PERU | La presión de la derecha y de los militares logra la renuncia del canciller de Pedro Castillo
Unas declaraciones de Béjar sacadas de contexto y el comunicado de la Marina precipitaron la salida del ministro. El fujimorismo celebra y exige otros cambios en el gabinete.
Por presión de la
derecha y los militares cayó el canciller del gobierno de Pedro Castillo, el
exguerrillero y sociólogo Héctor Béjar. La derecha celebra, se siente
reforzada, presiona más al gobierno y exige otros cambios en el gabinete. Béjar
renunció luego que el domingo en la noche un programa de televisión divulgara
declaraciones suyas, dadas antes de ser designado ministro de Relaciones
Exteriores el pasado 29 de julio, en las que señalaba que la Marina había
cometido actos terroristas y había sido entrenada por la CIA. La derecha
reaccionó furibunda. La Marina, pasando por encima de las normas que señalan
que las Fuerzas Armadas no son deliberantes, emitió un comunicado criticando
duramente al canciller. El ministro de Defensa, el exsuboficial de la Policía y
abogado Walter Ayala, respaldó públicamente a la Marina y su comunicado, a
pesar de ser un abierto desafío militar al poder civil. Antes de renunciar
Béjar se reunió con Castillo. El presidente se ha mantenido en silencio.
Al momento del
envío de esta nota no se había designado a su reemplazante. Se mencionaba al
excanciller Manuel Rodríguez Cuadros, un diplomático de carrera que ya ocupó el
cargo en el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). En 2011 intentó sin éxito
postular a la presidencia por un partido de centro-izquierda. En plena crisis,
Rodríguez Cuadros se reunió este martes dos veces con el presidente Castillo.
Béjar ha
mantenido silencio en esta crisis. Antes de su renuncia, el Ministerio de
Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que señalaba que las
declaraciones del canciller divulgadas por la prensa habían sido dadas antes de
ser ministro y “vienen siendo manipuladas, editadas, recortadas y sacadas de
contexto con el propósito de desacreditar y lograr la censura del ministro”.
Poco después, el canciller renunció. No encontró respaldo en el gobierno.
La CIA y Sendero
Luminoso
“El terrorismo en
el Perú lo inició la Marina, han sido entrenados para eso por la CIA”, fue la
afirmación de Béjar que puso en pie de guerra a la derecha política, mediática
y militar. Lo había dicho en noviembre del año pasado, durante una conferencia
virtual. En esa misma conferencia afirmó que Sendero Luminoso, el grupo armado
maoísta que en 1980 inició una lucha armada que se extendió hasta los años
noventa, había sido “en gran parte obra de la CIA”, aunque aclaró que de esto
último no tenía evidencias.
En un airado y
desafiante comunicado, la Marina acusó al canciller de hacer afirmaciones
falsas, que calificó como “una afrenta contra los hombres y mujeres que
lucharon y continúan luchando contra la delincuencia terrorista”. La Marina
aprovechó el asunto para defender cerradamente la actuación militar en la
guerra interna y desacreditar a quienes la cuestionan por las múltiples
violaciones a los derechos humanos -secuestros, torturas, desapariciones,
asesinatos y matanzas de comunidades campesinas-, en las que la Marina tuvo rol
protagónico.
Sacadas de
contexto, las declaraciones de Béjar fueron presentadas como si estuviera
responsabilizando a la Marina en lugar de a Sendero por el inicio de la guerra
interna, pero en realidad no se refería a este episodio histórico, sino a
hechos anteriores. En enero de 1975, cuando el país era gobernado por el
general de izquierda Juan Velasco, un almirante cercano a Velasco recién
nombrado jefe de la Marina y del Comando Conjunto, algo a lo que altos
oficiales de la Marina que conspiraban contra Velasco se oponían, fue blanco de
un ataque terrorista cuando se colocó una bomba en su casa. Velasco fue
derrocado en agosto de ese año.
En 1977, en el
gobierno militar del general de derecha Francisco Morales Bermúdez -condenado
en Italia por su participación en el Plan Cóndor, pero protegido en el Perú de
una extradición-, un barco pesquero cubano fue hundido y otro dañado con bombas
colocadas por buzos. La Marina tenía el personal y equipo para perpetrar esos
atentados. El gobierno militar no investigó el ataque. Según cables del
Departamento de Estado norteamericano revelados por WikiLeaks, la embajada de
Estados Unidos reportó que esos atentados habrían sido cometidos por la Marina.
A esos hechos históricos se refería Béjar cuando dijo que la Marina inició el
terrorismo en el Perú. De otro lado, es bien conocida la relación de los
servicios de inteligencia peruanos, como el de la Marina, con la CIA, a lo se
refería el hoy excanciller.
La derecha y los
medios
Sus declaraciones
sobre la Marina, el terrorismo y la CIA, sacadas de contexto por sus
acusadores, han sido el episodio final de la ofensiva contra Béjar. Antes que
se conozcan estas declaraciones, el fujimorismo había presentado un pedido en
el Parlamento para interpelarlo, con el objetivo de censurarlo. Lo cuestionaban
por su pasado guerrillero, su militancia en la izquierda y por su anunciada
apuesta por la integración regional y el distanciamiento que desde un inicio
tomó del fracasado Grupo de Lima.
“Esto ha sido una
conspiración de la derecha, con apoyo de los medios. No quieren que cambie la
política exterior, quieren bloquear cualquier intento de una política de
integración de América Latina. Se está haciendo una concesión al militarismo,
el comunicado de la Marina es inaceptable. Con esto se fortalece la derecha y
pierde la democracia”, le declaró a PáginaI12 el exparlamentario andino y
sociólogo Alberto Adrianzén.
(Pagina 12)