Las ventajas que otorga el proyecto a Grandes Inversiones habilitan la sustitución de maquinaria de fabricación nacional por importada, que profundizaría la ya crítica situación del sector.
“La industria argentina se encuentra en riesgo, como así también los
puestos laborales”, advirtió la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la
República Argentina (Adimra) junto con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en un
encuentro en la sede de la central gremial este martes. Cámara de empresas y
sindicato se aúnan para alertar por los más de 300.000 puestos de trabajo
directos que contrata el sector, en riesgo frente a la posible aprobación del
Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) de la Ley Bases redactada
por el Gobierno que ingresó esta semana al Senado.
El RIGI otorga un trato preferencial a los bienes importados por grandes
empresas (extranjeras) beneficiarias de este Régimen, pues realizarán inversiones
de envergadura básicamente en actividades primarias. Podrán ingresar cualquier
bien de capital, repuestos o insumos sin arancel alguno, tanto en la etapa de
la inversión inicial como durante todo el flujo productivo de los próximos
treinta años.
Con ese esquema, los metalúrgicos nacionales salen perdiendo ya que a las
grandes firmas “les resultará un 30 por ciento más barato en términos de
impuestos adquirir la misma máquina fabricada en el exterior que la fabricada
localmente”, sostuvo Elio Del Re, presidente de Adimra. Los industriales
denuncian una competencia desleal favorecida por el Gobierno.
Ningún artículo del extenso apartado de la Ley Bases busca potenciar el
desarrollo de proveedores locales, máxime en un sector como el metalúrgico que
tiene una extensa tradición productiva en el país. Adimra es una entidad con
120 años de trayectoria institucional, integrada por 60 cámaras sectoriales y
regionales, que representa a más de 20.000 empresas que generan 300.000 puestos
de trabajo directo y más de un millón en forma indirecta, que ahora están en
riesgo, según denuncian.
“Con este nuevo modelo se va a un proceso de primarización de la economía
donde no se genera ningún valor agregado en el país” y por ende pocos puestos
de trabajo, afirmó Del Re tras el encuentro. El Secretario General de la UOM,
Abel Furlán, y el senador Mariano Recalde también participaron junto a otras
autoridades.
El RIGI otorga beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios que ponen en
desventaja a la industria nacional y producen un retraso en términos de
desarrollo. Un detalle: el proyecto no especifica estándares tecnológicos sobre
los productos ingresados, de modo que puede tratarse de instrumental obsoleto,
que no permita siquiera una transferencia de mejor tecnología al entramado
local. Todo lo contrario: destruye capacidades productivas que el país ya
tiene.
“El RIGI desarma toda política destinada a desarrollar proveedores,
estimular el compre argentino y mejorar la competitividad de la industria y las
pymes”, puntualizó el ex Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías
Kulfas, en su red X.
El gran desafío en las inversiones vinculadas a recursos naturales es
justamente desarrollar los proveedores nacionales, de modo que ese recurso
funcione como una palanca para el desarrollo. “Los generosos beneficios
fiscales y normativos establecidos en el RIGI no están acompañados de
obligaciones (transferencia de tecnología, condiciones de compra local, entre
otros) por parte de los beneficiarios, que generen derrames sobre el sistema
productivo en su conjunto”, puntualizaron desde Adimra.
El RIGI “se centra en sectores clave como la industria del petróleo y el
gas, Vaca Muerta, minería, litio y cobre, donde todos los empresarios
metalúrgicos podemos desempeñar un papel crucial: el 60 por ciento de las
compras industriales en el sector del petróleo y gas provienen de empresas
metalúrgicas, y el 50 por ciento de la industria minera también depende de
estas empresas".
Desde la central empresarial remitieron días atrás una carta al ministro de
Economía, Luis Caputo, y otras autoridades parlamentarias advirtiendo sobre las
consecuencias que traerá la aprobación del RIGI sobre un sector que ya se
encuentra golpeado por el deterioro en el resto de los sectores productivos. A
su vez, este martes enviaron un documento al Senado, donde el Gobierno buscará
discutir la Ley Bases en el recinto la próxima semana.
Ante la caída de la demanda por parte de los sectores de la construcción,
la industria automotriz, la producción de maquinaria agrícola y la fabricación
de electrodomésticos, la rama de las metálicas básicas experimentó una caída
del 23,1 por ciento en febrero, según datos de Indec. Si se mira la industria
siderúrgica puntualmente, la caída llega casi al doble (39,7 por ciento) y se
explica en gran medida por la detención de la planta de Acindar en Santa Fe, la
cual inicialmente se anunció para marzo pero continuó en abril y ahora se
extenderá entre mayo y junio. La UOM regional comenzó nuevamente las
negociaciones para acordar un esquema de suspensión sin pérdida de puestos de
trabajo, tal como firmó en marzo pasado.
A su vez, a escala nacional el gremio está en largas discusiones sobre un
nuevo acuerdo paritario que debe regir desde abril de este año. La negociación
es eclipsada desde el lado patronal por Techint, que mantiene pisados los
salarios y empezó a despedir gente, según viene denunciando Furlán.
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