EFEMERIDE | Eduardo Galeano: Los hijos de los dias

Octubre 

16 

Él creyó que la justicia era justa 

El jurista inglés John Cooke defendió a los que nadie quería y atacó a los que nadie podía. 

Y gracias a él, por primera vez en la historia, la ley humana humilló a la divina monarquía: en 1649, el fiscal Cooke acusó al rey Carlos I, y su certero alegato convenció al jurado. El rey fue condenado, por delitos de tiranía, y el verdugo le cortó la cabeza. 

Algunos años después, el fiscal pagó la cuenta. Lo acusaron de regicidio, lo encerraron en la Torre de Londres. Él se defendió diciendo: 

—Yo apliqué la ley. 

Ese error le costó la vida. Cualquier jurista debe saber que la ley vive arriba y hacia abajo escupe. 

En el día de hoy de 1660, Cooke fue ahorcado y descuartizado en la misma sala donde había desafiado al poder.