Tras una nueva tanda de 50 administrativos despedidos, denuncian una política de vaciamiento impulsada por el gobierno nacional, ahogo presupuestario y falta de conducción.
La comunidad científica está movilizada por los despidos, que ya ascienden
a 160 (con una flamante tanda de 50 administrativos), y el “brutal ajuste” del
gobierno ultraderechista de Javier Milei. “¡En Conicet no sobra nadie!” fue la
consigna de la jornada nacional de lucha en defensa del organismo, reconocido
como la mejor institución científica de Latinoamérica. En CABA hubo dos
llamamientos: por la mañana hubo un acto en el Polo Científico, en Palermo, en
el que habló un referente de la comunidad científica argentina, el biólogo
molecular Alberto Kornblihtt, quien reiteró la defensa de la investigación en
ciencia y tecnología que había presentado en el Congreso. Por la tarde, en un masivo
plenario de científicos, se consensuó un documento en el que se detalla la
comprometidísima situación de la ciencia y la tecnología en el país, a menos de
dos meses de la asunción del nuevo gobierno.
En Córdoba, Bahía Blanca, Neuquén, Mendoza, Entre Ríos, Santa Fe, Rosario,
Posadas, La Plata y Mar del Plata, entre otras ciudades, hubo banderas que
condensan el retroceso que implica el despido de 50 trabajadoras y trabajadores
administrativos y que se haya pospuesto la publicación de los resultados de la
convocatoria de Becas y Promociones hasta tanto se configure el presupuesto
definitivo del organismo; una medida que puede marcar el comienzo de un nuevo
éxodo de científicos argentinos. “El año pasado pedíamos aportes jubilatorios.
Ahora luchamos para que nos aseguren cobrar el sueldo. Lo que no vemos es el
progreso”, se leía en una cartulina manuscrita. Desde Rosario, Marianela
Scocco, becaria posdoctoral, licenciada y profesora de Historia por la Facultad
de Humanidades y Artes (UNR) y delegada de ATE-Conicet, trazó un futuro más
incierto: “Podemos funcionar, pagar gastos y salarios hasta junio de este año”,
afirmó en diálogo con radio Nacional Rosario Roberto Fontanarrosa.
"Los 50 trabajadores administrativos despedidos son una advertencia al
resto de los empleados contratados. Hay otros 1.100 a los cuales ya les
avisaron que sus contratos estarán vigentes solo hasta marzo”, plantea Roberto
Salvarezza, exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación y expresidente del
Conicet, a Página/12. “Los administrativos son fundamentales para el
funcionamiento del Conicet; con una planta de 11.000 investigadores 12.000
becarios y 3.000 técnicos y más de 300 centros e institutos en todo el país
tiene solo poco más de 2.600 administrativos. La burocracia más pequeña del
Estado. Si se despide más personal administrativo difícilmente se pueda
funcionar; son parte fundamental del funcionamiento del Conicet”, agrega
Salvarezza.
Ciencia pública es soberanía
La Asamblea de trabajadoras y trabajadores de Conicet del Centro Científico
Tecnológico (CCT) Rosario y ATE Rosario se concentraron en Ocampo y Esmeralda,
en el predio conocido como La Siberia. Los científicos rosarinos alzaron sus
carteles para visibilizar los reclamos: “El conocimiento no es una mercancía”.
“Investigar es trabajar. ¡Queremos trabajar!”. “Ciencia pública es soberanía”.
“Más ciencia es más libertad”. “El ajuste paraliza la ciencia”. “No al
desfinanciamiento de la ciencia y tecnología”. La protesta consistió en una
radio abierta y una conferencia de prensa en la que fundamentaron los motivos
de la medida. El eje del reclamo está puesto en la reincorporación inmediata
del personal administrativo despedido, que ATE-Conicet considera parte de “una
política de paralización, vaciamiento y desguace del Estado y del Conicet en
particular, impulsado por el gobierno nacional mediante un ahogo
presupuestario”. Otra cuestión es la paralización de las becas a
investigadores: 1.300 internas doctorales, 300 internas de finalización de
doctorado y más 800 postdoctorales.
En el centro tecnológico de Rosario, 49 empleados se quedarán sin trabajo
este miércoles por la resolución del decreto 84 del gobierno nacional. “En
Conicet no sobra nadie, no somos casta, no son cargos ñoquis, es gente que
labura y necesitamos que hagan los trabajos administrativos pertinentes para el
funcionamiento del organismo. Dar de baja estos puestos responde a una política
de desfinanciamiento”, explicó Victoria Bona, becaria doctoral y licenciada en
la Escuela de Historia de la Universidad Nacional de Rosario. Carlos Piña,
director del Conicet Santa Fe, puntalizó que allí fueron despedidas cinco
personas: cuatro en la ciudad capital y una más en Rosario. “Todo sistema es
colectivo y hay un engranaje. Un investigador puede ser muy bueno en un
laboratorio, pero si no tiene una parte administrativa que pueda llevar
adelante la ejecución del proyecto, ir viendo fondos o el mantenimiento de los
edificios, se complica muchísimo. Los administrativos son piezas invaluables de
este proceso”, destacó Piña.
