LA INSTITUCIÓN ASUMIÓ UN TONO MÁS CRÍTICO PARA LA PASCUA | La Iglesia católica pidió no olvidar a víctimas del COVID y los incendios

 El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, pidió nuevamente la acción de los "organismos públicos" sobre quienes se llevaron las peores consecuencias de las últimas catástrofes. El Sábado Santo alertó sobre el creciente número de personas en situación de calle.


El Domingo de Pascua puso fin al período más importante para la Iglesia católica. El compromiso a "caminar juntos", que propone el papa Francisco, y la reflexión sobre la situación económica-social fueron los tópicos en los que más atención puso la iglesia local dentro de las ceremonias litúrgicas.

Renovados en su fe en Jesucristo, los creyentes transitarán hasta el 5 de junio el "tiempo pascual", un período de preparación para celebrar Pentecostés, en el que se conmemora el descenso del "Espíritu Santo" sobre los apóstoles y el nacimiento de la Iglesia.

El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, encabezó ayer, a las 9, la misa central del Domingo de Resurrección en el edifico del Arzobispado, ubicado sobre calle 9 de Julio 1543. Allí volvió a recuperar el tono crítico con el que se manifestó en la misa de la "Vigilia Pascual" (Ver recuadro), en la Iglesia Catedral, y pidió que no se olviden de quienes sufrieron las peores consecuencias de los incendios y la pandemia. Nuevamente, hizo un llamado a la acción a los organismos públicos, en una particular puesta en escena televisiva que se concretó una vez terminada la celebración de la eucaristía.

"Nadie duda de la existencia histórica de Jesucristo porque hay suficiente documentación que la acredita, en cambio de la presencia de Jesús luego de la muerte sólo tenemos un sepulcro vacío. Sin embargo, esto es aún suficiente para creer en la resurrección. Nosotros (por los cristianos) no creemos porque el sepulcro se encuentre vacío. Lo más importante para la fe son los numerosos testimonios que nos dan la certeza del encuentro personal y colectivo con Jesucristo vivo", explicó al principio de su homilía pascual.

"El Señor nos abrazó tal cual somos e invitándonos a hacer lo mismo con hermanos y hermanas. (…) Haciendónos cargo de los que más sufren, teniendo en cuenta a los que padecieron la pandemia, a los que perdieron sus familiares y a los que sufrieron incendios. Hagamos camino con ellos buscando sobrellevar juntos el dolor, sobre todo ahora que dejaron de ser noticia en los medios con el riesgo de dejarlos solos con sus desgracias", llamó a la acción el sacerdote.

Tras finalizar la misa, que contó con pocos participantes y fue transmitida a través de las redes sociales de la Arquidiócesis de Corrientes, Stanovnik y el Vicario para los Medios de Comunicación, Horacio Da Silva, presentaron una entrevista en la que volvieron a remarcar partes del mensaje pastoral.

"En medio del dolor de la tragedia que vivió esta gente (en referencia a las víctimas de los incendios) es muy difícil decir feliz Pascua, pero si nos detenemos, tiene un sentido muy profundo. Para decir feliz Pascua debemos mirar a Jesús. Él atravesó la adversidad de mayor tamaño de la vida humana que es la muerte, es decir la desaparición total. Sin embargo, él nos da esperanza porque la superó", resaltó.

Stanovnik llamó a quienes padecieron la pandemia y los incendios a "renovar su fe en Jesús" . Y para los creyentes, convocó a hacerles más "liviano el camino" del sufrimiento a través del acompañamiento. Sobre todo de "los organismos públicos que están a cargo del bien común".

Los mensajes en otros templos importantes como la Basílica de Itatí y la Iglesia Catedral "Nuestra Señora de la Merced" asumieron un tono menos crítico y más centrado en el relato bíblico de la Resurrección.

En cuanto a las manifestaciones católicas, los creyentes de Santa Ana, Paso de la Patria, Ramada Paso y San Cosme participarán de la "Peregrinación de los Tres Pueblos" desde el jueves 21 de abril.

El trabajo de la Iglesia no da abasto

La Vigilia Pascual, realizada en la Iglesia Catedral, fue el disparador que encontraron desde el Arzobispado de Corrientes para señalar el ascenso de la pobreza.

"En nuestra ciudad hay cada vez más personas en situación de calle que reclaman nuestra presencia cristiana y, sobre todo, la acción humanitaria de los organismos públicos. Es insuficiente el plato caliente que les brindan los jóvenes del Buen Samaritano a través de quienes se refleja la mano bondadosa de Dios y a quienes va nuestro reconocimiento y aliento. La autenticidad de nuestra celebración pascual, la sinceridad de nuestra alegría por Jesucristo resucitado y la coherencia de nuestro saludo pascual serán verdaderos si también ellos lo pueden experimentar", enfatizó Stanovnik en su homilía.

El grupo Buen Samaritano con un "carrito" de comidas recorre las plazas céntricas y la Peatonal para llevar alimento caliente a las personas en situación de calle.



(Epoca)