superar la
segunda vuelta y en segundo lugar porque, como reconoció el propio Massa, la
militancia no sólo se expresa en la calle sino también en las redes sociales,
espacio donde esta "micromilitancia" trabajó a destajo.
"Los verdaderos protagonistas de este triunfo son los y las
militantes. No nos venció ni la resignación ni la antipolítica", reconoció
Axel Kicillof en su extenso discurso triunfal. Una reelección garantizada con
una formidable gestión estatal que incluso superó tropiezos como el affaire
Insaurralde: en Lomas de Zamora, Federico Otermin retuvo la intendencia por
49,81 por ciento de los votos.
Kicillof, con su reelección, se queda con una cuotaparte importante del
triunfo de UxP. Retener el distrito más importante de la Argentina era
estratégico: "Este triunfo nos da fuerza, pero la campaña a no terminó en
la provincia de Buenos Aires. La campaña termina cuando Massa sea el próximo
presidente", advirtió Kicillof y destacó el "compromiso de Massa con
la producción, la infraestructura, la distribución del ingreso y la mejora de
los salarios" para combatir el mayor enemigo de un candidato oficialista:
la inflación.
Justamente en este escenario de inflación galopante, el triunfo de Massa
bien puede ser considerado como un milagro. Ahora bien, no fue por obra de
algún espíritu santo sino por cuestiones netamente terrenales. Las medidas que
implementó Massa --y que destacó Kicillof-- para recuperar el poder adquisitivo
fueron sustanciales, pero hay un dato más y ese es justamente Javier Milei. Su
aparición, violenta y disruptiva, terminó por desplazar la cuestión económica
para imponerse el debate político-ideológico donde el peronismo desplegó sus
mejores herramientas como es el control del Estado a favor de políticas que
garantizan derechos y contención de las grandes mayorías.
Ahora bien, todo esto no resultó suficiente para ganar en primera vuelta y
ahora se abre una brecha de espacio-tiempo hasta el 19 de noviembre para que
Massa alcance los acuerdos necesarios para transformar el milagro de este
domingo en una realidad efectiva.
Las negociaciones
Massa no ocultó antes ni tampoco durante su discurso triunfal de anoche la
necesidad imperiosa de conformar un gobierno de unidad nacional y, para eso hay
que sentarse a negociar. Lo dijo sin ambages: "Les hablo a los argentinos
que votaron en blanco, a los que no fueron, a los que eligieron a Myriam
(Bregman), a Juan (Schiaretti), quiero hablarle a los miles de radicales que
comparten con nosotros valores democráticos, pero también le hablo a los que
eligieron otra opción pensando tener una Argentina en paz, con orden, con
valores democráticos, esos que quieren un país sin incertidumbres y con
certezas. A todos ellos le digo que haré el mayor esfuerzo para ganarme su
confianza".
Si bien el FIT-U no mejoró su perfomance de las PASO esos casi 700 mil
votos que obtuvo Bregman, aunque sea un porcentaje, no vienen mal en un
balotaje.
La negociación con Schiaretti no se presenta fácil. Schiaretti fue duro con
el kirchnerismo y hará valer su mejora sustancial en votos, pasó de 3,83 por
ciento en las PASO a casi un 7 por ciento, a la hora de negociar. De todas
formas habrá que ver cuál será la actitud de Martín Llaryora, el gobernador
electo y conductor del PJ mediterráne ante la propuesta de gobierno de unidad
nacional que lanzó Massa.
El resultado de estas negociaciones no sólo puede mejorar las posibilidades
electorales para noviembre. También sirve a futuro ya que en caso de ser
gobierno, los vínculos generados en este tiempo se traducen también en
posibilidad de mejorar la suerte de los proyectos legislativos que impulse el
posible Ejecutivo que lidere Massa.
El Congreso
A partir del 10 de diciembre en la Cámara de Diputados, UxP --hoy Frente de
Todos-- pasará a contar con 107 legisladores propios, seguido por Juntos por el
Cambio con 94 diputados propios y, finalmente, La Libertad Avanza pasará de dos
a 38 diputados. En el Senado, mientras tanto, el peronismo recuperará la primera
minoría y quedará muy cerca del quórum: tendrá 35 senadores (incluyendo lo dos
del Frente de la Concordia misionero). JxC, mientras tanto, pasará a tener 24
senadores y los libertarios debutarán en la Cámara alta con ocho senadores.
El factor Milei-Bullrich
Con el rostro entumecido, Patricia Bullrich reconoció la derrota pero no
felicitó a los que la superaron y deben competir en la segunda vuelta. Eso sí,
repitió sus diatribas antikirchneristas. Como siempre acusó al gobierno de Unión
por la Patria de ser responsables de "haber empobrecido al país". Si
bien dijo que los valores de JxC "no se venden ni se compran, no lo vamos
a negociar", no tuvo ninguna palabra para Milei, ni siquiera para
criticarlo. Pudo ser un olvido del momento o parte de un futuro acuerdo.
De hecho, cuando finalmente Milei habló en el Hotel Libertador curiosamente
no citó a Bullrich y asumió como propio el discurso antikirchnerista.
"Vengo a dar por terminado el proceso de agresiones y ataques, estoy
dispuesto a barajar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo.
La elección que tenemos por delante es muy clara: o cambiamos o nos
hundimos", dijo. Un gesto, un mensaje.
"Estamos ante un hecho histórico", dijo el candidato de LLA para
luego felicitar a Rogelio Frigerio, a quién consideró ganador de la gobernación
de Entre Ríos y a Jorge Macri lo llamó jefe de Gobierno porteño. Más gestos,
más mensajes.
Ahora comienza una nueva etapa en un proceso electoral complejo y hasta
disruptivo. Así como Milei se convirtió en el primer ganador de las PASO en ser
derrotado en primera vuelta, a Massa le toca quebrar otra norma, ganar la
primera vuelta y también el balotaje.
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