Noviembre
26
Laura y Paul
Cuando Karl Marx ley ó El derecho a la pereza, sentenció:
—Si esto es marxismo, yo no soy marxista.
El autor, Paul Lafargue, parecía más anarquista que comunista, y revelaba una sospechosa tendencia a la locura tropical.
Tampoco para y erno le gustaba este cubano de color no muy clarito:
—La intimidad excesiva está fuera de lugar —le advirtió, por escrito, desde que Paul inició peligrosos avances sobre su hija Laura, y solemnemente agregó:
—Es mi deber interponer mi razón ante su temperamento criollo.
La razón fracasó.
Laura Marx y Paul Lafargue compartieron la vida durante más de cuarenta años.
Y en la noche de hoy del año 1911, cuando la vida y a no era vida, en su cama de siempre viajaron, abrazados, el último viaje.