El servicio de transporte urbano que presta la empresa Miramar se ve afectado por los piquetes y las asambleas de la UTA.
El viernes último se conoció la decisión empresaria de suspender a 25 choferes de la empresa Transporte Miramar, concesionaria de las líneas de colectivos 101 y 110, por un plazo de 60 días como consecuencia de un ajuste. Desde entonces se inició un reclamo por parte de los trabajadores con el respaldo de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Corrientes que por ahora no tiene visos de solución.
El sindicato exige la incorporación inmediata de los empleados suspendidos, y la firma insiste con que no tiene recursos para hacer frente a los sueldos.
El lunes se concretó una serie de asambleas en las cabeceras paralizando por dos horas los servicios, tanto al mediodía y a la tarde. Si bien hubo una convocatoria a una reunión en la sede de la Secretaría de Trabajo de la Provincia para intermediar en el conflicto, no hubo avances y el martes y ayer se intensificaron los reclamos con piquetes en la entrada de los galpones durante la mañana, que impidieron la salida de las unidades a circular.
Y ayer a la mañana el reclamo escaló un poco más cuando uno de los trabajadores suspendidos por la empresa se arrojó debajo de una de las unidades cuando el vehículo salía para empezar el recorrido.
Ocurrió en la puerta de la empresa de Turismo Miramar cuando las unidades se disponían a salir para realizar el servicio habitual de las líneas 110 y 101, luego del paro de los trabajadores. Uno de los manifestantes impedía que se levantara la medida, se arrojó debajo de uno de los colectivos y fue embestido, aunque no de gravedad, pero sí tuvo que ser atendido de urgencia. Los policías finalmente lograron sacarlo luego de varios minutos de tensión.
(Norte)