EFEMERIDE| Eduardo Galeano: Los hijos de los días

 Noviembre

12

No me gusta que me mientan

Sor Juana Inés de la Cruz, nacida en el día de hoy de 1651, fue la más. Nadie voló tan alto en su tierra y en su tiempo.

Ella entró muy joven al convento. Creyó que el convento era menos cárcel que la casa. Estaba mal informada. Cuando se enteró, y a era tarde; y años después murió, condenada al silencio, la mujer que mejor decía. Sus carceleros solían prodigarle alabanzas, que ella nunca creyó.

En cierta ocasión, un artista de la corte del virrey de México le pintó un retrato que era algo así como una profecía del photoshop. Ella contestó:

Éste, en quien la lisonja ha pretendido

excusar de los años los horrores,

y venciendo del tiempo los rigores

triunfar de la vejez y del olvido,

es una necia diligencia errada,

es un afán caduco y, bien mirado,

es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.