La continuidad del organismo en peligro
Sin un aumento del presupuesto que pueda compensar la estampida
inflacionaria que se generó desde la asunción de Milei, la continuidad del
organismo mantiene en vilo a la comunidad. “Hoy estamos muy complicados para
poder garantizar el funcionamiento. El presupuesto 2023 se votó en noviembre de
2022. ¿Dónde conseguís a alguien que te venda a precios de 2022? Tendríamos que
triplicar el presupuesto para mantener los mismos niveles solamente”, reconoció
el director del Conicet Santa Fe y admitió que hubo que recortar
“sustancialmente en varias cosas” para llegar a junio.
En La Plata realizaron una “Mateada colectiva” para protestar contra los
despidos, que ascienden a más de 160 en todo el país, y por el
desfinanciamiento de la institución científica. La secretaria general de
ATE-Conicet de La Plata, Agustina López Villar, aseguró en declaraciones a
Télam que “llegaron notificaciones de la rescisión de 50 contratos de
trabajadores administrativos de planta transitoria de renovación anual, a los
que se les vence el 31 de enero, pero también sabemos que están llegando
algunas rescisiones de contrato de monotributistas". El listado creció
hasta alcanzar los 160 despidos, a lo que se suma la supresión de las horas
extras, la discontinuidad en la publicación de los resultados de becas
doctorales y la falta de promoción de investigadores. Nicolás Redtorff,
secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de la Plata,
confirmó que cuatro de los 160 trabajadores despedidos son de La Plata y
precisó que esto es provocado por una decisión del gobierno de Milei de
recortar y desinvertir en el sector científico. El investigador platense exigió
la reincorporación de las personas despedidas y la restitución de las horas
extras. “Hay una pérdida de soberanía cuando se atenta contra el sistema
científico y universitario”, subrayó Redtorff.
Desde Posadas, Sandra Nicosia, personal de apoyo del Conicet, reveló
detalles preocupantes. Dos de los 50 trabajadores administrativos despedidos
son de Posadas. “Tenemos compañeros que fueron aprobados para becas
extraordinarias, con la promesa de un ingreso hasta que se efectivice su alta,
pero de un día para otro se les dio de baja”, lamentó Nicosia y aclaró que más
de 100 personas se encuentran en esta situación en la provincia de Misiones. En
Mar del Plata se realizó un abrazo simbólico a la sede del Instituto de
Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (Intema) y se denunció
una virtual “parálisis” del instituto de ciencia y tecnología, donde fueron
despedidas dos trabajadoras que garantizaban la limpieza de este instituto que
tiene más de 500 trabajadores. “No hay ninguna certeza de cómo va a funcionar
el Conicet”, ya que “con el mismo presupuesto sabemos que el organismo funciona
hasta mitad de año, como mucho, por la devaluación de la moneda", expresó
Cintia Rodrigo, investigadora del Conicet, y detalló que los aumentos
paritarios deberán ser afrontados con el mismo presupuesto que fue aprobado en
2022. “Hay una situación casi de parálisis de lo que es el Conicet en este
momento”, describió Rodrigo lo que vienen denunciando sus pares científicos en
todo el país. “Sin ciencia no hay futuro”, añadió la investigadora marplatense.
Liberalismo neocolonial
En diálogo con este diario, la química Ana Franchi, que presidió el Conicet
hasta el 10 de diciembre de 2023, confirma que la situación del Conicet es “muy
grave” porque el personal administrativo garantiza la continuidad de las
políticas científicas. “Al no haber una idea de política científica atrás,
salvo el achique, la pérdida de personal se va a sentir mucho más a mediano
plazo”, advierte Franchi y observa que hay una campaña de desprestigio de la
ciencia y la tecnología viralizada desde el sistema cloacal de las redes
sociales. “Cada vez que tenemos un gobierno cuya idea es vivir de la
explotación de las materias primas, y no de todo lo que la Argentina puede
producir, la ciencia y la tecnología están casi de más. El Conicet, las
universidades públicas, la construcción nacional de la energía atómica, el INTA
y el INTI muestran el país que la Argentina puede ser. Un país que puede
investigar, que puede formar excelentes recursos humanos, que puede tener una
producción importantísima en todas las áreas. No es el país que ellos desean.
Entonces siempre que tenemos gobiernos neoliberales hay campañas de
desprestigio de nuestras instituciones”.
Salvarezza reflexiona sobre por qué los gobiernos neoliberales han atacado
sistemáticamente a la ciencia nacional. “Los países que Milei llama prósperos
fortalecen sus sistemas de ciencia, invierten mucho más y nos triplican en
número de investigadores cada mil habitantes de población económicamente activa
porque saben que el poder económico está atado al dominio de la tecnología. La
clase política que se autotitula neoliberal en nuestro país es en realidad
neocolonial porque impulsa un modelo de economía primarizada, extractivista y
con entrega de soberanía. Sin industria, sin agregado de valor, sin cuidado del
ambiente, ¿para qué quieren ciencia y tecnología?”.
(Pagina 12)