El candidato de La Libertad Avanza pidió apoyarse en los papeles para evitar caer en alguno de sus exabruptos. Modifica así lo que ocurrió en los anteriores debates. El equipo de campaña de Unión por la Patria accedió a que Milei haga lo que quiera y confirmó que Massa no piensa leer en sus intervenciones.
La reunión para establecer las bases del debate entre Sergio Massa y Javier
Milei se puso tensa en esta mañana de lunes a raíz del pedido de Karina Milei
de que su hermano fuera habilitado a llevar papeles, leerlos y exhibirlos. Del
otro lado, el equipo de Massa sostenía la postura que se adoptó en los dos
debates anteriores de permitir usar papeles pero, sobre todo, para anotar. El
candidato de Unión por la Patria mantendrá esa posición en el cruce del próximo
domingo 12 de noviembre a las 21 en la Facultad de Derecho de la Universidad de
Buenos Aires, pero sus asesores accedieron
finalmente a que su advesario haga lo que quiera.
Pese a que estaba vedado, en el debate previo a las PASO y la primera
vuelta anto Milei como Patricia Bullrich optaron en distintos tramos por leer
lo que llevaban escrito, en algunos casos incluyendo onomatopeyas y retóricas
nada naturales. La idea de la Cámara Nacional Electoral (CNE), que está a la
cabeza de los debates, es que un candidato presidencial debe estar en
condiciones de explicar por sí mismo. De todas maneras, las mecánicas se
deciden en estas reuniones y cada punto es sujeto a un diálogo y negociación
como el que se dio este lunes.
En el encuentro en la CNE, representando al libertario, estuvieron Karina
Milei, el apoderado de La Libertad Avanza, Santiago Viola y el politólogo
Santiago Caputo, sobrino de Nicky y Toto Cauto, hermano del alma uno y amigo de
Mauricio Macri el otro. Del lado de Massa, los representantes fueron Juan
Manuel Olmos vicejefe de Gabinete de la Nación y el consultor catalán de Massa,
Antoni Gutiérrez Rubí.
La sorpresa vino del lado de Karina Milei quien planteó un cambio en lo que
se decidió en los anteriores debates: la limitación al material que lleva cada
candidato. Se había acordado que se podían llevar papeles, que lo mejor era no
leer y quedaba vedado exhibir cuadros, diagramas o documentos.
La CNE estudió la cuestión respecto de otros países y tuvo un equipo
asesor. El concepto es que un postulante a conducir el país debe tener una
capacidad elemental de explicar por sí mismo y no mostrar materiales que
seguramente terminarán generando la polémica si lo que se afirma o niega en lo
mostrado es verdad o no. Al promediar el encuentro, se buscaba un acuerdo, que
es el método para zanjar estas diferencias.
Más allá de lo postulado -razonablemente-
por la CNE, la experiencia fue mala para los que leyeron: suena antinatural,
poco convincente y poco efectivo. El problema es que, por ejemplo, Patricia
Bullrich mostró demasiadas limitaciones para hilar frases y tal vez le sirvió
leer en algún momento. A Milei es posible que lo haya ayudado a mostrar -de a
ratos- un perfil más calmado. Algo distinta es la cuestión de mostrar material:
"Explicar con un Power Point termina en un debate sobre si los datos de
power-point son verdaderos o falsos o distorsionados", señalaron desde la
Cámara.
En la reunión se tocaban también las mecánicas -dónde se para cada uno, las preguntas entre sí, las interrupciones, quién habla primero, el sistema de contestaciones-, todos puntos en los que se buscaban consensos. El cálculo es que el encuentro se estirará hasta el mediodía de este lunes.
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