El titular de Economía reclamó u$s 15 mil millones para aliviar las cuentas externas y mejorar la perspectiva de salida del cepo cambiario. Lo felicitaron por los resultados del programa económico. Pero nada más.
Por ahora, los viajes de Luis Caputo a Washington no le alcanzaron para
conseguir dólares ni para cubrir los gastos de viaje que acumuló en reiteradas
visitas. Quien fuera presentado por Marcos Peña (jefe de gabinete de Mauricio
Macri) como "un premier league" o "el Messi de las
finanzas", por ahora no revalida esos títulos, al menos a la luz de los
intereses del país al que le presta servicios como funcionario. Su encuentro
con la vicedirectora del FMI, Gita Gopinath, este jueves no le deparó una
suerte distinta a la de las gestiones anteriores: no habrá desembolsos extra
para Argentina. Recibió como respuesta el mismo "No hay plata" que
flamea como consigna del gobierno de Milei cada vez que se presentan
necesidades para comedores populares, la obra pública, las universidades, las
provincias y otros tantos destinos encuadrados en lo que se entiende como
obligaciones de la política pública.
Tal como ocurre desde que en diciembre de Javier Milei puso en marcha el
ajuste salvaje (inflación, retraso o licuación de sueldos y jubilaciones,
desregulaciones masivas en favor del capital concentrado, paralización y
desmantelamiento de estructuras del estado), se repitieron las felicitaciones y
elogios del FMI por la política en ejecución. Pero al mismo tiempo, se
repitieron las señales de que no habría nuevos acuerdos de préstamos
adicionales para Argentina, por lo menos antes de culminar la actual etapa:
terminar de pagar la deuda (stand by) de 2018 con un nuevo préstamo por igual
monto (bajo la forma de un Acuerdo de Facilidades Extendidas, AFE). Del viejo
crédito, restarían pagar las últimas cuotas de capital este mes de abril, por
2034 millones de dólares, y otra en el mes de julio, por 678 millones de
dólares.
Para cumplir estos vencimientos sí habrá desembolsos, pero exclusivamente
para ese fin y engrosar, en igual monto, el nuevo crédito AFE. Para la
cancelación de este nuevo crédito, quedó establecido un cronograma que empieza
en 2026 y culmina en 2034. A lo largo de todo este proceso, el país quedará
sometido al cumplimiento de las metas fijadas por ambos acuerdos en materia de
acumulación de reservas, no emisión monetaria y ajuste fiscal hasta alcanzar el
equilibrio entre gastos e ingresos.
El gobierno, considerando que venía sobrecumpliendo las metas, esperaba
contar con un financiamiento extra que le permitiera adelantar sus propias
expectativas de equilibrio financiero. Concretamente, tener respaldo para
anticipar la salida del "cepo cambiario". Pero eso no ocurrió.
Dos semanas atrás, a principios de abril, Julie Kozack, vocera del Fondo y
ex jefa de la misión para la revisión de las metas, lo adelantó. "Es
impresionante el progreso de las políticas de reformas de Argentina", dijo
en una conferencia de prensa, como preámbulo a comentar que "por ahora es
prematuro" hablar de un nuevo programa de préstamos.
Este jueves, fue la titular del FMI, Kristalina Georgieva, quien se refirió
a la Argentina, en una reunión con la prensa en el marco de la Asamblea de
Primavera del Fondo y del Banco Mundial. Destacó tres aspectos:
* "La inflación está bajando un poco más rápido de lo que esperábamos
inicialmente".
* "En Argentina, durante mucho tiempo un país rezagado desde el punto
de vista de las reformas, vemos que ahora está avanzando muy rápidamente con el
ajuste fiscal".
"El país está atrayendo la inversión privada para buscar un mejor
rendimiento" (un elogio a las inversiones especulativas que aprovechan los
altos rendimientos de las colocaciones en pesos, pero que saldrán antes de que
vuelva a saltar el dólar, en una típica maniobra de bicicleta financiera).
Caputo estuvo acompañado en sus gestiones en la capital estadounidense por
el jefe de gabinete, Nicolás Posse; el presidente del Banco Central, Santiago
Bausili, y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno. El ministro se centró en su
encuentro con Gopinath (es, además, la representante de EE.UU. en el FMI) y el
que tenía previsto mantener con Jay Shambaugh, alto funcionario del
Departamento del Tesoro de EE.UU. que encabeza Janet Yellen.
Eludió, en cambio, la reunión de ministros de Economía del G20 que se
realizó en paralelo a la asamblea anual del FMI y el BM. Los enviados de medios
argentinos a Washington señalaron que ocupó largo tiempo a comunicaciones
telefónicas, hechas incluso en la vereda a la salida del edificio del FMI. ¿En
busca de un Plan B?
Argentina enfrenta en los meses inmediatos importantes compromisos en
divisas, por vencimientos pero también por demanda de dólares de importadores y
empresas con deudas financieras con el exterior. ¿Podrá esperar todo del
resultado de la liquidación de las exportaciones de soja y maíz? Puede ser una
jugada muy riesgosa, pero por ahora el Messi de las finanzas no logró que le
pasen el balón. Y es difícil que se luzca sin pelota.
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