El candidato de LLA y el PRO buscaban tratar iniciativas por los rehenes argentinos en Medio Oriente y arrastrar al FdT a una polémica. Cecilia Moreau convocó a los jefes de bloque, acordaron comunicado y suspender sesiones hasta el balotaje. Gritos y campaña en la comisión de Juicio Político.
El último gran acuerdo parlamentario antes del balotaje: la Cámara de
Diputados no sesionará antes del 19 de noviembre y aplazará todas las
discusiones pendientes para cuando la Argentina ya tenga presidente electo.
Reunida con todes les presidentes de bloque opositores, Cecilia Moreau logró
así neutralizar la sesión del miércoles que había pedido Javier Milei para
tratar una serie de incitativas vinculadas a los rehenes argentinos de Hamas.
La sesión había sido pergeñada por el PRO y el candidato de La Libertad Avanza
para presionar al oficialismo y utilizar el conflicto en Medio Oriente como
insumo electoral, pero el quórum estaba lejos de estar asegurado y el Frente de
Todos aprovechó y terminó acordando un comunicado que condenaba el ataque
terrorista. A cambio, se decidió que la oposición bajaría su sesión y el
oficialismo se comprometería a no convocar ninguna antes de las elecciones.
"Parecemos un parlamento sueco", ironizaban en el FdT, poco después
del caos que se había generado, horas antes, en la comisión de Juicio Político.
Javier Milei salió ufano por la puerta del Congreso nacional a la seis de
la tarde. "Hemos logrado que se condenara el acto terrorista de Hamas. Nos
parece que no tenía sentido seguir avanzando en la sesión del día de mañana
porque el comunicado deja en claro las cuestiones que habíamos planteado",
afirmó, satisfecho. Minutos después, a través de sus redes sociales, buscó
adjudicarse la caída de la sesión como una victoria personal. La misma había
sido maquinada por Cristian Ritondo y respaldada por todo el ala PRO que se
alineó detrás del candidato libertario con el objetivo de tratar cuatro
proyectos de resolución que le solicitaban al canciller Santiago Cafiero que
informara sobre las medidas tomadas para conseguir la liberación de los rehenes
argentinos en Gaza. El objetivo era arrastrar al oficialismo a polemizar sobre
el tema en el recinto a dos semanas de las elecciones, pero se terminaron dando
de frente con un dato de la realidad: no había quórum para avanzar con la
sesión.
El FdT, conciente de la limitación de la alianza PRO-libertaria, aprovechó
y convocó a una reunión. A las 15 horas comenzaron a llegar todes les jefes de
bloque al despacho de la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, en lo que iba
a ser el primer encuentro multipartidario tras el terremoto generado por el
acuerdo Macri-Milei. Ingresaron Cristian Ritondo (PRO Milei), Mario Negri
(UCR), Juan Manuel López (Coalición Cívica), Silvia Lospenatto (PRO
neutralidad), Milei, Carolina Píparo, "Topo" Rodríguez (Identidad
Bonaerense), Mónica Fein (Partido Socialista), Romina Del Pla (FIT-PO), Myriam
Bregman (FIT-PTS), Germán Martínez (FdT), Eduardo Valdés (FdT) y Paula Penacca
(FdT). En el oficialismo estaban furiosos: "Quieren armar una berretada de
debate a cielo abierto con un tema así de sensible por la campaña
electoral", mascullaban antes de ingresar al despacho. Había conciencia de
que el PRO no tenía el número para el quórum - el radicalismo y la CC no habían
comprometido su apoyo - y el desafío era desactivar la sesión pudiendo mostrar
cierto consenso en medio de la guerra electoral.
Fue una negociación de más de dos horas, pero se logró consensuar un
comunicado conjunto que condenaba el ataque terrorista de Hamas a Israel en
octubre y le solicitó al Poder Ejecutivo que "profundice los
esfuerzos" para lograr la liberación de todos los argentinos secuestrados.
Se incluyó, además, un párrafo que reconocía el "derecho de defensa del
Estado de Israel". Esto último fue lo más difícil de acordar por las
diferencias que había dentro del FdT, pero se terminó incluyendo y se le agregó
sólo una aclaración: que el derecho a defensa era "en el marco del derecho
internacional humanitario". JxC y Milei se rehusaron a incluir el derecho
a existir de los dos Estados. Firmaron todos los bloques menos la izquierda. Y
se acordó, a su vez, que Santiago Cafiero participaría de una reunión
informativa reservada en la comisión de Relaciones Exteriores.
A cambio, el oficialismo también tuvo que ceder. El titular de la bancada,
Germán Martínez, pretendía convocar una última sesión antes de las elecciones
para aprobar la Ley de Financiamiento Educativo, pero se terminó acordando que
se dejaría para después de las elecciones. "No creo que Massa hubiera
querido que le metamos mil cuestiones de privilegio por lo de Tailhade",
deslizaban - con cierta razón - en el PRO.
Gritos en la comisión de Juicio Político
La previa de la reunión de los jefes de bloque había arrancado a las
patadas. Unas horas antes, en el Anexo de la Cámara, se había reunido la
comisión de Juicio Político para que los jueces de la Corte Suprema pudieran
hacer su descargo presencial si querían defenderse de los cargos que les
estaban imputando. Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz ya lo habían hecho de
manera escrita, pero faltaban Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Los
cortesanos -como era de esperar- no aparecieron nunca y la presidenta de la
comisión, Carolina Gaillard, dio por finalizada la reunión exactamente tres
minutos después de haberla iniciado. Ahí comenzaron los gritos. JxC concurrió a
la reunión con el objetivo de meter púa con el escándalo de espionaje ilegal
que había terminado involucrando a uno de los integrantes de la comisión,
Rodolfo Tailhade. El objetivo era utilizar la comisión como arena electoral y
el FdT se le adelantó, cerrando rápido la reunión y vaciándola de quórum.
"¡Huyen como ratas! Esto es vergonzoso", bramó, furioso, Negri,
cuando vio que el oficialismo abandonaba la sala. Sabiendo que el oficialismo
había decidido finalizar con el debate de juicio político hasta después del
balotaje a pedido de Sergio Massa, les diputades de JxC decidieron organizar
una conferencia de prensa y utilizar aquel espacio como plafón electoral. No
contentos con cuestionar a Tailhade --quien negó tener cualquier vínculo con el
expolicía Ariel Zanchetta--, la oposición decidió adelantar que pediría su
desafuero. Se le exigió a Leopoldo Moreau, además, que convocara a la Bicameral
de Inteligencia para investigar el caso. Al cierre de esta edición, el
oficialismo no había tomado aún una decisión.
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