El nuevo titular del movimiento social más grande del país tiene 42 años y creció en un barrio popular de Marcos Paz. El desafío de la organización sigue siendo el mismo: "Tenemos trabajo, pero nos faltan derechos", dice. Asumirá en un contexto particular, con un gobierno de ultraderecha. "Nosotros siempre estamos dispuestos al diálogo, pero deben tener en claro que si perjudican al pueblo van a generar una reacción”, asegura.
Alejandro Gramajo, un referente del Movimiento Evita de 42 años, es el
nuevo titular de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, que este
miércoles realizó sus primeras elecciones. La UTEP se prepara así, tras hacer
una masiva campaña de afiliaciones, para la etapa que se abrirá con el gobierno
de Javier Milei. En la organización de los trabajadores informales hay mucha
preocupación por los anuncios que viene haciendo el libertario: un nuevo ciclo
de neoliberalismo pero recargado, que sólo puede llevar a una situación más
grave que la que estamos viviendo. “Milei está anunciando un ajuste brutal y
eso va a profundizar la crisis. Nosotros siempre estamos dispuestos al diálogo,
pero deben tener en claro que perjudiquen al pueblo van a generar una reacción”,
señaló el nuevo secretario general de la UTEP tras ser electo.
La UTEP llegó este mes a 420 mil afiliados en todo el país. En marzo de
2021 el ministerio de Trabajo reconoció a la organización de la economía
popular como un sindicato. La organización se define a sí misma como un gremio
“que representa y defiende los derechos de los excluidos del mercado laboral,
quienes nos inventamos nuestro propio trabajo para subsistir". Se estima
que en la economía popular hoy trabajan 8 millones de argentinos, es decir una
cantidad equivalente a la de los trabajadores del sector privado.
Gramajo es un referente muy conocido dentro las organizaciones sociales, en
las que milita desde que era adolescente, es decir desde finales del gobierno
menemista. También ha cumplido funciones dentro del Estado, ya que se formó con
Emilio Pérsico y lo acompañó en su paso por el gobierno; actualmente trabaja en
el Ministerio de Desarrollo Social, donde es subsecretario. Su rol, es atender
las demandas de las unidades productivas del Potenciar Trabajo.
El referente es parte de la generación que vio a sus padres quedar
desocupados en la crisis previa al estallido del 2001. Su papá era ayudante de
limpieza en el Sanatorio porteño de San Patricio cuando, en el gobierno de
Fernando De la Rúa, la clínica quebró dejando a sus 800 trabajadores en la
calle.
Gramajo viene además del conurbano más periférico: creció en un barrio
popular de Marcos Paz. Empezó a militar en el Movimiento Plátano, un movimiento
que reunió a pibes de barrio y estudiantes universitarios, tanto de la
izquierda como del peronismo. Más tarde, se fue a vivir a a Venezuela, cuando
Hugo Chávez presidía aquel país; de regreso a la Argentina se sumó al
movimiento Evita.
Le dicen Peluca, como a Milei. Un Peluca salido del campo popular.
Luego del triunfo presidencial de la ultraderecha, la UTEP tuvo dos gestos:
se recostó en la CGT y buscó abrir canales de diálogo con el futuro gobierno.
El acto de asunción de sus nuevas autoridades, el próximo lunes, se realizará
en el salón Felipe Vallese de la central obrera. En cuanto al diálogo con los
mileístas, referentes del Movimiento Evita mantuvieron conversaciones con
Guillermo Francos, futuro ministro del Interior, y Pablo De la Torre, eventual
secretario de Desarrollo Social. Milei ya ha dicho que el único gasto que no va
a recortar es del asistencia, otro preanuncio del daño que se prepara a ejercer
sobre el tejido económico y social del país con el argumento de que el es único
camino para evitar la hiperinflación.
Con esta elección, la conducción de la UTEP tiene continuidades y cambios.
Dos mujeres, Dina Sánchez (Frente Darío Santillán) y Norma Morales (Somos
Barrios de Pie) seguirán como secretarias generales adjuntas, manteniendo un
rol importante como voceras de los trabajadores de la economía popular, que es
un sector feminizado.
"Es importante debatir las nuevas formas de organizar el trabajo. En
la Argentina no hay empleo, pero hay trabajo. Lo que queremos es que nuestro
trabajo sea reconocido y sea dotado de derechos. A eso es a lo que apuntamos
con esta elección, sabiendo que se vienen, además, tiempos difíciles",
señaló Sánchez.
Deja su lugar un histórico del movimiento de desocupados, el hoy diputado
nacional Juan Carlos Alderete (CCC), así como Esteban “Gringo“ Castro
(Movimiento Evita), que presidió desde su creación a la UTEP y Gildo Onorato
(también del Evita). Son recambios que se hicieron sin perjudicar la
representación interna de las organizaciones sociales en la UTEP, que hoy tiene
como principales fuerzas al llamado trío de Los Cayetanos -el Evita, la CCC y
Somos Barrios de Pie- y una cuarta pata referenciada políticamente en Juan
Grabois, de la que es parte el Movimiento de Trabajadores Excluidos y el Frente
Darío Santillán.
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