SALUD | Niños y adultos mayores, los más expuestos a golpes de calor

El titular de la Dirección de Emergencias de la Provincia (DES) 10z, Orlando Levatti, brindó algunas recomendaciones sanitarias ante estas jornadas de calor extremo que vive el verano correntino y que se incrementarán esta semana.


El abrasador verano correntino vivirá un plus en esta semana con la ola de calor extremo que desde hoy se intensificará en gran parte del país. En virtud de ello y a sabiendas de que se esperal temperaturas mayores a los 40 grados (con térmicas que podrían llegar a los 45 grados), época dialogó con el director de Emergencias Sanitarias (DES), Orlando Levatti.

El referente comentó que por el momento fueron muy pocas las atenciones realizadas por cuadros de hipotensión o sofocamientos. No obstante, bajo esa tesitura el funcionario sanitario dio recomendaciones para evitar golpes de calor o descompensaciones propias de los embates de las temperaturas extremas.

"Lo que recomendamos es que la gente se hidrate bien (se estima que hay que beber dos litros de agua por día en temporada estival), usar ropas cómodas y de colores claros y no exponerse directamente al sol en horas del mediodía y la siesta", sumó Levatti.

El titular de la DES (107) pidió extremar los cuidados para los adultos mayores y niños, grupos etários de los más permeables a sufrir cuadros de los llamados golpes de calor.

Especialistas de la salud indican que el golpe de calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por exposiciones a altas sensaciones térmicas, que puede ser provocada por una permanencia prolongada al sol o por la realización de ejercicios vigorosos en ambientes con poca ventilación o muy calurosos. 

Estas situaciones de mucho calor pueden llevar a que la persona sufra una rápida pérdida de líquido y sales corporales que son esenciales para la vida ya que un cuadro así puede dar lugar a una deshidratación, lo que daña el buen funcionamiento del organismo y genera diversos síntomas.

Entre ellos: sed, boca pastosa o seca; aumento de la temperatura del cuerpo por encima de la normal; sudoración excesiva, sensación de sofoco; dismimución de la sensación de orinar; debilidad; piel seca; desmayos, mareos o convulsiones; calambres; náuseas y/o falta de hambre, dolor de cabeza, embotamiento o confusión.

La deshidratación puede suceder en cualquier grupo etario, pero tienen más probabilidad de padecerlo, y aún en formas más graves, los adultos mayores y los niños.

En el caso de las personas mayores, la regulación del agua, sales y temperatura se modifican con el envejecimiento, mientras que también puede suceder que la sensación de sed esté disminuida y la liberación de calor ante temperaturas extremas sea más lenta e inadecuada.

Por esa razón, el control de la temperatura corporal es menos preciso y se necesitan temperaturas muy altas para que la persona reconozca el calor. También se pide evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas y se insta a ingerir verduras y frutas en vez de comidas abundantes, reducir la actividad física, usar ropa ligera, holgada y de colores claros y permanecer en espacios ventilados o acondicionados.


(Epoca)